sábado, agosto 15


Unir generaciones, 
una actividad familiar

Muchas veces pensamos que la historia familiar es una actividad reservada para cuando estemos entrados en años, retirados y con mucho tiempo libre. Sin embargo, podemos vivir experiencias muy especiales trabajando en ella juntos, como familia. Sea que se trate de la búsqueda de datos, de procesar los mismos o colaborar desinteresadamente en beneficio de generaciones futuras, el espíritu de Elías puede acercar los corazones sin tener en cuenta edades. Todos pueden dar su aporte. Como ejemplo de ello,dos niñas de Argentina, vieron en el FamilySearch Indexing su oportunidad para colaborar. Desde su temprana edad, han hecho de la indexación uno de sus pasatiempos favoritos sintiéndose más unidas a sus padres.


Karen Costanzi, tiene 10 años de edad y pertenece al barrio Parque Avellaneda de la Estaca Buenos Aires Liniers, de Argentina. Desde hace mucho tiempo ve a sus padres trabajando activamente en la historia familiar, usando las muchas e importantes herramientas que hoy los miembros de la Iglesia tienen para tal fin. Al ver a su padre trabajando como voluntario en el FamilySearch Indexing, también quiso dar su aporte. Se inscribió y, sin importarle estar en sus vacaciones de verano, trabajó dedicadamente durante enero y febrero del corriente año indexando datos. 
Desarrolló una gran habilidad en lo que es la lectura de letras manuscritas bien complicadas y en muy poco tiempo ha indexado una gran cantidad de nombres del Censo de 1869 de Argentina.
Su padre, Jorge, que disfruta de la actividad con su hija, dijo: "A Karen le gusta mucho indexar y está muy automotivada. Muchas veces nos "consultamos" uno a otro y se está transformando en la "especialista" de la casa. A veces ella o yo tenemos que dejar de indexar por algun motivo, entonces en vez de grabar y dejarlo para otra ocasión, nos ayudamos mutuamente y acuñamos la frase: 'Te debo/me debés un lote....' y así intercambiamos las responsabilidades". 
Sabiendo de las muchas horas que los jóvenes y niños pasan frente a la computadora, Jorge Costanzi valora el interés de su hija en ser voluntaria como indexadora junto con él. 
Sobre su meta de indexar treinta minutos todos los días, Jorge dice:
"Dedicar el tiempo a indexar me hace muy feliz, ya que poner esos nombres a disposición de cualquier persona, miembro de la Iglesia o no, usando los medios con que el Señor nos ha bendecido, me llena de gozo. También, al indexar datos de personas de Córdoba, nos hace sentir de alguna manera más cerca de nuestro hijo Javier, que está cumpliendo su misión en esa zona. Al final sentimos que estamos haciendo un servicio a la misma gente a la que nuestro hijo está sirviendo. También me hace sentir muy bien saber que al estar indexando datos estoy aprovechando mucho mejor el tiempo que viendo televisión o leyendo, solo como un entretenimiento."  
Karen Costanzi trabajando 
en el FamilySearch Indexing 

Ruth Diana Elisa Rodríguez, de 9 años de edad, es una niña que siempre se ha destacado por su enorme energía, por ser talentosa, alegre y desinhibida. Ha practicado danza, karate, música, inglés, gimnasia artística, natación, informática e Internet y también piensa estudiar guitarra. A pesar de estar siempre muy ocupada con sus estudios, actividades y diversiones, ha desarrollado un especial interés por la historia familiar. 
Su mamá, Viviana Santillán de Rodríguez, es la directora del Centro de Historia Familiar del Distrito Roque Saenz Peña, Chaco, Argentina, y dice en cuanto a Ruth: "Cuando fui llamada como Directora del Centro de Historia Familiar, ella comenzó a acompañarme. Estudió conmigo las lecciones del Nuevo FamilySearch. Cuando se fijó el día para habilitarlo para todos los miembros del país, estuvo esperando las 0:00 hs para inscribirse, pero no pudo porque el sistema le requería ser mayor de 12 años (ella tenía 8). Su desilusión fue grande y, si bien entendió que todo tiene su tiempo, cada tanto lo reintenta por las dudas."

Su interés por prestar servicio en esta área de la obra no disminuyó. Por el contrario, fue aumentando su nivel de compromiso y se convirtió en una ayuda importante para su madre en su llamamiento.  
Viviana y su hija Ruth, indexando


Ruth Diana Elisa Rodríguez
 Siempre que puede, Ruth la acompaña al Centro y ayuda a los asistentes a inscribirse en el Nuevo FamilySearch o en el FamilySearch Indexing; les enseña a ingresar los datos, a completar los cuadros genealógicos, los registros de grupo familiar y a colocar los microfilms en la lectora. 
Sin embargo, su actividad no queda allí. Aun con 9 años, y con la supervisión de su madre, Ruth es una precoz voluntaria en el FamilySearch Indexing. 
"Comenzó a trabajar con el FamilySearch Indexing conmigo. Luego, ella misma se inscribió como voluntaria; trabajó con el Censo de México, los registros de Nicaragua y, desde hace un tiempo, con el Censo Argentino de 1869. Una vez, indexando encontró un apellido conocido. Me comentó que tuvo una impresión muy fuerte que esa persona tenía algo que ver con ella, un antepasado. Hasta ahora no le hemos encontrado la relación, pero no dudo que será como dijo"--dijo Viviana. 

El Espíritu de Elías no sólo tiene que ver con nuestros antepasados. Tiene que ver también con acercar el corazón de los padres a los hijos y de los hijos a los padres en esta vida. Las experiencias que podemos vivir en forma personal y familiar al involucrarnos activamente en esta obra tienen un alto contenido espiritual y afianzan nuestra relación eterna como familia.
El élder J. Richard Clarke dijo: “Alex Haley, el famoso autor de Raíces, dijo: ‘En todos nosotros existe una profunda hambre por conocer nuestro linaje, por saber quienes somos y de donde venimos. Sin ese conocimiento ennoblecedor, sentimos nostalgia y, no obstante lo que logremos en la vida, existen en nosotros un vacío y una inquietante soledad’.
Por medio de la historia familiar descubrimos el árbol más hermoso de la creación: nuestro árbol genealógico. Sus numerosas raíces se remontan a la historia y sus ramas se extienden a través de la eternidad. La historia familiar es la expresión extensiva del amor eterno; nace de la abnegación y provee la oportunidad de asegurarse para siempre una unidad familiar.”
(Élder J. Richard Clarke, Liahona julio de 1989, pág.69) 


Fuente:http://www.lds.org.ar/noticias2009/noti_200903/info_notiloc_200903_02.htm
 

Resistencia, Chaco


Entregaron a la Arquidiócesis de Resistencia la digitalización de más de 100 años de sus archivos

 

Viernes, 14 de Agosto de 2009 - Publicado en la Edición Impresa

 

Los añejos libros que conserva la Arquidiócesis de Resistencia, guarda una parte de la historia de los chaqueños desde momentos en que esta zona del país todavía estaba muy lejos de su provincialización. 

Estos libros que registran nacimientos, casamientos y decesos durante la década del 70 fueron microfilmados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, como un aporte para la conservación de esta documentación histórica que se remonta a 1882. 

Sin embargo el avance tecnológico llevó a que los mormones continúen con su trabajo de preservación y como un nuevo aporte ayer hicieron entrega al arzobispo de Resistencia, monseñor Fabriciano Sigampa, de la digitalización de esa documentación para que sea más fácil el acceso a las mismas. 
Para ello llegó a la provincia Mario Silva quien se desempeña como gerente regional de adquisiciones de historia familiar de la Iglesia de Jesucristo y tiene a su cargo el área de genealogía de una parte importante de América del sur, quien recibió a monseñor Sigampa no solo para hacerle entrega del soporte electrónico, sino para detallar el trabajo que vienen haciendo y el compromiso para digitalizar toda la documentación microfilmada que tienen de la provincia. 
En función de estas nuevas tecnologías, hicieron entrega de un disco rígido externo en la que están almacenados los datos de 127 años de archivos de la iglesia católica, aunque Sigampa reconoció que parte de la documentación correspondiente a los primeros pobladores se encuentra en Santa Fe o Corrientes donde se llevaban los registros antes de que se creara la arquidiócesis. 
Silva explicó que “en la década del 70 habíamos microfilmado todos los registros de la arquidiócesis, donado una copia de los mismos a la curia; sin embargo nunca tuvieron los equipos para leerlos, pero sirve como resguardo histórico. Con el desarrollo tecnológico, pudimos digitalizar los mismos y es así que me contactó el presidente de la Estaca mormona de calle Entre Ríos y preparamos esta copia digital que les permitirá acceder a las imágenes desde cualquiera de sus computadoras”. 
“Cubre todo el archivo desde 1882 hasta la actualidad y son más de 10.000 imágenes que están almacenadas en 15 carpetas”, manifestó Silva. 
“Es un trabajo muy extenso con la finalidad de proveer acceso amplio a los registros. 
El microfilm tiene su utilidad, ya que si existiera una hecatombe mundial y se pierde la tecnología el mismo se puede leer a la luz y con una lupa, además en buenas condiciones de conservación los mismos tienen una vida de 300 años, es decir que en ese sentido representa una ventaja, pero la digitalización permitirá un mejor y más rápido acceso”. 
Mientras explicaban el trabajo que se llevó adelante, Sigmapa expresó que la misma tarea viene llevando adelante el Vaticano y que a partir de ello el Papa Benedicto XVI le permitió reflotar una encíclica de Pablo VI sobre el progreso de los pueblos. 
Sigampa se mostró agradecido y dijo que “esto es histórico. Es un servicio a la comunidad poder brindarle documentación de manera rápida, además es una reserva de datos que hace la iglesia quien tome numerosos recaudos a la hora de tener que trasladar los libros para su consulta”. 
Durante largos minutos aprovecharon para hablar de Dios y la familia, como así también de los males modernos que aquejan a la sociedad. Además se comprometieron a la colaboración constante.

Fuente:http://www.diarionorte.com

El Wesser

Listado de los pasajeros del Wesser que arribaron a Buenos Aires.
Apellido y nombre del jefe de familia, asi como la cantidad de integrantes.








ApellidoNombre Cabeza de FamiliaCantidad de PersonasNº de Familias
1ALEXANITZERSalme163
2BALLANIoseph101
3BARIoseff21
4BOLCHOVERSimon61
5BRAHERLeiser51
6BRANNFINIndel61
7BRAUNSTEINHirsch82
8BRAVERLeiser1-
9CAHANOVICHMoses81
10CALUSICHAbram21
11CARNHudel143
12CARSCHENBAUMChanyan71
13CHARMEZSchmul1-
14CLEINERIsrael91
15COSEDOYHirsch62
16CUTENBERGLeiser41
17DENISMANNWolf61
18DREISPILChase31
19ELMANTIsrael61
20FEIGENBAUMPeretz71
21FEINSILBERHirsch41
22FELDMANPinkus61
23FISCHMANPinches41
24FISTELNachim41
25FLEDMANMoses1-
26FLEISCHMANIankel41
27FOIGELMANIankl121
28FRIEDMANMoses51
29GLANZERAbraham21
30GLASBERGPinches81
31GLASERSafl61
32GLASSLeib31
33GLOGATSCHFaivesch41
34GOLDMANAron71
35GOTFRIEDIsrael41
36GRINBALDuved1-
37GRINBERGNesi162
38GRUBERMANNuke81
39GULLERLeiser71
40HERSCHENSONIsaac1-
41HOFFMANIoseph172
42IEGELNITZERMoses101
43ISACSONIte1-
44IWITZAron61
45JOSCHIdesh71
46KAUFMANSimon131
47KILBARGMeyer61
48KLEIMANIsaak1-
49KOHNMoses204
50KONDENMenashe51
51LANDERIsaak11
52LASOWETZKYSapse71
53LINGERJaim111
54LUDNERJoseph101
55MAKLERHirsch71
56MALAMUDMoses182
57MELMANNSchmul71
58MESTMANNGolde31
59MILSCHTEINNachman81
60MONZCFeige71
61MORGENSTERNIsaak81
62OBERMANSchulem182
63OBERMANNEsther31
64PACKWolf31
65PALATNIKMarcos101
66PAPITZSalomon51
67PFEFERMANAbram81
68PUKAHIsrael21
69RABINOVITZSchmul81
70RATERSalomon101
71RAUSCHIsaak41
72RECHTERIsaak81
73REDELNissen234
74REICHGabriel21
75REUTMANNMoses51
76ROÑISIsrael41
77ROSENSalomón81
78ROSENBERGAbraham41
79ROSENBLATHIoll41
80ROSENSTEINMoses71
81ROSENTHALDavid61
82ROTHMANSchmul61
83RUDLERScheine31
84RUDOYSchmuleb81
85SANDLERHirsch51
86SAPIERPinkus61
87SASSMenasche71
88SASULAMordka41
89SCHAFERIsrael1-
90SCHAPIERERMeier61
91SCHAPIROIoseph152
92SCHECHTMANAbraham61
93SCHEROSKYSalomon1-
94SCHLIEMANBerl81
95SCHMULOVITZMaria71
96SCHNEIDERMANSimon31
97SCHULMANIsak61
98SEGALIsak82
99SEGZERChaje111
100SIEGELBurik1-
101SILBERMANDavid111
102SIMMAMoses41
103SKALITERWolf61
104SLOSITELMichel21
105SLOSITELSchazhl71
106STERMANMordke92
107TAKUSMarkus81
108TALMUCHSara21
109TEPERLeyb81
110TISENBAUMSalomon81
111UBERMANSamuel121
112VAINERHirsch81
113VAINGARTMordje1-
114VAINSHELBAUMIsrael101
115VAINSTEINSalomon81
116VASCHENBERGIanke61
117VENZELBLATTChaime51
118VINOKURIankel101
119YOSEMNaftule91
120ZAGENERIsaak131
121ZEIVICKSchalem71
122ZIWEKHirsch1-


Un Decreto buscando inmigrantes- Judios, Parte 3°

DECRETO BUSCANDO INMIGRANTES ISRAELITAS

El 6 de agosto de 1881, siendo Presidente el Gral. Julio A. Roca y Ministro del Interior, el Dr. Antonio del Viso, se designa por el Decreto Nacional Nº 12011, a Don José M. Bustos, en razón de su propio ofrecimiento para ello, como "agente honorario de inmigración en Europa, con especial encargo de dirigir a la República Argentina la inmigración israelita iniciada actualmente en el Imperio Ruso"

Este decreto es la reacción de un hombre humanitario como Roca, a los sangrientos progroms acaecidos en Rusia y que obligan a los judíos a escapar de tal lugar. Lamentablemente, Bustos solo duro un año en sus funciones y no se consiguieron inmigrantes judíos para Argentina hasta 8 años después.

El resultado inmediato de este decreto, publicado en los periódicos el 20 de agosto, fue la aparición de editoriales en varios importantes diarios rechazando a los inmigrantes judíos. Un periódico franco-argentino "L'Union Francaise" escribió con tal virulencia, descargando contra los judíos los epítetos más gruesos (Recordemos que pocos años más tarde se desataría en Francia el proceso Dreyfus), que la reacción de los judíos de Buenos Aires es inmediata y retan a duelo al redactor del artículo.

PASAJES GRATIS PARA INMIGRANTES

En realidad, lo que habían buscado los legisladores argentinos con la ley de 1870 fue poblar el país con "colonos". Más tarde Roca y Celman, en la década del 80 buscan importar obreros, lo que se ratifica en un decreto del 19-9-1889 en que se ponen a disposición de los empleadores 50.000 pasajes subsidiados para importar "brazos" para levantar la cosecha y evitar "el encarecimiento de los medios de producción".

Estos pasajes tenían que tener la garantía del terrateniente, etc, pero en la práctica se dieron gratuitamente al principio a familiares de inmigrantes que ya estaban en Argentina y luego a todos los que querían venir. Parte de los viajeros del Weser usufructuaron este subsidio, que se descontinuó a fines de 1890.

Según Avni en 1888 hubo 12.165 pasajes subsidiados, en 1889 llegaron a 100.148 y en 1890 descendió a sólo 20.121.

SE PROMUEVE LA INMIGRACION EN EUROPA

En 1886 (Presidencia de Juarez Celman), se reorganiza la red de representaciones argentinas en el exterior para promover la inmigración lo que se concreta en 1887 con la apertura de oficinas de promoción y una exposición ambulante de frutos del país para mostrar a los posibles inmigrantes "positivos" para el país

La oficina en París estaba a cargo de Pedro S. Lamas, que supervisaba todas las restantes en Europa.

Lamas tiene varios agentes comerciales que representaban intereses de terratenientes argentinos, buscando vender sus tierras a los inmigrantes, entre ellos está J. B. Frank, a quién conoce Eliezer Kaufman, delegado del grupo Kamenetz-Podolsk, que quería emigrar de Rusia.

LLEGADA DEL WESSER

Cuando el vapor S.S. Wesser, de bandera alemana, llegó a las costas bonaerenses desde Europa, traía apenas 138 familias conducidas por el rabino Aarón Goldman. Cien años más tarde, ese pequeño núcleo se transformó en una de las comunidad judías más grandes del mundo.

Muchos de los que llegaron ese 14 de agosto de 1889 no sabían de la existencia de la Argentina hasta poco antes de embarcar. Pero estaban demasiado ansiosos por cultivar la tierra y, sobre todo, por alejarse de la miseria que dejaban en Rusia.

La comunidad judía en el país es la octava en importancia en el mundo, con cerca de 250.000 miembros, según estudios realizados a fines de 1994 por Sergio della Pergola, especialista italiano en problemas de población, para el Departamento de Demografía Judía y Estadísticas del Instituto de Judaísmo contemporáneo, de Jerusalén.

La anteceden los Estados Unidos (5.500.000), Israel (4.500.000), Francia (500.000), los países de la ex Unión Soviética (400.000), Canadá (360.000), Inglaterra (300.000) y Ucrania (más de 250.000).

En Agosto de 1889,se produjo un acontecimiento, que produjo unaconnotación entre los judíos de Europa.

Las tierras que se le habían prometido ya no estaban disponibles y este contingente es trasladado en tren hasta la localidad de Palacios (Provincia de Santa Fe) donde deben permanecer en el tren ya que no les permiten descender.

En Octubre de ese mismo año la J.C.A. adquiere del señor Pedro Palacios un lote de algunas hectáreas al Este de Palacios, donde surge la primera colonia judía Moisés Yifle.

La J.C.A. adquirió tierras en las provincias de Sta. Fe, Entre Ríos y Bs. As.,lugares en los cuales poco a poco fueron surgiendo nuevas comunidades. En las cuales sus habitantes debieron adaptarse a las nuevas condiciones climáticas del suelo y con el sacrificio suplir su inexperiencia para el trabajo agrícola. Los que se fueron a vivir a las grandes ciudades principalmente eran ocupados en la artesanía y la industria de la construcción

Fuente:Los viajeros del Weser Por Eva Fried Armony: Asociación de Genealogía Judía de Argentina
¿Por qué vinieron a la Argentina nuestros Abuelos? Por Paul Armony: Asociación de Genealogía Judía de Argentina
La Nacion On Line-Suple Enfoques

Judios , 2° parte


Las primeras familias judías Llegaban a la Argentina a bordo del vapor - Weiser "una comunidad entera, eran 136 familias que totalizaban más de 800 personas conducidas por el rabino Aarón Goldman.

Llegaron flacos, pobres y sucios desde su Rusia natal. Era gente aislada, de rezos prolongados y apegada a su fe.

Se instalaron en el Hotel Del Inmigrante, en donde no tardaron en sacar a relucir sus candelabros, el samovar, los libros santos y la copa de vino ritual.

Sus tradiciones no tardarían en impactar en las sencillas costumbres locales, en cuestión de hábitos raros nadie había llegado tan lejos como estos rusos.

Las tierras que se le habían prometido ya no estaban disponibles y este contingente es trasladado en tren hasta la localidad de Palacios (Provincia de Santa Fe).

En 1862 se constituyó en Buenos Aires la primera institución judía oficial, la Congregación Israelita, que reunió a los judíos llegados de Europa occidental.

La población judía se divide en dos grandes grupos: los sefardíes y los ashkenazi.

Los sefardíes son aquellos judíos de origen español, los que llegaron a la Argentina eran marroquíes, damasquinos, alpinos y los de habla judeo-española, que se expresaban en "ladino" (una especie de español antiguo). La mayoría permanece en las ciudades y se dedican al comercio.

Los ashkenazis eran originarios del este de Europa, hablan IDISH y fueron mas conservadores de sus tradiciones. Se radican en el campo.

DONDE SE UBICARON

Sin darse cuenta judíos ricos y necesitado se aglutinaron en el barrio de Once. Allí se juntaron peleteros, sastres, remendones, casas de comidas típicas y comercios fragorosos. La sinagoga y la institución para ayudar a los desamparados también tomaron lugar en el mismo barrio.

Los judíos observantes siempre intentaron ubicarse cerca del templo, pues en la celebración de una de sus fiestas, el SHABAT, no podían dirigiese a él en transporte alguno sino a pie.

Villa Crespo, Almagro, La Paternal, Caballito, Flores y Barracas también tentaron a la comunidad.

Pero es en Once donde se concentra el sabor y el espíritu de la vida judía. Es allí donde el perfume mezclado del koilech y los béiglaj tienta desde las confiterías a los muchachitos que concurren al templo, cubierta la nuca con el kkipá.

LA SEGUNDA OLEADA

Hacia 1880 y hasta la caída del régimen zarista, la situación de la comunidad judía de la Rusia meridional se fue tornando cada ves más intolerable. Las persecuciones religiosas, los impuestos, los impedimientos para ejercer libremente sus profesiones, las trabas para acceder a las tareas agrícolas, fueron acorralándolos en zonas de residencias miserables permanentemente hostigadas. La situación culmino en expulsiones y matanzas, y en la necesidad de buscar otras tierras.

En 1881, por decreto del gobierno de Roca, se promovió la inmigración israelita. La ley de 1887 que autorizaba la entrega de pasajes financiados se publicita por toda Europa y llego a los conocimientos de los judíos ruso. Debido a esta iniciativa llega al país el contingente del vapor Weiser, que tras innumerables avatares, desembarco en tierras de Santa fe, cerca de la estación Palacios.

La decepción de este grupo fue grande ya que sus expectativas se cumplieron solo en mínima parte. Vivieron en vagones o en chozas de lata, casi sin herramientas ni provisiones ni abrigo.

Las quejas de los colonos ante el propietario de las tierras, que no había cumplido sus promesas y la resistencia de este a aceptar costumbres tan extrañas fue generando un conflicto que se agravo por las discusiones internas del grupo. Las familias comenzaron a dispersarse, algunas hacia la ciudad de Sta. Fe y otras hacia la Capital y los pueblos circundantes.

Los judíos venidos de Marruecos fundaron en 1891 la Congregación Israelita Latina, primera entidad sefaradí de la Argentina, y los venidos de Europa Oriental crearon en 1894, también en Buenos Aires, la Jevra Keduschá, llamada posteriormente AMIA.

En 1891 con 2.000.000 de libras esterlinas, Hirsch fundo una sociedad anónima, la Jewish Colonization Association, que obedecía a la intención de establecer en el litoral argentino un firme núcleo judío, para luego transformar esta zona en un Estado Israelí. A esas colonias, llegaron en 5 buques, 1435 inmigrantes que iban a distribuirse en las tierras en Santiago del Estero, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe. Allí con mayor o menor fortuna, fueron brotando cerca de 20 colonias que, a lo largo de los años, sufrieron varios desprendimientos. En ellas los judíos repitieron las dificultades de otros grupos de inmigrantes, agravados por el hecho de que la JCA desalojo a los que no cumplieron sus contratos y expulso a los elementos que considero indeseables.La primera colonia fue Moisesville, en Santa Fe, "la madre de las colonias" , llamada sorprendentemente "Jerusalén Argentina".

Para 1899, la comunidad tenia 16.000 personas. A partir de 1900 el numero de inmigrantes creció, el pico se produjo al estallar la guerra RUSOJAPONESA. Según departamento de Inmigración, en 1905 llegaron 10.000 judíos, entre ellos venia la mano de obra calificada.

EL JUDIO Y EL CAMPO

En esas colonias se conformó un misterioso tipo de personaje llamado "Gaucho Judío", sin resignarse a toda su cultura, se fue incorporando al estilo de nuestro hombre de campo tomaba la contextura y el color de los que viven al aire libre, como la mayoría no dominaba este tipo de tareas, la administración de las colonias les pudo instructores criollos que les enseñaron a atar los bueyes y manejar el arado.

A sus antiguas costumbres se añadieron el asado, las alpargatas, las bombachas, las fajas y el pañuelo. La mayoría de estos "gauchos" ccorrespondían a los judíos que llegaron a la Argentina a través de la Jewish Colonization Association, inicialmente sólo unos mil y en su mayoría desde Rusia. Llegaban a su "Tierra Prometida", como llamaron al territorio de Entre Ríos. Es allí donde establecieron sus primeras colonias de trabajo: Clara, San Antonio, Yatay, y más tarde, Lucienville, en el centro de Basavilbaso. Así, a comienzos del siglo XX, Entre Ríos llego a tener cerca de 170 amplias colonias judías, pero sus moradores aún conocían poco el lugar, y sus costumbres, de modo que buscaron introducirse en la zona.

ACTIVIDAD ECONOMICAS

La actividad básica de todas las aldeas, se centro en los productos de granja, la industria quesera y lechera, la cría de ganado para frigorífico y todo tipo de cultivo industrial.

En el país comenzaron a desarrollarse las cooperativas rurales, organización que impulso a las colonias. Las cooperativas anticipaban dinero las colonias, les proporcionaban semillas, carros, herramientas y artículos a menor precio, vendían en común los productos de la tierra y mantenían hospitales, bibliotecas, cementerios y centros culturales.

Aprendieron a hacer hornos de barro, lo que les permitió remplazar la dura galleta por pan fresco.

La dificultad y la falta de experiencia se fueron superando y los judíos encontraban en nuestra tierra la alegría de vivir con trabajo y sin esclavitud.

Hubo, también, judíos que desarrollaron durante el largo siglo y medio desde su llegada a estas tierras, todos los oficios y profesiones: periodistas, médicos, abogados, investigadores, actores, artistas, músicos, comerciantes, industriales, maestros, etc.

"LA COLONIA RUSA"

La inmigración al Alto Valle de Río Negro comienza a fines del siglo pasado, como consecuencia del fomentó de la misma por parte del gobierno argentino.

Después de la campaña del desierto, podemos decir que comienza el poblamiento del Alto Valle de Río Negro. En 1884 junto a las primeras radicaciones se realiza la construcción del Canal de los milicos -. Los primeros contingentes que llegaron estaban constituidos por franceses y alemanes.

Debido a la precaria comunicación con el resto del país y las malas condiciones del lugar, sólo un grupo pequeño de los inmigrantes logró salir adelante. Recién, después de haberse sancionado la ley 4167 sobre renta y arrendamiento fiscales, comienza la evolución agraria en dicha región. Durante los años 1 904 y 1905 el gobierno argentino difundió en Europa folletos en los cuales mostraban las posibilidades para asentarse en esas tierras, así como también, la fertilidad y los beneficios de los que gozaban los colonos. En al año 1906, bajo la presidencia de Saenz Peña, un grupo formado por 200 flias. judías de Rusia, intenta trasladarse hacia la Argentina, y recibir los beneficios que el gob. prometía.

Se resolvió favorablemente el pedido y autorizó a los inmigrantes a buscar un territorio adecuado para establecer una colonia agrícola. Los delegados recorrieron por su cuenta el territorio comprendido entre las provincias de Mendoza y Río Negro, llegando a la conclusión de que el único lugar accesible es en el que actualmente se halla la Colonia Rusa o Fátima, cosa que hicieron saber a los poderes públicos.

Pedro Ezcurra, ministro de agricultura les entregó una orden provisoria con la cual los colonos, pudieron establecerse en el lugar hasta que un ingeniero del ministerio, realizó las mensuras y le adjudicó los 200 lotes. El 25 de Julio de 1906, siendo presidente José Figueroa Alcorta, se firma un decreto acordando dar a cada una de las familias judías 100 hectáreas en la colonia de Gral. Roca. Por esta época arriban las primeras familias: Isaac Locev, Bernardo Riskin, Nota Kaspin, Fischel Liberman y Samuel Resnik, con sus respectivos hijos.

Venían a trabajar el campo virgen lleno de espinas, montes y arbustos.

Los primeros años

Fueron muy difíciles ya que los inmigrantes no hablaban el castellano y por lo tanto no podían comunicarse con los lugareños, por otro lado debían acostumbrarse a su forma de vida. Para aclimatarse primeramente vivieron una pequeña temporada en Gral. Roca, luego se trasladaron definitivamente al campo. Con mas voluntad que medios y sin experiencia debieron iniciar el desmonte, la construcción de sus viviendas y cavar pozos para proveerse de agua.

Emparejaron la tierra con medios primitivos y a pesar de la falta de agua araron y sembraron.

Cuando ya creían que les iba a llegar la adjudicación de estas tierras, cuatro alemanes católicos se presentaron con los títulos de posesión de las chacras, que ya estaban habitadas, desmontadas y sembradas con alfalfa. Los colonos se quejaron al ministro y elevaron una lista con el nombre de los ciudadanos a los que correspondían dichas tierras.

Ezcurra les notificó a los colonos después de haberse firmado un nuevo contrato en el cual se expresaba que las tierras, sólo se entregarían a -individuos de poco capital y condiciones difíciles como para cumplir con lo enunciado en el contrato anterior - que de lástima se iba a repartir los lotes entre los firmantes de la solicitud.

Finalmente en enero de 1908, un total de 25 flias. reciben las posesiones de la tierra, identificando como los colonos mediante documentos escritos en ruso y en idish, esto dificultó el reconocimiento de los mismos. Entonces se resolvió que tres de las personas más importantes del grupo debían declarar en presencia del Juez de Paz acerca de la identidad de los postulantes y con su firma garantizaron las declaraciones de sus compañeros.

Al principio vivieron de lo que producían. Los hombres labraban la tierra, criaban aves de corral, y las mujeres cuidaban una pequeña quinta de la que luego obtendrían las verduras y además se encargaban de la educación de sus hijos.

José Isaac Locev era el jefe espiritual de la colectividad, y mediante su consejo se pudieron solucionar las dificultades y los problemas que tuvieron en los primeros años. Era muy expositor y su palabra era escuchada y respetaba, su vocación de educador lo llevó a enseñar a niños, jóvenes y adultos en los paréntesis de su trabajo campesino. En su propia chacra hizo construir una modesta aula, donde funcionó la primera escuela primaria de la Colonia Rusa. Cuando el Dr. Alfredo Palacios quiso estudiar el verdadero contenido de los profetas, fue Don Isaac Locev quien enseñó el idioma hebreo para que pudiera estudiar en su idioma original.

De aquellas 96 familias que habían abandonado su país ilusionadas por las promesas del gobierno, debido a la situación en la que se encontraban, muchos de ellos debieron gastar sus pocos ahorros, por lo que después tuvieron que abandonar la colonia, quedando únicamente 17 familias de las que habían llegado en su momento.

La vida social y cultural era muy importante, existía una biblioteca, material en varios idiomas (hebreos, idish, ruso y castellano). -"Nos reuníamos los domingos y los días de fiesta a charlar y bailar como todos los jóvenes, se formaron grupos de teatro aficionados, comentábamos los libros leídos, escuchábamos música, etc. Pero, por sobre todas las coses, había una amistad muy sincera y sana"- declaraba una de las jóvenes que habitaba el lugar.

Unos de los hechos importantes que sucedió en la Colonia fue la visita que hizo el primer embajador israelí en la Argentina, el doctor Kubovi y su señora Miriam.

En la escuela se realizaban estudios de idioma, tradición, Torá (libro que contiene la ley judía) y tanaj (nombre que se le da a la Biblia).

LOS PERSONAJES

Dos personajes relevantes de la comunidad fueron el medico y el alcalde.El medico porque a falta de medicina estaba obligado a ser filosofo.

El puesto de alcalde era el más codiciado. Se elegía según reglas democráticas en votaciones, no sin antes haber exaltado en asambleas las virtudes de los candidatos. El alcalde tenia funciones de mediador y disfrutaba de prestigio y en los actos oficiales actuaba como representante de la colonia. La judería criolla festejaba el 25 de Mayo y el 9 de Julio con fervor total, estos emigrantes de Ucrania, Austria y Rumania, escuchaban las estrofas del himno nacional, pero al llegar a la palabra "libertad" volvía el recuerdo de la antigua esclavitud. El sombrío imperio de las Rusias quedaba atrás, acá el cielo era distinto.

ASENTAMIENTO JUDÍO EN GRAL. ROCA

En 1906 llegó a la Argentina una avalancha de inmigrantes judíos que abandonaron la Rusia Zarista; llegaron a esta nación sin recursos, sin idioma, a una nueva tierra desconocida. Un grupo vino a establecer su suerte en las tierras fiscales que el gobierno argentino ofrecía en la Colonia Roca: primero fueron décadas casi sobrehumanas, de sacrificios y privaciones. Así se radicaron y ocuparon una extensión de tierra árida y de mantea espinosos, desmontaron terrenos y luego comenzaron tos primeros cultivos, levantaron viviendas precarias y amasaron los adobes con sus propias manos. El estimulo que encontraron radicaba en los aires de libertad que ofrecía este país nuevo, labraron y sumaron su esfuerza al progreso del país. La Colonia Rusa es entonces algo muy íntimamente ligado al historial de la colonización en el Alto Valle.

Un ejemplo de esto es Don Alberto Zerahia, quien llegó a la Argentina en el año 1827, por las posibilidades que Sudamérica les brindaba a quienes querían abandonar la difícil situación europea y asiática, Don Alberto provenía de Palestina (actualmente Israel) bajo dominio inglés. Los primeros años vivió en Neuquen junto a sus tíos. En el año 1931 se instaló en Gral. Roca y desde entonces se dedicó al comercio. La pequeña comunidad judía que existía en la ciudad tenía muy buena relación con la colonia Rusa concurrían siempre para las fiestas y también eran invitados para estudiar la Torá. A través del tiempo los habitantes de la colonia Rusa fueron vendiendo sus chacras y trasladándose hacia Gral. Roca. Se construye la nueva sede de la comunidad en calle Chacabuco 1546 y es el lugar en el cual en la actualidad se realizan diversas actividades educativas, estudio de hebreo e historia, celebraciones de festividades, actos religiosos y sociales.

Los Judios en la Argentina

La llegada de los judíos a la Argentina, a 120 años Viernes 14 de agosto de 2009


El 14 de agosto de 1889 llegó al país el vapor S.S. Wesser con 138 familias a bordo, las cuales daban inicio a la colonización; la historia de Moisés Ville, el primer asentamiento

Un día como hoy, hace 120 años, arribó a la Argentina el vapor S.S. Wesser, de bandera alemana, con 138 familias a bordo. Ese hecho dio inicio a lo que años más tarde se convertiría en una de las comunidades judías más grandes del mundo. Actualmente, la comunidad judía en la Argentina es la octava en importancia en el mundo, con unos 250.000 miembros (las comunidades más numerosas son las de Estados Unidos e Israel, respectivamente).

La embarcación ancló en las costas bonaerenses, proveniente de Europa, con 824 pasajeros conducidos por el rabino Aarón Goldman. La mayoría de ellos ni siquiera sabía de la existencia de la Argentina hasta que puso un pie en esta tierra. Pese a ello, la incertidumbre y el desarraigo eran superados por las esperanzas de dejar atrás una fatídica época caracterizada por la pobreza y los pogromos.

Sin embargo, la primera decepción llegó en forma casi inmediata para estos inmigrantes judíos: las tierras que habían adquirido a la distancia ya no estaban vacantes. De ahí en más se inició un periplo de varias semanas en tren, en busca de una tierra donde fuera posible cosechar, pese a que no tenían conocimientos de agricultura.

Después de varias idas y venidas, el pequeño gran sueño de estos inmigrantes se vio hecho realidad de mano del terrateniente Palacios, quien poseía miles de hectáreas en la provincia de Santa Fe. Con la esperanza de asentarse en esas tierras, poco menos de dos semanas más tarde sellaron los contratos entre ambas partes, adquiriendo así el territorio que hasta la actualidad ocupa Moisés Ville, un pueblo declarado histórico nacional que con los años se constituyó en el poblado pionero de la comunidad judía en el país. Allí, entre otras instituciones y museos, se erige la Sinagoga Brener.

"Los colonos la llamaban Kiryat Moshé (la ciudad de Moisés), ya que para ellos se iba a repetir la historia del gran rabino y profeta que sacó a los judíos de la esclavitud de Egipto. Ahora ellos iban a vivir libres de pogromos y persecuciones", aseguró Fany Gerson, nativa de la ciudad, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).

Unos años más tarde, después de algunas divisiones entre los judíos pioneros en la Argentina a causa del trabajo y las aspiraciones propias de cada uno, llegó la incondicional ayuda del Barón Hirsch, quien compró una gran extensión de tierras para formar nuevas colonias en la región, muchas de las cuales sobreviven en la actualidad.

Gerson también recordó que pese a las dificultades y las adversidades que tuvieron que atravesar los primeros judíos en el país, "el concepto sionista estuvo siempre muy presente". Al respecto agregó que "en 1948, con el establecimiento del Estado de Israel, hubo una ola inmigratoria" en la que oriundos de las colonias emigraron nuevamente.

Hoy, la historia de la colonización judía puede revivirse en el Museo de la Primera Colonia judía en la Argentina, cuya institución lleva el nombre del Rabino Aarón Goldman, líder espiritual del primer grupo de inmigrantes, provenientes de Kamenetz.

Fuente:http://www.lanacion.com.ar

Arbol Genelaogico de la Salud Familiar


¿Por qué es tan importante mi historial
de salud familiar?
La Comunidad hispana
De acuerdo con los informes del gobierno de los Estados Unidos, los
hispanos o latinos tienen una probabilidad 1.5 veces mayor de tener
diabetes que otras etnias en los Estados Unidos. En general, el riesgo de
muerte en las personas con diabetes es dos veces mayor que el de las
personas que no tienen diabetes.
Los problemas de salud que se transmiten de generación en generación
(como la diabetes) pueden aumentar el riesgo de que personas
pertenecientes a la misma familia puedan padecer del mismo problema. Esto
sucede porque las familias comparten su genética, ambiente, estilos de vida
y hábitos. Todos estos factores se transmiten de padres a hijos y pueden
afectar su salud.

Conociendo el historial de salud de su familia, usted podrá tomar decisiones
para hacerse pruebas de detección, seguir métodos de prevención y
cambiar su estilo de vida para reducir el riesgo de padecer una determinada
enfermedad a la cual usted y su familia pueden estar predispuestos
geneticamente. Al aprender de su pasado, usted podrá tomar decisiones
para proteger el futuro de su salud y la salud de sus familiares.
1 Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2004). Hoja informativa nacional sobre la
diabetes, http://www.cdc.gov/diabetes/pubs/calculos.htm#prev4

¿Sabía usted que los siguientes problemas de salud se pueden
transmitir de generación en generación?
Diabetes
Depresión
Hipertensión y colesterol alto
Enfermedades cardíacas e infarto súbito
Ciertos tipos de cáncer como el de: seno o pecho, colon,
pulmón, próstata, ovarios, etc.
Derrame cerebral y trombosis
Pérdida del bebe durante el embarazo
Defectos de nacimiento
Artritis
Asma
Alcoholismo
Enfermedad de Alzheimer o demencia senil
Alergias

Convierta en una tradición con su familia
el hablar sobre el historial de salud familiar
¿Sabía usted que el hablar del historial de salud familiar ayuda a prevenir
problemas de salud?
Usted y sus familiares pueden comenzar un registro o historial médico familiar en el cual
incluyan todas las enfermedades importantes y causas de fallecimiento en su familia.
Comente esto con sus familiares en su próxima reunión y empiece una nueva tradición
al hablar sobre el historial de salud. Podría ser una de las tradiciones más importantes
que puede establecer con su familia.

La información más importante que usted puede obtener incluye:
health.utah.gov/ genomics
2
Problemas de salud que ellos han tenido
Edad en la que sus problemas de salud empezaron o
fueron diagnosticados
Edad y causa de muerte de familiares que ya han fallecido
Hábitos y estilo de vida (fumador/no fumador, hábitos
alimenticios, hábitos de ejercicio, peso, etc.)
Raza o nacionalidad de familiares y antepasados
Ambiente o lugares donde han trabajado y vivido

Las siguientes páginas web (en español) le pueden ayudar a reunir su historial
de salud familiar:
“Retrato de Salud de mi Familia”. Esta página le permitirá crear un informe
personalizado del historial de salud de su familia.
https://familyhistory.hhs.gov/spanish/index.cfm?
Iniciativa Historial Familiar del Cirujano General de E.E.U.U.
www.hhs.gov/familyhistory/downloads/portraitSp.pdf
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Oficina Nacional
de Genómica en Salud Pública.
http://www.cdc.gov/genomics/spanish/file/print/FamHist_FS_Span.pdf
Consejo Nacional de la Raza. “Una guía al historial de salud familiar”.
http://www.geneticalliance.org/ksc_assets/tools/book1.nclrspan101107.pdf
http://www.geneticalliance.org/ksc_assets/tools/book2.nclrspan101007.pdf
Preguntas y respuestas
¿CÓMO SÉ SI TENGO UN ALTO RIESGO DE CONTRAER LOS
MISMOS PROBLEMAS DE SALUD QUE MI FAMILIA?
Usted puede tener un alto riesgo de contraer algún problema de salud si en
su familia hay o han habido:
Problemas de salud que se desarrollan a una edad más temprana de lo
normal (10 a 20 años antes que la mayoría de las personas que tengan el
mismo problema)
El mismo problema de salud en más de un miembro de la familia (padres
e hijos)
Una enfermedad o problema de salud que habitualmente no afecta al otro
género (por ejemplo, cáncer de seno en un miembro de la familia masculino)
Ciertas combinaciones de problemas de salud dentro de una misma
familia (por ejemplo, cáncer de seno y de ovarios o enfermedades cardíacas
y diabetes)
Si usted está preocupado por su historial de salud familiar, su médico puede
explicarle lo serio que puede ser su riesgo y si sería aconsejable ver a un
especialista en genética. También le ayudará a tomar decisiones acerca de
las pruebas que debe hacerse para detectar cualquier problema de salud en
una fase temprana.
Aún en familias con un alto riesgo, existen medidas que se pueden tomar
para reducir el riesgo de contraer las mismas enfermedades.
10
¿QUÉ PASA SI YO NO TENGO LOS PROBLEMAS DE
SALUD HABITUALES EN MI FAMILIA?
Aunque en su familia no haya una predisposición genética a
padecer una determinada enfermedad, eso no evita que usted
pueda contraer enfermedades en cualquier momento porque:
Puede que desconozca problemas de salud de algunos
familiares o de sus antepasados
Algún miembro de su familia pudo haber muerto joven, antes
de desarrollarse el problema de salud
Sus hábitos, estilo de vida, historial de salud personal
y el ambiente en el que vive afectan su salud
Tome decisiones saludables, no importa cuál sea su historial de
salud familiar.

Giovanni, el organillero de Tandil

Un destino feliz parecía depararle la vida. La más linda muchacha de la aldea había aceptado su amor. Mariana era realmente una flor. Bella, saludable, trabajadora, hubiera sido la dicha de cualquiera de los jóvenes del viejo pueblito...
Pero Mariana era ambiciosa. Soñaba con una vida mejor. Con bienes, con hijos a los que no les faltara nada. Quería salir de la heredada rutina de las familias del lugar.

El joven Giovanni pensó que Mariana merecía esas y muchas otras satisfacciones. Juntó algún dinero, incluso vendió su mandolina, compañera de sus horas de descanso, y se embarcó hacia América, con la idea de hacer fortuna. Un viejo navío lo dejó un día en el puerto de Buenos Aires, junto con otros paisanos tan ilusionados como él. La suerte no le fue propicia en momento alguno. Y cuando desesperaba por encontrar cualquier ocupación adecuada, la muerte de un compatriota sin fortuna, lo hizo heredero de un viejo organito, con el que aquél se había mantenido en los tramos de su miserable vida.

A Giovanni no le fue mejor con el vetusto instrumento. Mucha competencia en la ciudad. Un día comenzó a recorrer los pueblos, hacia el sur, hasta que se aquerenció en Tandil. La serrana población se encontraba en un período de trabajo y progreso. Se decía que pronto llegaría el ferrocarril. Giovanni sabía hacer muchas cosas, pero no pudo hacerlas. Debió limitarse, entonces a sus largas recorridas, en las que desparramaba, por las humildes y soleadas callecitas, todo aquel cascabel de notas, que la gente recibía contenta y pagaba con algunas modestas monedas.
Pronto comprendió Giovanni que "L'America" no se había hecho para el . Con la visión del fracaso y de su retorno pobre pero inevitable, comenzó a ahorrar con desesperación cuanta moneda recogía en sus repetidos conciertos. Invertía lo indispensable para sobrevivir. Muy de tiempo en tiempo gastaba alguna copita con los pocos amigos que encontró en estas tierras.
Aquel 31 de diciembre, sintió la necesidad de apagar, con algunos vasos de vino, la nostalgia que desborda de su corazón.
Era el inolvidable día que Mariana cumplía sus jóvenes años. Tal vez lo estaría celebrando allá en la vieja casona de los padres. Donde además se festejaría alegremente, con una linda fiesta vecinal, el advenimiento del nuevo año. Inexplicablemente, ni una carta, ni una postal, recibió en los últimos tiempos. Nada que pudiera traerle la seguridad del recuerdo de su amada..
Triste hasta las lágrimas, no consiguió el momentáneo olvido que buscaba. Muy bebido, dejó de madrugada el humilde boliche suburbano, y el recuerdo de su aldea lo llevó a tararear la última canción aprendida en su tierra.
Ya habían transcurrido las primeras horas del año 1872. Todos descansarían en la jornada que se avecindaba. Giovanni no sentía apuro por dormir, y recorría nostálgico, lentamente, las cuadras que lo acercaban a su pobrísima habitación compartida con Nicola, un compatriota que soportaba estoicamente su situación, a la espera de mejores oportunidades.

De pronto Giovanni escuchó a lo lejos unos inexplicables alaridos. Pensó en algún desborde de borrachos. Pero no. Un tropel se acercaba. Y los gritos eran realmente aterradores.
Paralizado de espanto, vió cómo aquellos diabólicos jinetes, que esgrimían toda clase de improvisadas armas, se le acercaban con intenciones que no eran sino de muerte.
Su grito de terror resultó imperceptible antes el rugir de la horda de forajidos que había avanzado hacia el pueblo de Tandil en aquella nefasta jornada del 1º de Enero de 1872. Lanzas y cuchillos terminaron bien pronto con la vida del pobre italiano que quedó desangrándose. Y resultó la prueba más cercana y primera del vandálico episodio que, en diversos lugares y en distintos momentos, conformarían la mas espantosa tragedia vivida por la floreciente población.

Luego de la masacre, los reos son apresados y llevados a la carcel.

Entre la gente que miraba la llegada de los feroces prisioneros, estaba Nicola.
Durante todo el día había buscado a su compatriota Giovanni para darle una buena noticia, e ignoraba todavía el trágico final. Una carta había llegado de Italia, suponía Nicola que aquella carta -si no era de Mariana- por lo menos traería noticias de la novia del amigo, al que mucha falta le hacía esa alegría...
Recién por la noche, cuando fueron exhibidos los cadáveres no reconocidos, tuvo Nicola la escalofriante visión de la suerte corrida por su compañero. No supo qué hacer con la carta.
Consultó con la dueña del pequeño inquilinato en donde vivía. Resolvieron abrir el sobre. Y leyeron...
Un amigo de Giovanni, le hacía saber, por encargo de los atribulados padres de Mariana, que la muchacha no pertenecía a este mundo, un repentino mal había terminado con su hermosa existencia.
Paradójicamente, el cruento fin de Giovanni, lo salvaba de conocer algo tan terrible y doloroso como la desaparición física de su amada.
El 6 de enero muere asesinado el famosos Tata Dios.
El mismo 6 de enero llegó otra carta destinada a Giovanni. Tenía membrete de la embajada Italiana. Por gestiones de la familia, el gobierno de su país le enviaba.... un pasaje oficial de repatriación!!..

Fuente:http://www.tandil.com/ciudad/leyendas/elorganillero.htm

viernes, agosto 14

La Masacre de Tandil

En la noche del 31 de diciembre de 1871, los argentinos más que despedir al año que terminaba coincidían en saludar alborozados el inminente comienzo del 72. Tenían un motivo muy importante y muy grave para desear fervientemente el final de aquel 1871 que les había sido nefasto por muchos motivos, pero fundamentalmente por la epidemia de fiebre amarilla que castigó muy duramente a los porteños.

El azote se había detectado a principios de año en la República del Paraguay, donde dejó un tendal de víctimas. De allí pasó a la provincia de Corrientes y cuando todo parecía controlado, en los barrios de San Telmo primero y Bajo Belgrano después se detectaron casos de vómitos negros. Ya era tarde. En un solo día llegaron a morir 980 personas. Todo Buenos Aires se convirtió en un inmenso cementerio.

Por eso, cuando las agujas de los relojes marcaron las 24 de aquel 31 de diciembre de 1871, hubo, por encima de tanto dolor, suspiros de alivio.

Pero se equivocaban aquellos que se aferraban a la esperanza nacida del viejo adagio que reza: Año nuevo, Vida nueva. ¿Por qué? Simplemente porque en el primer día fue sacudida por lo que se conoce en la historia argentina como La Masacre de Extranjeros.

Nunca pudieron establecerse en forma fehaciente los verdaderos motivos de aquella guerra expurgadora, pero lo cierto es que la sangre de inmigrantes afincados en zonas rurales bonaerenses corrió aquel día como un río. Tandil fue la ciudad más castigada porque allí estaba afincado el vasco Gerónimo G. de Solané, un místico y predicador apodado por los colonos Tata Dios. Habia nació en Entre Ríos. Alto —por lo menos un metro noventa— mirada profunda y penetrante, barba muy espesa y muy larga, igual que su cabellera, su sola presencia solía imponer respeto, según lo atestiguan algunos de sus biógrafos.

Se consideraba como “El salvador de la Humanidad, el enviado de Dios” y con estas facultades lanzó su veneno contra los extranjeros, considerándolos como la causa de todos los males a los que se veía sometido el país. Los gringos hacían mal porque contaminaban la sangre nacional y no obedecían a Dios practicando diversas religiones que no eran más que formas diabólicas que tenía el maligno de desparramarse por nuestras pampas. De su Entre Ríos natal se fue Santa Fe y allí comenzó a surgir su fama de curandero. Pero pronto se vio envuelto en problemas y huyó a Rosario, donde tuvo la misma suerte. Pero este hombre  que iba por los campos con su poncho pampa se hizo muy conocido por las supuesta curaciones milagrosas que hacía, allí donde los médicos no llegaban, Tata Dios, como se lo llamó desde entonces, curaba. Su número de seguidores creció a la par de sus problemas con la policía por ejercer la medicina ilegalmente.

Ramón Rufo Gómez, conocido y respetado hacendado de la zona tandilense tenía un problema que no podían solucionar ni sus aceitados contactos con el poder provincial, su esposa, Rufina Pérez sufría constantes dolores de cabeza que no se iban con nada. Oyó de Tata Dios y vió una salida. Lo cobijó en su estancia “La Rufina” donde permitió que instalara una toldería y un centro de atención. No se sabe si los dolores de cabeza de Rufina cesaron, pero sí podemos asegurar que hasta este puesto llegaban hombres y mujeres de toda la región, entraban enfermos y salían curados, tanto poder no hizo más que engrandecer la figura del enviado de dios. Desde allí tuvo una platea ideal para exponer sus ideas cargados de odio y racismo. Amparado por la ley, su verba no encontró obstáculos para escupir toda clase de advertencias. Decía, aseguraba que por culpa de los extranjeros el país, y el mundo se irían a la debacle. Que el día del juicio final estaba por llegar pero que se podía evitar si desaparecían los masones y los gringos, que no hacían otra cosa que sacar todas las ganancias, robar oportunidades al criollo y en definitiva, por ellos estábamos como estábamos. Con la llegada de Tata Dios a Tandil se creó un clima de resentimiento que fue creciendo hacia los inmigrantes que con su trabajo comenzaban a amasar fortunas. Lo que sucedía aquí, ocurre hoy día. El argentino no soporta que alguien trabaje mejor que él, pero tampoco hace nada por superarse. Lo cierto es que el grueso de la población de Tandil tenía sangre europea, y los criollos eran los menos, pero también eran la minoría a la hora de trabajar.

El discurso de Tata Dios no sólo llega a los gauchos y al pobrerío, sino que también seduce a los hacendados. En noviembre de 1871 los vecinos de la ciudad ya sabían que algo más que curaciones se llevaban a cabo el la toldería de la estancia La Rufina. Ya comenzaban a intuir que algo podía pasar porque en los últimos tiempos las reyertas y un creciente malestar hacia ellos se estaban haciendo cada vez más evidentes. Así fue que se hicieron presente ante el juez de paz Juan Adolfo Figueroa, quien era yerno de Rufo Gómez. Poco hizo por los preocupados vecinos, así fue cómo los seguidores de Tata Dios vieron el campo liberado para realizar su plan de sangre y muerte. Pasaban los días y las reuniones en la estancia se hacían más multitudinarias, alrededor del fogón corría vino carlón y el gauchaje se exacerbaba con el discurso de odio y resentimiento, y lo que se anidaba, tomó forma real y sucedió lo peor, nació un monstruo sediento de sangre foránea.

Aquella masacre, desencadenada el primero de enero de 1872, formaba parte de un plan de exterminio mucho más amplio, que abarcaba Azul, Tapalqué, Rauch, Bolívar, Zárate y otras localidades donde existían grupos de paisanos ligados al movimiento creado por Tata Dios, cuyas prédicas contra los extranjeros y masones —a los que calificaba como enemigos de Dios— habían calado muy hondo.

Aquel primero de enero Tandil dormía. Era día de elecciones, pero ni en los cálculos más agoreros se preveía algún desorden. En las afueras del casco urbano el vasco arengaba a los 50 jinetes que habrían de seguirlo.

A su lado, también a caballo, estaban los hermanos Jacinto y José Pérez, Juan Molina y José María Trejo, sus más inmediatos lugartenientes, Cruz Gutierrez, Juan Villalba y Esteban Lasartea tambien los que la verborragia grandilocuente y demagógica de Tata Dios había cautivado. Jacinto Pérez fue desde el vamos su adicto más fanático. Para sus seguidores, Tata era la reencarnación de Dios y Pérez la de San Francisco. 

La arenga final fue el anticipo de lo que ocurriría. De frente a sus seguidores, montado en su zaino adornado con cintas de colores, Tata Dios promete cataclismos redentores luego de la masacre. Al grito de "mueran los gringos" se lanzaron todos a galope tendido hacia Tandil.

“Tandil se va hundir y un nuevo pueblo nacerá de sus cenizas y nosotros tenemos que contribuir al fin del mundo matando a los enemigos de la religión. Cada vez que Dios levante la mano caerá un masón y si los atacan con balas no deben temer porque las divisas y los cintillos federales los protegerán y no sufrirán ningún daño”, anuncia. La partida estalla en gritos de vivas a la religión y a la Santa Federación y dispara sus armas al cielo.

La masacre

En la plaza central de Tandil se produce el primer muerto, un joven italiano Giovanni que volvía de una reunión de Año Nuevo;  era el organillero de Tandil, querido y buen tano, se ganó el corazón de todos. A esa hora volvía con su órgano a la triste pieza que compartía con Nicola, un paisano amigo. Hacía días que no sabía nada de su novia, una hermosa criolla. Fue el primer extranjero que vieron aquellos salvajes. Lo degollaron y pisotearon.

Minutos después se encuentran con una tropa de carretas a las cuales atacan, y matan a casi todos sus integrantes.

En medio de una gritería infernal y armados con sables, carabinas y lanzas caseras, construidas con cañas tacuara y en cuyas puntas habían atado cuchillos y hasta tijeras, entraron al pueblo sorprendiendo a los habitantes madrugadores.

Entraron al edificio del juzgado como una exhalación. Allí ataron a dos policías y a un ordenanza —no los asesinaron porque eran criollos— y se apoderaron de varias armas.

Dos italianos fueron degollados en la esquina, pero el verdadero exterminio se llevó a cabo en la plaza principal, donde eran llevados a empujones los extranjeros. Fue un festín sangriento. Todos fueron degollados. Algunos decapitados.

Se dirijen hacia el almacén y casa de Juan Chapar (otros autores lo llaman Vicente Leanes) sin toparse con nadie, Chapar era otro vasco y en su pulpería se juntaban todos inmigrantes y extranjeros, todos enemigos de la patria, según los seguidores de Solané. Al llegar allí saquean las dependencias dando muerto a toda la familia de Chapar, junto con otros que allí habían llegado a festejar el año nuevo. Todos mueren degollados. Pero un detalle los delata, queman la libreta contable de Chapar donde estaban las deudas que los hacendados habían contraído con él. Es indudable que los principales terratenientes estaban al tanto de los planes de Tata Dios. En el local de Juan Chapar 22 personas fueron asesinadas, entre ellas un niño de meses.

Siguiendo con el plan, cabalgaron por el camino real y se dirigieron directamente a la vivienda de de un ciudadano norteamericano recien casado William Gibson Smith, de 25 años, y su esposa Helen Watt Brown, de 23, murieron apuñalados y degollados. El empleado de un almacen escocés William Stirling  abrió la puerta y recibió un disparo. Por las dudas lo apuñalaron, pero sobrevivió seis días. Igual suerte corrió Guillermo Thompson, su esposa y sus dos hijos.

En menos de cuatro horas sumaron 36 asesinatos contra inmigrantes (16 franceses, 10 españoles, 3 británicos y 2 italianos, además de 5 nativos). Degollaron a casi todos y, en un caso, sólo después que la víctima quedó amarrada a la rueda de un carro. Violaron a una jovencita de 16 años -también degollada- y mataron de un tiro a una nena de 5 años.

La matanza continuó durante horas en medio de una población aterrorizada. Llegada la noche y ante la noticia de que el comandante José Ciriaco Gómez, al frente de una partida compuesta por vecinos y algunos guardias nacionales, había salido al encuentro de la turba, Tata Dios decide batirse en retirada.

Montando sus cansadas cabalgaduras se dirigen hacia Chapaleufú, pero el comandante Gómez y su gente les da alcance. Quienes horas antes habían degollado hombres, niños y mujeres con salvajismo feroz, se muestran cobardes y llorosos ante su inminente detención. Los que no fueron muertos combatiendo fueron apresados.
A buscar a Tata Dios parte la patrulla policial y lo encuentran al amanecer en su rancho hospital. Lo detienen y lo interrogan y él asegura que no sabe nada de lo que ha pasado. Se lleva las manos al rostro y se larga a llorar. No lo puede creer. Lo llevan como prenda para enfrentar a la partida de gauchos que logró escapar de la noche. Se enfrentan las tropas a campo abierto y el comandante de la Guardia Nacional los intima a rendirse. Una voz aguardentosa grita: “No queremos pelear con ustedes, sólo tenemos órdenes  de matar a gringos y masones”.

Un tribunal formado de urgencia en Dolores condena a muerte a todos los detenidos.  El expediente judicial iniciado por el Juez Dr. Tomás Isla, con intervención del Secretario Dr. Pedro Millivaca y del Fiscal Dr. Omar Villegas, estuvo plagado de errores e irregularidades y contiene una curiosa y desganada investigación que tapó (?) a otros posibles responsables. Como Defensor Oficial de los imputados fue designado el joven abogado uruguayo Martín Aguirre. El 29 de julio de 1872 se dicta sentencia condenando a muerte a tres de los delincuentes y a varios años de prisión a otros. No obstante que Ramón Santamarina había expresado  que había sido traicionado por gente de su confianza, el capataz Escudero – involucrado en un par de oscuros y extraños hechos ocurridos el día antes y la noche misma de los crímenes – fue absuelto.

 En febrero de 1872, la preocupación por la seguridad personal y la insatisfacción con la débil investigación del "caso Tata Dios" motivó la designación de una comisión ad-hoc integrada por Pedro Pereyra, Luis Arabehety, José Fuschini, Carlos Meyeren, Carlos Diaz, Ramón Santamarina , Nicanor Elejalde y Enrique Thompson, que se entrevistó con el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Don Carlos Tejedor el día 15 y días despues con el Presidente de la Suprema Corte. Llevaron la palabra en ambas reuniones Ramón Santamarina y Carlos Diaz. A cargo de las ejecuciones estuvo el coronel Juan Luis Somoza. El juicio a los responsables se hizo rápidamente y la mayor condena fue para Cruz Gutierrez, Juan Villalba y Esteban Lasarte, quienes fueron sentenciados a muerte, bajo la forma del consabido fusilamiento, que se llevó a cabo el 13 de setiembre del mismo año. Lasarte pidió que su cadáver no fuera tocado por ningún italiano: “Quiero ser enterrado por hijos del país”, dijo y ante la mala puntería de los ejecutores, los arengó: “Acérquense más, porque ustedes son chambones y esto ya debía haber terminado”. Gutierrez acabaría sus días, gritando: “Viva la Patria”


Tata Dios no llegó hasta el piquete de fusilamiento. Alguien, nunca se supo quien, le pegó un trabucazo en su propia celda. Al correr la noticia de su muerte, fueron abortados otros exterminios de extranjeros previstos en el plan original en otras ciudades.

 Tandil resultó ser una experiencia piloto, tal vez por la gran cantidad de extranjeros que residían allí en aquellos años. Alemanes, norteamericanos, galeses, italianos, portugueses, brasileños y, sobre todo, franceses, se habían afincado en la zona desde tiempo atrás. No solo fue una experiencia piloto, sino la última de Tata Dios y sus adictos.

La leyenda:

Jerónimo de Solané, alias Tata Dios fue enterrado en la plaza para que todos pisotearan sus restos y de pie, para que no descansara en paz jamás. Sus restos aún continúan allí, bajo tierra, y su condenada alma deberá estar purgando la sentencia eterna. 



jueves, agosto 13

Comienza el ataque al Archivo General de la Nación

La siguiente nota debe contar todo nuestro apoyo.
Se ruega a los que quieran estar incluídos, lo hagan con prontitud.

Se requiere el nombre y DNI.
Pueden enviar sus datos a este correo:

archivosargentinos@gmail.com

Buenos Aires, 10 de agosto de 2009

Situación del Archivo General de la Nación (AGN)

En el día de la fecha el Secretario de Interior le ha solicitado la renuncia a su cargo de Director General del Archivo General de la Nación al Lic. José Luis Moreno.

La situación del Archivo General de la Nación es preocupante. El creciente deterioro de las condiciones edilicias, reiteradamente señaladas por el Lic. Moreno, pone en riesgo la guarda y conservación de los documentos que le han sido confiados y que son vitales para la comprensión y estudio de nuestra historia.

La continua demora en implementar los proyectos de digitalización y modernización que han sido autorizados por decreto presidencial, que destina fondos para esa empresa, presagian peores momentos.

La Dirección General a cargo del Lic. Moreno constituía una garantía de probidad y eficiencia. Durante su gestión se avanzó en proyectos que abarcaron desde la participación en el proyecto de modernización hasta el reestablecimiento de la relación del AGN con las organizaciones archivísticas internacionales, pasando por la capacitación del personal y el intento de reorganizar técnica y funcionalmente al AGN. El pedido de renuncia es una demostración palpable de la desidia con la que las autoridades del Ministerio del Interior encaran su gestión del Archivo General.

Los abajo firmantes, ciudadanos preocupados por nuestro acervo documental, historiadores, investigadores y estudiosos de nuestro pasado manifestamos nuestra preocupación y solicitamos que el Gobierno Nacional tome las medidas adecuadas para garantizar la guarda y conservación de nuestros documentos, como así también que la Dirección General del AGN sea encomendada a quien pueda exhibir los títulos suficientes para ejercerla, tal como los posee el Lic. Moreno.
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Fuente:Junta de Estudios Históricos del Distrito Ezeiza

martes, agosto 11

Recoleta: los primeros vecinos

Una vez fundada Buenos Aires por segunda vez, Garay procedió al reparto de quintas o suertes como las llamaban antiguamente. De las 65 suertes, seis correspondieron a la zona de Recoleta. Los primeros vecinos que tuvo el Pago del Monte Grande fueron los siguientes.

Garay tuvo su chacra delimitada por la barranca hacia el río y las actuales Montevideo, Ayacucho y Arenales.
Miguel López Madera, de origen criollo, quien tuvo su quinta Entre Azcuénaga, Laprida, Arenales (aproximadamente) y la barranca.
Miguel Gómez de la Puerta y Saravia, criollo, quien tuvo su suerte entre Laprida, Austria, Arenales y la barranca. Ocupó el cargo de Regidor en el Cabildo, quien tenía por función el abasto de la población, la administración y las obras públicas.

Rodrigo Ortiz de Zarate de origen español, alguacil mayor de la armada y miembro del primer cabildo de nuestra ciudad en la tarea de Alcalde de Segundo Voto, quienes cumplían funciones judiciales. Estuvo presente cuando los indígenas mataron a Juan de Garay y a varios de sus hombres. Fe el dueño de la quinta cuyo espacio más adelante ocupó la Iglesia N. S. del Pilar y el Convento de los Recoletos.
Otro de los vecinos fundadores fue Jerónimo Ruiz , nacido en Asunción, quien tuvo su chacra entre las actuales calles Austria, Sánchez de Bustamante, la barranca y Arenales.
Por último Juan de Basualdo quien tuvo su quinta entre las calles Sánchez de Bustamante, Coronel Díaz, Arenales y la barranca hacia el río.

El barrio debe su nombre al Convento de los Recoletos Descalzos (fundado en 1716), comunidad de los Frailes Recoletos. Estos construyeron su monasterio sobre una chacra ya existente, cuyo nombre había sido dado por la abundancia de una especie de árboles en la zona: "Los Ombúes" ( Esta chacra se encontraba ubicada dentro del mapa de tierras repartidas por la mano de Don Juan de Garay en el año 1583).

Si bien hoy la Iglesia barroca allí emplazada lleva el nombre "de los Recoletos", en realidad fue consagrada a la Virgen de Pilar. Es que fue el comerciante aragonés--medio contrabandista también-- con el nombre de Narbona quién, al interesarse del proyecto del convento de los Padres Recoletos, se sumó al esfuerzo proponiendo la construcción de la Iglesia.

La chacra de Los Ombúes

El 11 de junio de 1580, Juan de Garay fundó la ciudad de la Santísima Trinidad a orillas del Río de la Plata y en homenaje a Pedro de Mendoza le puso el nombre Santa María de Buenos Aires al puerto. El 24 de octubre realizó el reparto de suertes, parcelas de tierra con límites, 6 de las 65 futuras quintas estaban ubicadas en el actual barrio de la Recoleta.

La suerte número 5 correspondió a Rodrigo Ortíz de Zárate. Le puso por nombre Quinta de los Ombúes. Tenía por límites la barranca hacia el río y las actuales calles Ayacucho, Azcúenaga y Arenales aproximadamente. La zona era conocida como Pago del Monte Grande. Pago se lo llamaba porque había viñedos y Monte Grande se debía a los numerosos bosques de altura baja, los cuales llegaban hasta San Fernando. Los montes eran de baja altura y madera pobre, donde había muchos ombúes. En 1606 vende la chácara a Francisco de Beaumont y Navarra, en 1608 pasa a ser propiedad de Juan Domínguez de Palermo quien estaba ampliando sus tierras. Diez años después la adquiere Martín Dávila y Villavicencio, pasa por herencia a Enrique de Mendoza, quien la vende a Inés Romero de Santa Cruz y a Isabel Frías de Martel. Luego la obtiene Juan de Herrera y Hurtado, quien deja la quinta a su hija Gregoria casada con el capitán Fernando de Valdez e Inclán quienes ceden la parte más elevada de su chacra a Juan de Narbona para que este edifique una iglesia y un convento para los frailes Recoletos de la orden franciscana, recién llegados de España 1708. Fue el fray Pedro de la Torre, el cabildo y el gobernador los que solicitan permiso a su majestad el rey Felipe V para construir un templo para los frailes de la Recolección de San Pedro de Alcántara en la Trinidad, hoy Buenos Aires. Para esto contaban con una donación muy fuerte de Pedro de Bustinza. En 1716 fray Diego de Ceballos, lego del convento, hace una nueva gestión ante la Corte logrando la real cédula autorizándolo. Para entonces ya habían muerto tanto fray Pedro como el donante. Es cuando aparece Juan de Narbona quien hace un nuevo legado y construye una modesta capilla y cuatro celdas para los franciscanos. Como el nuevo donante era devoto de la virgen del Pilar de Zaragoza pone como condición que la iglesia este bajo su advocación.

Fuente.www.jhistoricadelpilar.com.ar

Historia del alambrado


Domingo Faustino Sarmiento escribió en 1878 una patética frase: "Antes del alambrado, podía decirse: todo el país es camino".
En la época de Sarmiento había una gran discusión en Argentina sobre si era o no necesario alambrar y fue precisamente este combatiente el más fuerte defensor del alambrado. Les decía a los reacios: "Lo que les propongo viene del sentido común de los agricultores del mundo. ¡Cerquen, no sean bárbaros!"

Fue Mr. Richard B. Newton, en 1845, que trajo el primer alambrado a Argentina desde Inglaterra, haciendo un cerco de su quinta en la estancia que llamó Santa María en homenaje a su esposa y cuyo casco todavía se conserva en Chascomús, cerca del río Samborombón. Newton descubrió en el condado de Yorkshire el grueso alambre que cercaba un predio con ciervos. Pero el primero que alambró toda una estancia, llamada Los Remedios, fue don Francisco Halbach, allá por 1855, en Cañuelas y lo que es hoy parte del aeropuerto de Ezeiza. En esa estancia había 1.500 vacas, 600 yeguas y 30.000 ovejas.
Antes del alambrado se utilizó la zanja, en la Provincia de Buenos Aires, como un remedio a la demarcación de las propiedades rurales, el ingreso o salida de animales, el cuidado de los sembrados y hasta como medio de defensa de los indios. Recordamos aquella famosa zanja de Alsina de 49 leguas realizadas y proyectadas en 113. Nace así el oficio rural de "zanjeador" y parece que los mejores eran los irlandeses. Más tarde surge el "alambrador" donde primero se destacaron los vascos y luego otros europeos. "Los criollos jamás toman una pala en sus manos... el gaucho porteño prefería en general las labores a caballo, desdeñando los trabajos "de a pie" (así lo cuenta el ingles William Mac Cann que recorrió a caballo en 1842 gran parte de la Provincia de Buenos Aires, alojándose en las estancias, propiedad de ingleses o extranjeros).

Además del alambrado en el campo argentino se utilizaron y utilizan otros tipos de cercos, algunos vivos y otros muertos. Para los cercos vivos se usan árboles y arbustos aborígenes como el añapindá, el espinillo y la tuna. La historia recuerda a Tomás Grigera (1755-1829), conocido como el "alcalde de las quintas", como el primero en cercar sus chacras y quintas con tunas. Los cercos muertos los encontramos por ejemplo en las sierras de Córdoba, donde se los llama "pircas", palabra quechua y aimará que significa pared de piedra seca.

Cuenta Noel H. Sbarra que largamente le ocupó averiguar quién había sido entre nosotros el primer hacendado en alambrar su propiedad. Finalmente encontró la “punta del ovillo” y se dedicó a reconstruir la vida de Francisco Halbach, el primero en alambrar en su totalidad el perímetro de su estancia Los Remedios, que comprendía lo que actualmente ocupa el aeródromo de Ezeiza.

La invención del alambre de púa, en 1874 en los Estados Unidos, fue un hito capital en la práctica de cercar los campos con solidez y seguridad. En la Argentina tal invención se presentó en 1878, pero recién una década más tarde comenzó a difundirse. Antes, en 1845, Mr. Newton había traído alambre de Inglaterra, y fue en 1855 que Francisco Halbach alambró su estancia.

Noel H. Sbarra, en su libro “Historia del alambrado en la Argentina”, publicado por Letemendia, comienza historiando los rudimentarios mojones que delimitaron las propiedades que Juan de Garay distribuyó, al fundar la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires. Tal sistema de marcación presentó innumerables inconvenientes: quejas, reclamos, pleitos, de manera que el gobernador Hernandarias procedió a dar rumbo y medida al ejido de la ciudad y a las chacras que lo rodeaban, constituyéndose en la primera mensura oficial de que se tenga memoria (16 y 17 de diciembre de 1808).

Más allá de las barreras naturales que formaban montes, ríos y arroyos, el modo más primitivo de crear artificialmente un límite fue construyendo zanjas, y el de “zanjeador” fue un oficio rural, como sería más tarde el del alambrador. También se usaron ampliamente los cercos vivos de plantas espinosas y enmarañadas. En el Noroeste eran usuales los pircados (término de origen quechua), muros de altura variable de piedras superpuestas con argamasa. Con el refinamiento de los ganados (que comenzó por las ovejas) se usaron instalaciones como corrales de fierro fino.

William Mac Cann, en su “Viaje a caballo por las provincias argentinas” ofrece la primera noticia del alambrado. En su libro, cuenta que en los primeros días de mayo de 1847 se acerca a la estancia de un inglés, Richard Newton, y al describirla, habla de una “huerta circuida de un fuerte alambrado” y de un parque y de un jardín “defendidos de las incursiones de las vacas y ovejas por setos formados de arbustos espinosos y por una cerca de hierro”. Esta estancia (Santa María) se encuentra a diez leguas de Chascomús y se conserva en buen estado.

Sbarra se detiene en la biografía de este Richard Newton y continúa historiando el afianzamiento en el uso de este instrumento que permitió, aparte de delimitar las propiedades, parcelar en potreros las grandes extensiones, facilitar la cruza de haciendas criollas con reproductores seleccionados, el mejoramiento de la calidad de las pasturas y el cultivo de los campos.

Entre otros tantos detalles, se acentúa la significancia del Ñandubay: “Este árbol indígena ha prestado, más que ningún otro, importantes servicios a nuestra industria agropecuaria: durante mucho tiempo sus troncos -de madera durísima e imputrescible bajo tierra- se usaron en la construcción de alambrados y de corrales de “palo a pique”, para lo cual se los traía en goletas y pailebotes a vela desde Entre Ríos, y ocasionalmente desde el sur de Corrientes y norte de Santa Fe”.

Se nos recuerda también que el primer documento que legisla para evitar abusos de propietarios se debió a Bartolomé Mitre, en 1860, refrendado por Sarmiento. Establece que “ningún alambrado se pondrá en adelante a la orilla de las grandes vías de comunicación sin autorización del juez de Paz respectivo”. En 1862 se estableció que quienes querían alambrar sus campos debían pedir permiso a la Municipalidad del partido correspondiente.

El autor del “Martín Fierro”, en su “Instrucción del estanciero”, de 1882, declaraba con contundencia que “la modificación de mayor consecuencia introducida en la industria rural ha sido la de los alambrados”. Y Estanislao Zeballos en 1888 expresó con entusiasmo: “Los alambrados argentinos son extraordinarios”.



lunes, agosto 10

Holandeses II


La ciudad de Buenos Aires, fue el primer punto que tocaron los holandeses que llegaban
entre 1888 y 1890. Su puerto, el principal del país, era y debía ser el paso obligado para la
inmigración ultramarina no sólo de holandeses sino también de otras nacionalidades. Sin
embargo, muchos holandeses fueron llevados al interior de la Provincia de Buenos Aires y

asentados en comunidades agrícolas como Tres Arroyos, San Cayetano o 9 de Julio


En este punto es necesario distinguir entre aquellos holandeses que ya se habían radicado
antes de 1889, de aquellos que llegaron en ese período. Los primeros, pertenecían a
una elite compuesta por hombres de negocios, diplomáticos, ingenieros, y arquitectos reconocidos
tales como por ejemplo: J.A Walldorp, quien diseño el Pabellón Argentino de la
Sociedad Rural, JJ Doyer, quien elaboró los planos de la estación Once, y E Folkers quien
construyera el edificio del club Español, entre otros. Por otro lado, ya en 1875 se encontraba
funcionando el consulado holandés en Buenos Aires, pero como señala Gerardo Oberman
(2001b:2) “pero aquellos que una mañana de 1889 descendían por fin de su hogar flotante y
afirmaban sus pies a orillas del Río de la Plata, no pertenecían a este grupo privilegiado”.
En efecto, en su mayoría agricultores y jornaleros estos inmigrantes fueron reconducidos a
zonas agrarias tales como Tres Arroyos, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos, 9 de Julio, Mendoza
etc.
Muchos de ellos, no tuvieron éxito en su colonización agrícola y por diversas causas debieron
regresar a la ciudad para luego volver a su país. Otros, se asentaron en los partidos en
la Boca, Barracas, Quilmes o Avellaneda tras el duro revés que habían sufrido en el interior.
Los primeros intentos de instalación de fábricas en esa zona, daban trabajo a algunas de estas
familias. Hacia 1890 las condiciones económicas del país eran preocupantes. Oberman
señala (2001c:3) “el costo de vida crecía, el poder adquisitivo bajaba y el salario ganado
trabajando a veces hasta 12 horas por día, a duras penas alcanzaba para alimentar a la
familia. Eso en el caso, de que el padre de familia tuviese trabajo, ya que la gran recesión
había dejado un incalculable número de desocupados”.
 
 
Es en ese mismo año, 320 familias holandesas provenientes de diversos centros agrícolas
llegan a la ciudad de Buenos Aires, para exigir al entonces Cónsul General L. Van Riet medidas
concretas para remediar su situación, no en pocas cantidades algunos decidían exigir
su repatriación.
Lamentablemente, no podemos precisar en números la cantidad de personas o familias
que se volvieron a asentar en Buenos Aires tras fracasar sus intentos en el interior del país.
Algunos provenían de la Provincia de Buenos Aires, otros de zonas más lejanas como  Chaco o Mendoza, donde habían sido enviados para trabajar la tierra. En las grandes ciudades
como Buenos Aires, algunos se ocupaban en las obras que habían sido emprendidos por
los arquitectos e ingenieros de esa nacionalidad que ya se encontraban en marcha. Otros,
como en Rosario se avocaban a trabajos portuarios bajo las ordenes de las firmas “Ackermans”
y “Van Haaren” (Oberman G, 2003:75).
 
Como producto de la vida de los holandeses en Buenos Aires, se funda en el año 1900 la
Iglesia Reformada de Buenos Aires, y posteriormente la Nederlandse Vereniging (Asociación
holandesa). Esta última, fundada alrededor de 1920, organiza diversas reuniones todos
los primeros miércoles de cada mes en el bar porteño Van Koning ubicado en la calle Baez
325, y distribuye una revista en idioma neerlandés llamada “blad Nederland” con una tirada
de 350 ejemplares publicados ocho veces al año. En la actualidad, la colectividad cuenta
con un número de setenta a cien asociados, todos ellos descendientes de los holandeses que
decidieran asentarse en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
La cámara de Comercio Argentino Holandesa, fundada en 1919, es una entidad sin fines
de lucro con personería jurídica propia para la protección los intereses comerciales de todos
sus asociados; por último la Asociación Argentino-Neerlandesa de Ex becarios, la cual promueve viajes de intercambio para realizar estudios superiores y trabajos de investigación en lo académico y comercial.

Los holandeses en Rosario
En una de nuestras comunicaciones con la Casa de Provincia de Santa Fe en Buenos
aires, se nos comunicaba que no se habían registrado asentamientos o colonias netamente
holandesas en la provincia. Que de hecho, de haberlas en el pasado, habían sido migraciones
espontáneas para formar parte de colonias formadas mayoritariamente por otras nacionalidades
como italianos, alemanes, españoles y otros. De haber emigrado y formado parte
de otras colonias, iba a ser muy difícil poder saber algo de los holandeses. Mucho menos,
intentar imaginar como habían llegado hasta allí. A esto se sumaba el hecho de que la mayoría
de los registros de inmigración del puerto de Rosario estaban desaparecidos, perdidos
o destruidos y poco se sabe de ellos.
De la ciudad podemos decir que en lo que respecta a su crecimiento y su relación con
fenómeno migratorio había mucho de similar a Buenos Aires. Según el censo de 1869 había
26.169 habitantes, en 1895 la cifra se acercaba a unos 90.000 y para 1914 hablábamos de
225.000 habitantes. Francis Korn (2004b: 23) señala “el ritmo con que creció Rosario en
todas las dimensiones hizo que la capital de la provincia, Santa Fe, pareciera tradicional y
rezagada en el tiempo [...] en 1914 Santa Fe, aunque creció, llegó a tener sólo un cuartote
la población de Rosario”. Este pauta daba indicios que el asentamiento de holandeses en la
ciudad no tenías muchas diferencias de aquel que ya hemos narrado para con Buenos Aires.
Por un lado, un grupo minoritario de grandes empresarios y personalidades como los directivos
de las firmas “Ackermans” y “Van Haren”; y por el otro un grupo más empobrecido
que volvían del interior del país tras haber fracasado en las colonias. También teníamos
conocimientos de una Iglesia Reformada que aún cuando disuelta en la actualidad, daba
indicios que algún tipo de colectividad había estado funcionado en la zona. Se trataba de la
“Hollandsche Christelijke Gereformeerde Kerk” de Rosario. Ésta se había formado en el 23 de junio de 1893. Sin embargo, no tardaría mucho tiempo en suscitarse algunas divisiones
de tipo ideológico. Por un lado, los que seguían los preceptos tradicionales de la Reforma,
por el otro aquellos que autonombrados disidentes cuestionaban su monótona existencia.
Por el lado de la Iglesia Instituida estaban: W Helder, P Olthoff, A Struis, J Hoogstra, C Van
Poepelen, B.G Harmstra, J Nieuwenhuize entre otros; por el lado de los disidentes sus figuras
eran: P Wiersma, J Okker, J Van Ijseldijk, S Postma, J Leegstra y R Pouwels entre otros.
Los disidentes, eran minoría y se estimaba que del conjunto de 250 feligreses solamente
formaban un grupo de 50 (Oberman G, 2003: 89). Según el censo de 1895 había unos 405
holandeses viviendo en esta ciudad, para los años que vendrán algunos hablaran de un grupo
de 700 a 800 holandeses conviviendo en la ciudad con otras nacionalidades

Los holandeses en Tres Arroyos
A diferencia de Rosario, la comunidad holandesa más grande del país se encuentra actualmente
ubicada en la ciudad de Tres Arroyos, al sur de la Provincia de Buenos Aires. Sin
embargo, no queda muy claro ¿Cómo llegaron los holandeses a esta zona? En el año 1989,
con motivo del centenario de la primera migración holandesa a Tres Arroyos, la embajada
Real de Los Países Bajos auspició una publicación titulada 100 años de Holanda en Argentina.
Muchos de los datos, que daremos a continuación fueron extraídos de esa publicación.
Los primeros holandeses en llegar, lo hacían provenientes de Buenos Aires, a donde
habían estado en forma temporal esperando para su reubicación. Muchos de los inmigrantes
provenían de provincias como Frisia y Groninga, su especialidad era la agricultura.
Las promesas propagandistas del gobierno de Roca impulsaban a que muchas familias
holandesas se aventuraran hacia estas tierras. Una vez arribado al puerto de Buenos Aires
fueron alojados en el Hotel de inmigrantes y trasladados por tren hacia el interior de la
Provincia. Así llegaban los primeros holandeses a Tres Arroyos, desde donde partían las
carretas hacia los campos de Don Benjamin del Castillo (Micaela de Cascallares) y el establecimiento
“La Hibernia” de Enrique Butty, cerca de lo que hoy es Nicolas Descalzi.
Entre las primeras familias que arribaron a esta zona estaban los Banninga, Blom, Dekker,
De Vries, Ebbens, Eveleens, Gysel, Hemkes, Jansen, Kalle, Kerkhoff, Klink, Kloosterman,
Knollinger, Lehman, Minaarde, Noordermeer, Otto, Pluis, Smit, Van Dam, Van
Dijk, Van der Molen, Van Der Ploeg, Van Waarde, Verdonschot, Visbeek, Wilgenhoff, Wisse,
Zijlstra y Zwedig entre otros.
Estas familias comenzaron a trabajar en los “campos de colonización”, donde a cada
familia se les daba cincuenta hectáreas de tierra. La principal dificultad estaba en conseguir
las semillas y los elementos de labranza que por ese entonces escaseaban. La lucha por sobrevivir fue una dura prueba para ellos, vivían en casas de barro tapadas con cuero de vaca,
su alimentación a base de carne y maíz a las cuales no estaban acostumbrados, y el total
desconocimiento del idioma español complicaron aún más su adaptación. La ausencia de
una organización apropiada para la colonización y todos estos problemas provocaron que
muchos se dirigieran hacia Tres Arroyos y San Cayetano. Doña Adelaida Pluis de Zijlstra
afirma “Comunicarse, romper la barrera del idioma era un diario desafió, es decir, aprender
la lengua que se hablaba en ésta especie de segunda patria. Cuando aprendían una
nueva palabra en castellano, la repetían infinidad de veces hasta aprenderla de memoria.
En cierta oportunidad llegó un jinete a investigar algo, pero no pudieron entenderle lo que
había dicho. Sólo transcurrido algún tiempo, entre la gente de mayor edad, dedujeron que
los había saludado con un “buen día”. Muy pronto todos habían aprendido a decir “buen
día”.
A esto se sumaba el surgimientos de diversas epidemias, sequías y plagas que complicaban
aún más el panorama, al respecto Francis Korn (2004b:36) señala “la vida cotidiana
se vio afectada reiteradas veces por epidemias de cólera (la de Tucumán en 1887 fue de
particular intensidad), sequías y plagas de langosta. Para combatir éstas últimas no había
muchos remedios, salvo, quizás, la fe”.
Los primeros que se acercaban a Tres Arroyos se fueron asociando lentamente a través
de la Fe Calvinista. Como resultado de ello, se fundó el 27 de Abril de 1908 La iglesia Reformada
de Tres Arroyos encabezada por el pastor Van Lonkhuysen. El 8 de junio de ese
mismo año, se lleva a cabo el primer Consejo Eclesiástico con la presencia de Juan Dekker,
Juan Blom y Luís Pluis y Jacobo Ebbens como diáconos. En sus comienzos, la iglesia funcionaba
en la casa del propios Juan Pluis hasta que en el año 1943, se trasladara a la calle
Maipú 475. El apego a sus pautas religiosas, fueron uno de los factores fundamentales que
preservó la identidad de la colectividad holandesa en Tres Arroyos. En nuestros días, la Iglesia
del Centro posee más de quinientos feligreses, entre confesantes y bautizados. Además
de celebrar sus cultos en idioma neerlandés y español, se forman diversas actividades que
la mantienen en comunión con la población local. Entre ellas se destacan las reuniones de
matrimonios, de coros y catecismo o la escuela bíblica para niños.
En el año 1925, el pastor Sonneveldt anunciaba el encuentro con otra nueva migración
de holandeses que intentaba probar suerte en la Argentina, tras las duras condiciones económicas
que vivía su país. Llegaban así entre 1924 y 1925 los Bakker, Boonstra, Bruines,
Douma, Groenenberg, Karraij, Mulder, Ouwerkerk, Peetdom, Shening, Terlouw, Van der
Horst, Van der Sluis, Van der Velde, Van Strien, Veninga, Verkuyl y Waterdrinker, muchos
de ellos procedentes de Haarlemmermeer. Estas famlias se establecieron en zonas de San
Cayetano donde fueron recibidos por los descendientes de holandeses de la primera migración
como la familia Zijstra y Olthoff. La llegada de estos holandeses, dio nuevo impulso a
la vida de la colectividad holandesa de la zona

Fuente: www.eujaen.es