sábado, mayo 19

FamilySearch Indexing

Desde que salió FamilySearch Indexing en 2006, se han digitalizado más de 800 millones de registros. Sin embargo, el trabajo no se ha terminado y cada vez se necesitan más indexadores en todo el mundo.
Cuando Hilary Lemon, de Utah, EE. UU., regresó de la misión, todavía le faltaban algunos meses para volver a empezar sus estudios. Fue así que, mientras buscaba maneras de ser productiva con el tiempo que tenía disponible, comenzó a ayudar con la indexación de FamilySearch en internet. Empezó a indexar en inglés y poco después se dio cuenta de que tenía la oportunidad de indexar en otros idiomas, entre ellos el portugués, el idioma que había aprendido en la misión.
“Como hice la misión en Portugal, me interesaron los proyectos de indexación disponibles para Brasil y Portugal. Mi interés se acrecentó cuando vi un proyecto de Setúbal, Portugal, una de las áreas donde había servido”, dice Hilary.
Hilary es una de las voluntarias que está ayudando a satisfacer la necesidad cada vez mayor de FamilySearch para indexar registros que estén en idiomas que no sean el inglés. Al igual que los otros 127.000 voluntarios activos, Hilary está extrayendo los nombres y los acontecimientos de personas que han fallecido para que los miembros puedan encontrar la información que buscan y completen la obra de las ordenanzas por sus antepasados en el templo.

¿Qué significa indexar?

La indexación en FamilySearch es el proceso de leer versiones digitales de registros escaneados, como registros de censos, documentos emitidos por algún registro civil, registros testamentarios y registros eclesiásticos, y escribir la información que contienen en una base de datos en la que se pueden realizar búsquedas. Por medio de esta labor, los indexadores voluntarios hacen posible que los miembros y otros investigadores de historia familiar encuentren fácilmente la información de sus antepasados en internet.
La indexación ha hecho que la obra de historia familiar sea más fácil y más simple. “Antes, cuando uno buscaba a sus antepasados, tenía que hacer girar un rollo de microfilm. Una vez que encontraba el familiar al que buscaba, era probable que encontrara otros nombres relacionados; entonces había que hacer girar el rollo para un lado y para el otro, una y otra vez”, dijo József Szabadkai, un indexador de Hungría.
Actualmente, FamilySearch sigue recopilando registros históricos de gobiernos y personas que tienen registros a su cargo en todo el mundo. La diferencia es que, en vez de simplemente microfilmar registros y poner esos microfilms a disposición de quienes investigan la genealogía, los empleados de FamilySearch los escanean y los incluyen en el programa de indexación. Los voluntarios descargan esas imágenes en su computadora e ingresan la información tal como la ven. De ese modo, la información se digitaliza y los investigadores pueden buscar esa información mediante la opción de búsqueda de FamilySearch.org desde la comodidad de sus hogares.

¿Cuánto ha avanzado la indexación?

Desde que se lanzó FamilySearch Indexing en 2006, voluntarios indexadores han adelantado muchísimo, transcribiendo aproximadamente 800 millones de registros. Sin embargo, falta mucho para que la labor quede terminada. Las bóvedas de granito, que se encuentran en Salt Lake City, cuentan con unos 15 mil millones de registros, y constantemente se agregan más. Los mismos contienen información de miles de millones de personas de más de 100 países, e incluyen más de 170 idiomas.
Robert Magnuski, misionero de servicio a la Iglesia e indexador activo de Polonia, está experimentando de cerca cuán necesario es que haya más voluntarios que hablen idiomas que no sean el inglés. “Debido a la división del país entre los años 1772 y 1918, los registros de Polonia se llevaban en cuatro idiomas: ruso, alemán, latín y polaco”, explica. Dado que la mayoría de los indexadores de Polonia hablan polaco, comenzaron a indexar los registros que están ese idioma, lo cual significa que hay trabajo pendiente con los registros que están en ruso, alemán y latín. Con la ayuda de voluntarios de todo el mundo que tienen conocimiento de diferentes idiomas, los investigadores de historia familiar de todas partes del mundo pueden encontrar a sus antepasados, no importa el idioma en el que se hayan registrado los datos.
A fin de que se pueda acceder a estos registros, el programa de indexación está disponible en 11 idiomas: alemán, español, francés, holandés, inglés, italiano, japonés, polaco, portugués, ruso y sueco. Se anima a todas las personas que hablen cualquiera de estos idiomas, ya sea su lengua materna o que lo hayan aprendido por medio del servicio misional, los estudios u otro tipo de capacitación, que se registren y comiencen a indexar registros.

¿Cómo empiezo?

El proceso de comenzar a ser indexador voluntario es rápido y fácil. Siga las instrucciones que se encuentran en indexing.familysearch.org para descargar el programa en su computadora. Luego, cree una cuenta y seleccione un grupo o “lote” de registros para indexar. Los registros se han agrupado en lotes pequeños de 20 a 50 nombres a fin de que los voluntarios puedan indexar por poco o mucho tiempo, según su preferencia. Completar cada lote lleva unos 30 minutos, pero uno puede detenerse sin haber terminado y volver a trabajar en él más adelante, ya que el programa guarda el trabajo que se haya realizado. Si no pudiera terminar el lote en una semana, automáticamente quedará disponible para que otras personas lo terminen.
Se ponen a disposición lotes para indexar de países de todo el mundo a medida que FamilySearch adquiere registros de esos países. Aunque el hermano Szabadkai es de Hungría, comenzó a indexar registros en inglés y afrikáans hasta que hubo registros de su país disponibles. “Cuando se anunció el primer lote de registros húngaros a principios de 2011, fue uno de los momentos más felices”, dijo el hermano Szabadkai. “Muchos miembros, jóvenes y mayores, se han registrado y se han vuelto fanáticos de la indexación desde entonces”. El entusiasmo del hermano Szabadkai surge de la esperanza de encontrar a muchos de sus antepasados al transcribir esos registros. “Al hacer aportes a esta fantástica base de datos, podremos encontrar más nombres de nuestros propios familiares, y así ahorraremos tiempo y ayudaremos a que nuestros antepasados reciban sus ordenanzas salvadoras más rápido”.

¿Qué sucede si no cuento con la tecnología más avanzada?

En varias partes del mundo, obtener una computadora y acceso a internet es un desafío que enfrentan algunas de las personas que están deseosas de comenzar a indexar. Ésa fue la situación con la que se encontraron los líderes de la Estaca Zarahemla, Ciudad de México, cuando decidieron hacer participar a los jóvenes en la tarea de indexar. Como no todos los jóvenes tenían una computadora en su hogar, los líderes de la estaca decidieron reservar las salas de computación de una escuela local para que las usaran después del horario escolar.
Los jóvenes entonces trabajaron para indexar los registros del censo que se llevó a cabo en México en 1930. “Mientras los jóvenes revisaban los documentos”, dijo el obispo Darío Zapata Vivas, “se imaginaban a las personas yendo de casa en casa, recolectando toda esa información sin saber que algún día sus esfuerzos ayudarían en la obra del Señor de ‘llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre’” (Moisés 1:39).
Gracias a los ingeniosos esfuerzos de los líderes de estaca para obtener la tecnología necesaria, los jóvenes y otros miembros de la estaca pudieron indexar más de 300.000 registros en menos de un mes.
Como lo demostraron los jóvenes de la Estaca Zarahemla, se puede participar incluso si uno no tiene una computadora propia. El programa para indexar funciona con cualquier computadora que tenga acceso a internet, y se puede usar en el hogar de otros miembros de la Iglesia, en los centros de historia familiar, en los centros de reuniones e incluso en las escuelas o bibliotecas que lo permitan.

Las bendiciones de indexar

Los documentos en portugués que indexó la hermana Hilary Lemon eran registros bautismales de hace más de dos siglos. Aunque las páginas estaban descoloridas y la escritura tan complicada era difícil de leer, ella perseveró en el proyecto al pensar que los nombres que se encontraban en las páginas eran personas que estaban esperando que se llevara a cabo su obra en el templo.
“En más de una ocasión, mientras indexaba, sentí la dulce y clara impresión de que un día algún Santo de los Últimos Días de Portugal abriría el registro bautismal que indexé y encontraría a su antepasado”, dijo Hilary. “Ahora que se ha anunciado un templo para Lisboa, Portugal, sé que llegará el día en que los miembros encontrarán a sus antepasados gracias a la obra que se está llevando a cabo mediante la indexación en FamilySearch”.
Con la ayuda de voluntarios como la hermana Lemon, se preservarán más registros y se abrirá el camino para que los que ya han fallecido participen de la plenitud de las bendiciones del Evangelio.
Si desea más información, visite indexing.familysearch.org o póngase en contacto con el especialista de historia familiar de su barrio o rama.

Encontrar tiempo para la historia familiar

Muchas personas no logran encontrar tiempo para trabajar en la historia familiar. Jonni Sue Schilaty, de Utah, EE. UU., encontró una manera de incluir la tarea de indexar en su agenda. “¡Me encanta indexar!”, dijo la hermana Schilaty. “Cuando mi esposo y yo salimos de viaje, descargo lotes en mi computadora portátil y luego trabajo desconectada mientras estoy en el auto. Cuando llegamos, me conecto a internet, subo los lotes completados y luego descargo más para el camino de regreso a casa. Aprovecho cada minuto que puedo para indexar, y he descubierto que hacerlo durante los viajes que hago en auto es una buena opción para mí”.

Todos pueden indexar

La tarea de indexar se ha diseñado para todas las personas, no importa en qué etapa de la vida se encuentren: estudiantes, madres que no trabajan fuera del hogar, personas de negocios o jubilados. David y Bernice Blyde sirvieron en siete misiones de tiempo completo y ahora se encuentran en su casa en Nueva Zelanda, donde continúan sirviendo. “En la Iglesia siempre hay algo que se puede hacer para mantenerse ocupado y activo”, dijo la hermana Blyde. “La indexación ha satisfecho esa necesidad para nosotros”. Desde 2009 hasta el presente, la hermana Blyde ha indexado más de 180.000 nombres. “Es emocionante participar en este maravilloso recurso”, dijo. “Esta obra es de suma importancia para encontrar a nuestros antepasados y para darles la oportunidad de progresar”.

Usar FamilySearch es fácil

Junto con el resto de los jóvenes de la Estaca Chorley, Inglaterra; Makenzie, que tiene 15 años, recibió la invitación de su presidencia de estaca de indexar 200 nombres. “¡Los 200 nombres se convirtieron en 2.000!”, recuerda Makenzie. “Indexar es muy rápido y fácil. Hay mensajes que aparecen en la página que ayudan a que uno entienda los nombres y los lugares. He compartido mi conocimiento de indexación con mi familia y mis amigos, enseñándoles a crear su propia cuenta y mostrándoles que es una tarea sencilla y entretenida”.

miércoles, mayo 16


Ciudad

Para saber escribir la historia familiar

Este año, el Grupo Itén propone, en sintonía con el concurso relativo a familias de Gualeguaychú, un curso taller sobre genealogía que ofrecerán las profesoras Susana Domínguez Soler y Analía Montórfano.
La profesora Delia Reynoso, integrante de Itén, explicó que las expositoras ofrecerán una charla abierta el viernes 18 en el aula magna del Sedes Sapientiae.
“Será una charla sobre genealogía, una introducción general, que al cierre hará referencias a algunas familias de Gualeguaychú”, adelantó Reynoso, recordando que la charla que darán Susana Domínguez Soler y Analía Montórfano está prevista para las 19, es para todo público, libre y gratuita.
En tanto la Jornada Taller del sábado 19, que organiza el departamento de investigación del Profesorado de Historia del Instituto Sedes Sapientiae tendrá explicaciones teóricas y actividades prácticas profundizando el tema, y se desdoblará de 9 a12 y de 14 a 18.
Se aclaró que será abierta a todo público y se extenderán certificados de asistencia, aunque no tiene reconocimiento de puntaje.
“La propuesta es para enriquecimiento cultural, dado lo interesante de esta disciplina -auxiliar de la historia- y las posibilidades que aporta para el conocimiento de los orígenes familiares, y de la ciudad”, dijo Reynoso en diálogo con EL ARGENTINO.
“Susana Domínguez Soler estuvo el año pasado en Gualeguaychú, invitada por el Sedes Sapientiae y ofreció este curso”, recordó la integrante de Itén, agregando “será una abierta a todo público, estudiantes, docentes, amantes de la historia y quienes quieran rastrear sus raíces familiares” y apuntó que esta será la primera actividad del año para la gente de Itén, que luego ofrecerá una jornada sobre cómo redactar los trabajos a presentar y luego tertulia que tendrá lugar en junio, planificada con familias de artistas.
En medio de todo este trabajo, anunció que ya están pensando en la tapa del libro sobre los inmigrantes, el que en breve estará a la venta, con lo que, como dijo Reynoso “en 2012 vamos a cumplir con esta deuda”.
 
 Fuente: Diario El Argentino, Entre Rios, Argentina   Sabado 12 de Mayo 2012

lunes, mayo 14

Dos nuevos libros para tener en cuenta


Dos libros sobre genealogía que aportan a la historia
Luego de varios años de trabajo de investigación, el Ing. Agr. Carlos Miguel Molina -santafesino residente en Buenos Aires- editó a su costo dos de sus obras que llenan carencias y confirman linajes de familias de nuestra ciudad y de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires.
TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.
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El Ing. Agr. Carlos Miguel Molina, santafesino de origen pero que reside actualmente en Buenos Aires, es un aficionado a la genealogía y a la historia provincial. Recientemente costeó los gastos de edición de dos de sus obras: “Manuel Leiva-Luciano Leiva. Origen, actuación y descendencia en el Litoral. 2012” y “Los Molinas”, que publicara la Editorial Rosario. Por este motivo, la edición es limitada y se comercializa estrictamente al costo.
Los libros fueron presentados en el stand que la provincia de Santa Fe tenía en la Feria del Libro -que se realizó en Buenos Aires y finalizó el pasado 9 de mayo- pero también está previsto hacer lo propio en nuestra ciudad, Paraná y Corrientes (el 6 de septiembre).
Cabe recordar que Molina, en 2000, publicó en la sección De Raíces y Abuelos de la revista Nosotros un bosquejo de la que luego sería su primera obra (“Los Molinas”). La nota se titulaba “Los Molinas. Una tradicional familia santafesina” , trabajo que debió ser reducido en su extensión para su publicación en nuestra revista semanal.
La primera obra se titula “Manuel Leiva-Luciano Leiva. Origen, actuación y descendencia en el Litoral. 2012”. Se trata de la segunda edición, ya que la primera -de diciembre de 2011- se agotó. Contó como coautora a Coral Guanes Tauber, genealogista posadeña.
Completada con nuevas ramas y fuentes documentales, pretende llenar interrogantes centenarios sobre la vinculación entre los Leiva porteños, los entrerrianos y los santafesinos. Es así que -además- el autor pudo desentrañar la nebulosa existente entre los Leiva santafesinos y entrerrianos.
MANUEL Y LUCIANO
La obra arranca con el genearca porteño a comienzos del siglo XVII y prosigue con su descendencia. Una de las ramas se instaló en Luján (provincia de Buenos Aires), pasando luego a Coronda (Santa Fe) y luego a la ciudad de Santa Fe. Desde allí, Manuel Leiva se traslada definitivamente a Paraná, con una breve estancia en Corrientes, regresando a Santa Fe ocasionalmente por cuestiones políticas. Mientras, en Santa Fe, inicia Luciano Leiva su carrera política, que culminará como gobernador.
Asimismo, el libro aclara y desentraña relaciones familiares entre el constituyente del ‘53 y persona de extrema confianza del General Urquiza, con el caudillo y gobernador santafesino, despejando dudas que -por años- se mantuvieron en la privacidad familiar y, en muchos casos, en la negación de dichos vínculos.
Descienden de estos próceres -entre otras- las siguientes familias: Basaldua, Hauscarriaga, Melara, Mendoza, Crespo, Calderón, Hütter, Candioti, Fidenza, Parera Deniz, Montenegro, Bovo, Isasi, Mari Polari, Graff, Percunte, Galiano, Zappegno, Valdez, González del Solar, Urdinarrain, Rosas, Goicoechea, López, Bayo, Funes, Lichstchein, Lostaló, Lozano, Molinas, Lehmann, Livi, Mai, Aldao Cullen, Rampoldi Vives, Nosti Aldao, Sánchez de Bustamante y Martínez Leiva.
LOS MOLINAS
La siguiente obra del santafesino Carlos Molina se titula “Los Molinas” e incluye las siguientes genealogías: Molinas, Vedoya, Lagraña, García de Cossio, Cabral de Melo, Dizido Zamudio, Llano, del Rivero, Porta y su relación con las familias Cabal, Iturraspe, Pérez, Leiva, entre otras.
Presenta una semblanza de la familia Molinas, originaria de La Bisbal (Gerona, Cataluña, España) durante 14 generaciones, a partir de Llatzer Molinas (1585) hasta nuestros días.
De cada uno de los cuatro hermanos (Nicanor, Luciano, Alberto y Pedro Molinas Leiva) se acompaña el detalle de su descendencia hasta nuestros días.
Según precisó el autor, “con la llegada de Raymundo Molinas a Corrientes comienza la etapa americana de la familia. La presente obra muestra la actuación de una familia destacada en el quehacer nacional desde principios del 1800 y las tres generaciones posteriores y sus descendientes. En base a los pocos datos que éste ha dejado de su nacimiento y juventud catalana, hemos podido obtener su ascendencia en Cataluña hasta el siglo XVI”.
Uno de sus hijos -continuó-, Nicanor Molinas (1823-1892) era criollo y federal urquicista. Fue el primer médico y abogado en el país y participó en la creación de la Unidad Nacional y sus instituciones constitucionales, como la Confederación Argentina. En la obra se presenta la genealogía de todos sus hijos.
En este punto, destacó que Nicanor Eusebio Molinas (1857-1914), uno de los hijos de Nicanor, contribuyó a la formación democrática de la provincia de Santa Fe, ocupando importantes posiciones políticas y del quehacer agropecuario. Sus cuatro hijos, con los cuales concluye la investigación biográfica, ya actuaron dentro de un país formado, con sus instituciones y sus manifestaciones civiles, políticas y culturales en pleno desarrollo.
CUATRO HERMANOS
Y continuó explicando sobre su descendencia: “Nicanor Molinas (1886-1953), el hijo mayor de Nicanor Eusebio, era abogado como sus hermanos Luciano y Alberto. Se inclinó hacia la docencia universitaria, las bellas artes y las relaciones sociales y culturales. Luciano F. Molinas (1888-1973) fue el político innovador y progresista que necesitaba la provincia de Santa Fe, de principios del siglo XX. Dedicó su vida a cumplir ese objetivo, ocupando el cargo de gobernador de la provincia y en reiteradas oportunidades el de legislador provincial y nacional”.
Por último, remarcó que “Alberto J. Molinas (1894-1971) también era abogado, como sus hermanos, e incursionó primero dentro del Poder Judicial y dedicó el resto de su vida al ejercicio de la docencia universitaria, donde ocupó altos cargos. Culminó su largo camino como uno de los fundadores y posterior Rector de la Universidad Católica de Santa Fe. Por último, Pedro J. Molinas (1889-1934) fue el único de los hermanos que se alejó de la provincia. En Buenos Aires ejerció su profesión de médico, formó su familia y logró el respeto y admiración de sus pares por su profesionalidad. De cada uno de los cuatro hermanos, el libro incluye un detalle de su descendencia hasta nuestros días”.
De estos hermanos descienden representantes de las siguientes familias que son detallados en la obra: Cordini, Iturraspe, Sargiotto, Simonetti, Muñiz, Estrada, Moreno, Audisio, Bruno, Borlle, Coutaz, Candioti, Jolly, López, Galarza, Torrens, Bassani, García, Matiozi, Friedsan, Ruiz, Ávalos, Garofalo, Freyre, Busaniche, Jauretche, Gerechet, de la Peña , Colombo, Azpilcueta, Waisman, Luque, etc.
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raymundo molinas.
Cómo adquirirlos
Los libros del Ing. Agr. Carlos Miguel Molina pueden ser solicitados a través del e-mail: mataco@fibertel.com.ar.
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nicanor molinas.
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tapa del libro sobre los leiva.

domingo, mayo 13


Nace un colectivo para los estudios genealógicos





Junto a miembros del colectivo, a la presentación de la Segeheca acudieron autoridades de Arona. / DA

El Centro Cultural de Los Cristianos, en Arona, acogió el pasado viernes la presentación de la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias (Segeheca), un colectivo pionero en el Archipiélago que preside Fernando Rossi Delgado. Para apoyar el inicio de la andadura de la institución, en el acto estuvieron el alcalde de la localidad sureña, José Alberto González Reverón, y el edil responsable del Área de Cultura, Miguel Ángel Méndez Fernández.
La Segeheca se perfila como una organización orientada a trabajar en proyectos para la Administración pública y los diferentes archivos privados.
La investigación, según detalla Rossi a DIARIO DE AVISOS, es la clave para realizar un proyecto de este tipo. “No se trata de unir nombres -argumenta-; sino que hay que tener la documentación necesaria, paciencia e investigar. Que un apellido tenga asociado un escudo, no significa que todo aquel que lo lleve tenga derecho a él, pues puede haber sido concedido a una familia en concreto”.
La idea de crear esta sociedad surgió hace dos años, aunque en otras regiones de España, como Madrid, Barcelona y Valencia, estos estudios se encuentran muy avanzados. Rossi asegura que “en tiempos de crisis todo lo referente a la financiación es un grave escollo”, ya que la inversión social es la prioridad. Por este motivo, afirma que buscarán apoyo económico “en el voluntariado y la colaboración desinteresada”. Los 19 socios fundadores se comprometen a trabajar en todo el Archipiélago con esfuerzo y constancia, fieles al lema Labor et Constantia que encabeza su escudo.
Esta asociación de investigadores pretende conseguir, como fin último, “el estímulo, la dignificación y divulgación de los estudios e investigaciones sobre genealogía, heráldica y disciplinas complementarias y auxiliares, mediante estrictos criterios científicos”. Entre las actividades que buscan desarrollar, destacan algunas con objetivo didáctico, como pueden ser cursos, seminarios, coloquios o la creación de bolsas de estudios y becas en los distintos campos; y otras de índole divulgativa, como publicaciones o exposiciones. Según el presidente de la Segeheca, la dificultad de estos estudios en las Islas no está en el mestizaje, sino en la pérdida y deterioro de muchos archivos, a lo que hay que añadir los movimientos naturales de las personas.
La Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias ha creado su propio escudo, donde, además del lema, figuran un drago y las siete islas, que, en suma, son su ámbito de trabajo.
Tras el origen
Fernando Rossi apunta que, al elaborar un árbol genealógico, se debe empezar por la información elemental. Para ello, se tienen que encontrar documentos básicos sobre las primeras generaciones. Hay que acudir al Registro Civil y buscar en el Archivo Diocesano, en caso de que sea una familia católica, para obtener actas de bautismo y matrimonio que nos pongan sobre la pista de lo que será una larga y exhaustiva investigación sobre los orígenes de una persona.


Fuente:LAURA BARRERA | Santa Cruz de Tenerife
Diario de Avisos