'Odriozolas' llegados de todo el mundo se reunieron el 4 de Julio en Loiola
Misa en la basílica de Loiola, exhibición de deporte  rural en la explanada de la misma y comida. Todo normal, incluso puede  ser un día cualquiera de celebración. Pero si decimos que la reunión  cuenta con una peculiaridad, todos ellos se apellidan Odriozola de  primero o segundo apellido, el carácter festivo adquiere otra dimensión.
La Asociación Cultural Familia Odriozola, dirigida por su  presidente, el donostiarra Jose María Odriozola, ha posibilitado la  cita. Casi un millar de Odriozolas reunidos, aunque «la economía ha  afectado. Han venido pero no tantos como esperábamos», matiza el  presidente.
Entre ellos, Antonio Odriozola Uranga, centenario, del  caserío Altzaga-Saletxe, de Urrestilla, que recibió un pequeño homenaje  en la posterior comida en el restaurante Kiruri donde se reunieron 600  comensales, o también Carlos Odriozola, catalán de 92 años.
«Mi hermano estuvo en la última reunión celebrada en  1991. A la familia nos interesan mucho estas reuniones y como mi padre  no pudo venir, me animé», contaba Malena Arias Odriozola, una argentina  residente en Alemania que viajaba por primera vez a Loiola y se sentía  emocionada. «Es super emocionante. Apenas entré en la iglesia, me  emocioné. A mi abuelo le hubiera encantado estar aquí».
El bisabuelo de Malena se marchó a Balcarce, Argentina, a  finales de 1800. Allí nacieron sus 9 hijos. Uno de ellos, Jose Ignacio  Odriozola, abuelo de Malena . Falleció hace 10 años pero «la familia  siguió con la tradición y este verano, entre primos y familiares, nos  hemos reunido alrededor de cien personas», contaba. Al igual que Malena,  Odriozolas de Venezuela, Perú, Chile, Brasil. México o Francia se  dieron cita en esta cumbre junto a otros de Madrid, Cantabria, Galicia o  Cataluña. 
Hubo quienes lo tuvieron más fácil y la crisis no ha sido  motivo para no asistir a Loiola. Cómo no, los Odriozolas euskaldunes y  sobre todo, azpeitiarras. Es el caso de la familia Odriozola Aizpuru, de  Azpeitia. El padre, Manolo, junto a sus hijos Javier, Mikel, Jose  Ignacio y Alberto, acompañados de sus esposas e hijos, se encontraban  presentes. «Es un buen  motivo de reunión familiar. Se lo hemos  explicado también a los niños y nos parece una cosa bonita de la que  formamos parte», comentaba Javier, uno de los hijos, a la salida de la  misa concelebrada que presidió el padre don Manuel Odriozola Lesaca en  compañía de varios sacerdotes apellidados también Odriozola. Incluso los  monaguillos y los seglares que realizaron las lecturas pertenececían a  la misma 'gran familia'. 
Tras la misa, por deferencia del Ayuntamiento, se llevó a  cabo una exhibición de deporte rural, con aizkolaris y  harrijasotzailes. No faltaron los dantzaris y la foto familiar. La útima  convocatoria se llevó a cabo en 1991. Antes se habían reunido en 1956 y  en 1910. La de ayer era la cuarta y... ¡Que haya una quinta!
 Fuente: diariovasco.com

 
 
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