El archivo Francisco Tornay ofrecerá después del verano un fondo  documental que recoge la historia y el funcionamiento de la ciudad entre  1870 y 1975 a través de los documentos municipales administrativos
l acta municipal de la constitución del Ayuntamiento de La Línea está  manchada de sangre. No es una figura retórica. Es literal. Pertenece a  quién iba ser el primer alcalde de la ciudad, que sufrió un ataque  durante la sesión y murió. En otro apartado de la estantería se observa  que en los libros de hospital de 1941 del municipio está registrado un  número de fallecimientos inesperado. Fueron las víctimas resultantes del  bombardeo accidental de Italia sobre la localidad durante la Segunda  Guerra Mundial.
Los dos documentos pertenecen al depósito que la  secretaría general del Consistorio linense entregó al archivo municipal  Francisco Tornay en 2006, unos 2.000 legajos, entre 100.000 y 200.000  folios. Son hojas y títulos de carácter administrativo fechados entre  1870 y 1975, el testimonio escrito del funcionamiento de la ciudad  durante más de un siglo. En el último año la delegación de Museos y  Patrimonio de Alfonso Escuadra los ha recuperado con mascarillas para  burlar la pátina de polvo gris del tiempo, los ha inventariado y los ha  clasificado de manera exhaustiva. Después del verano -se prevé que a  principios de septiembre- esta ingente y valiosa información estará a  disposición de los investigadores y del público en general.
"Es  algo fundamental y apasionante", proclama Escuadra. A este material "se  le puede meter mano desde el punto de vista de la investigación desde  múltiples enfoques para múltiples trabajos, no sólo para la historia  local, sino también para la comarcal y, tratándose de una ciudad  fronteriza con una colonia extranjera, incluso trasciende ese marco".
El  conjunto ofrece una variedad de documentos apabullante, en realidad  tantos como los que emanan desde la institución que regula el día a día  de la ciudadanía. Se pueden hallar las referidas actas municipales y  libros de hospital, información del censo y de tipo económico, apéndices  del padrón, proyectos de expropiación, planes parciales de ordenación  de barriadas, los libros de caja del Ayuntamiento, los libros de  Hacienda, de la intervención municipal, el padrón de vehículos...
"El  concepto de documento histórico está un poco equivocado. ¿Un libro de  notas es un documento histórico? Pues depende de si las notas son de  Winston Churchill", reflexiona y pone como ejemplo Escuadra. Volviendo  al nuevo fondo documental el edil indica: "Un presupuesto de la Feria de  la ciudad puede que al público en general le parezca relativamente  interesante. Claro, salvo si es de la Feria del 36. La importancia de un  documento puede venir por muchas vías".
El concejal defiende con  vehemencia la importancia de esta reunión de textos para la ciudad. "Va  a darte el devenir económico de la localidad, de quién realmente  dependemos, cuál es nuestra base financiera. ¿Son los problemas  económicos de La Línea coyunturales o estructurales?, ¿De qué manera nos  ha influido la plaza de Gibraltar?, ¿Cuáles han sido las sensibilidades  de la ciudad en ciertos momentos históricos especialmente  significativos? Hay que tener en cuenta que La Línea celebra ahora 140  años y esto abarca 100".
"Es una buena ventana para ver la  trayectoria de la propia ciudad", resume Escuadra. "Desde el punto  histórico, para hacer estudios estadísticos, para el estudio  pormenorizado de grandes periodos de tiempo. Nada más que el censo le va  a permitir a muchos linenses reconstruir su árbol genealógico. También  se pueden constatar los proyectos emprendidos tras el cierre de la  Verja, por ejemplo".
El depósito documental en cuestión, además,  otorgará un salto cualitativo de primera magnitud al archivo Francisco  Tornay, que hasta ahora acogía el legado del incansable, recordado y  querido investigador; el trabajo que realizó junto a estrechos  colaboradores; otro importante fondo remitido por la secretaría general  del Ayuntamiento a principios de los 80 constituido por las actas  municipales; la colección Juan Mesa; y el material que se ha podido  incorporar en los últimos tiempos. Una oferta documental, fotográfica,  de hemeroteca, videoteca y fonoteca que se empezó a encauzar casi hace  tres décadas.
"La idea es que el archivo Francisco Tornay se  consolida como el depositario del fondo histórico del futuro archivo  municipal, cuando en su día se orqueste toda la estructura que hace  falta para conformar el resto del organismo", entiende Escuadra. "Yo  -subraya- me siento personalmente comprometido con la figura de Paco  Tornay. Si hoy cuesta trabajo la sensibilización con estas cosas, mucho  más antes. Tanto yo como el que me sustituya debe asumir esta empresa  con decisión, consciente de que recibe un legado que conlleva unas  responsabilidades que no se pueden dejar de lado".
David Cervera 
Fuente europasur.es
 
 
 
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