Para más de 300 personas que comparten el apellido Briales el 26 de junio fue un día especial. Un día para el reencuentro con viejos parientes y de  presentación de otros muchos, perdidos en las extensas ramificaciones de  todo árbol genealógico, que parte del torremolinense Sebastián Briales  Peral, "un industrial de Torremolinos, casado con Mariana Domínguez",  relata Sebastián Rivas Briales, uno de sus descendientes, que resume la  cita de hoy como el momento de "contar muchas cosas, conocer a algunos  familiares y reconocer a otros muchos". 
Toda la familia estaba  muy ilusionada con esa reunion, pero "como siempre hay muchas bodas"  -asegura Rivas-, la fecha ha sido lo más complicado de concretar. Así  que crearon un comité organizador y empezaron con los preparativos,  estableciendo una red familiar de contactos para que todos estuvieran  informados sobre el encuentro y las posibles fechas. "Inmaculada ha  estado muy implicada", explica Rivas sobre Inmaculada Briales Navarrete,  una de las parientes que más se ha volcado con la cita que  por fin  reúne a cuatro o cinco generaciones de Briales en un acto único.
La  celebración de tan emotivo evento comenzo en la mañana en la céntrica  iglesia de Los Mártires, en la que a las 13:00 hubo una misa  a cargo del padre Tejera. Tras su cita con la Iglesia almorzaron todos  juntos en un restaurante de capital y después, los más jóvenes y los que  se encuentren con fuerza continuaron con la fiesta en ese mismo local.  "Los niños jugarán, los jóvenes bailarán y los más mayores pues  charlaron", bromea Sebastián Rivas Briales, sobre un encuentro que  reunio a familiares de menos de un año de edad con otros que ya han  vivido más de nueve décadas. Aún así, otros muchos no acudieron, ya que  algunos parientes están enfermos y otros familiares demasiado mayores  para una cita de estas dimensiones.
 
 
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