sábado, agosto 21

La nueva guía oficial de La Alhambra, Granada, España

Granada, 21 jul (EFE).- La Alhambra ha editado su nueva guía oficial que, por primera vez, incluye detalles y curiosidades del conjunto palatino y su paisaje, así como una recopilación de los personajes que han formado parte de la historia del monumento nazarí.
La publicación tiene 354 páginas y recoge, entre otros aspectos, las diferentes panorámicas de la ciudad que se pueden observar desde La Alhambra, según ha explicado la directora del Patronato, María del Mar Villafranca.
Al principio de cada uno de sus quince capítulos aparece, a doble página, un resumen y un plano de situación.

Algunos elementos singulares de la zona que se trata en cada capítulo se destacan con unos recuadros en los que se incluyen una imagen y un pequeño texto independiente del relato general.
El autor de la guía, Jesús Bermúdez, ha recopilado durante cuatro años textos de varios colaboradores así como más de 300 fotografías procedentes del Archivo Histórico de la Alhambra y de los fotógrafos Vicente del Amo, Alberto Caballero y Adrián Tyler, entre otros.
Bermúdez ha señalado que esta guía rompe con toda la tradición de ediciones turísticas con un planteamiento "riguroso y complejo".
Además, la publicación será la primera guía oficial de un monumento que cuenta con un código QR (Quick Response Barcode), que permitirá al usuario entrar a la página web del Patronato de la Alhambra a través de su móvil y conocer, de primera mano, las novedades actualizadas de lo que sucede en el recinto monumental.
Los textos del libro, del que se han editado 100.000 ejemplares, se podrán consultar en castellano, inglés, francés, italiano y alemán, y actualmente, según la directora del Patronato, se negocia con el País Vasco, Cataluña y Galicia para editar la guía en sus respectivas lenguas.
También cuenta con algunos de los últimos avances en el conocimiento científico del lugar, a raíz del trabajo que desarrolla el equipo técnico del Patronato y un grupo de profesionales de distintas disciplinas que colaboran habitualmente con el monumento.
Asimismo, la guía se completa con un cuaderno de notas para que el viajero escriba sus impresiones durante la visita.


viernes, agosto 20

Hallados en San Vicente los pilares del antiguo templo medieval, Lugo, España

Las obras de rehabilitación de la iglesia de San Vicente de O Pino de Monforte no dejan de aportar datos y restos sobre la antigua construcción que hubo en su lugar, así como de otros elementos que caracterizaron el templo a lo largo de su historia. Tras el hallazgo de nuevas pinturas murales, imágenes, sepulcros y otras tumbas, ahora salieron a la luz el basamento del presbiterio original y antiguos accesos a los púlpitos.
El párroco de San Vicente, César Carnero, explicó que al levantarse el solado del actual presbiterio se acometieron excavaciones con una profundidad de unos 30 centímetros de tal forma que se llegó a un firme en el que se detectaron las bases del antiguo templo que dio paso al actual. Además se descubrieron las de los antiguos púlpitos, tanto el del evangelio como el epistolar. En la actualidad se conserva el propio del sermón. Así se constata que la iglesia tendría inicialmente tres púlpitos.
El sacerdote también hizo especial referencia a las intervenciones acometidas en las capillas de la virgen de Montserrat y de San Benito. Al iniciarse su recuperación se descubrió que las alacenas que las distinguen no eran tales sino que son cubiertas de los pasos por los que se llegaba hasta los dos púlpitos que antaño había en la construcción.

IMPORTANCIA
Los hallazgos son relevantes para conocer las distintas fases constructivas de la iglesia y los cambios que se efectuaron en ella a lo largo de la historia, pero por el momento no se prevén actuaciones más allá de su registro documental ante Patrimonio y sobre todo de cara a la documentación de la iglesia. Un estudio más pormenorizado implicaría, entre otras cosas, detener, o al menos retrasar, los trabajos de restauración que se efectúan en la actualidad.
Carnero, que también es responsable del departamento histórico de la diócesis de Lugo, explicó que los hallazgos serán catalogados convenientemente y cubiertos como corresponde, así como señalados de manera que en el futuro se puedan localizar si se llegase a realizar una prospección más minuciosa.
De igual forma se intervendrá respecto a las sepulturas encontradas en varios lugares de la iglesia benedictina desde que comenzaron las obras.
Entre los últimos restos aparecidos al levantar el firme de la nave principal se detectó un área de enterramiento de al menos cuatro sepulturas, así como un osario.
REFERENTE
El sacerdote, integrante también del colectivo Amigos do Patrimonio de Lemos, analizó el yacimiento con los técnicos que trabajan en la reforma en compañía de arqueólogos para determinar su importancia. «Sen dúbida, son un referente para estudos e tal vez habería que facer máis excavacións, pero eso depende das administracións e, neste caso, o proxecto de intervención non contempla ir máis alá», dijo el párroco.
En el caso de las tumbas, Carnero destacó que aparecieron al levantar la lápida del octavo conde de Lemos, Francisco Ruiz de Castro, fallecido en 1637. Las sepulturas están en el subsuelo, por lo que se presupone que podrían pertenecer a sus antepasados.
El sacerdote recordó que en diversos momentos de la historia, algunos investigadores apuntaron que la fosa del octavo conde de Lemos pudo haber sido objeto de cambios de ubicación. Las tesis en ese sentido se centran en que la lápida no está orientada hacia el retablo de la Virgen, pues se halla ubicado en sentido transversal.
PROTECCIÓN
El personal que trabaja en la restauración de la iglesia de San Vicente retiró algunos de los restos e incluso huesos para estudiarlos, aunque en breve serán recolocados. Se cree que sobre los féretros de madera, encontrada descompuesta, se colocaron en su día varias capas de tierra procedente de algún otro enterramiento. Sobre los féretros no hay restos humanos, pero sí en las inmediaciones.
Terminadas las labores de documentación, los obreros comenzarán a proteger el área con una superficie geotextil que frene futuros deterioros y filtraciones.
La restauración de la iglesia de San Vicente es una obra promovida por la Xunta con una inversión de 400.000 euros.

AZKOITIA Emotivo homenaje al azkoitiarra Pedro Irizar en el centenario de su nacimiento

El homenaje se hizo en la ermita del Ángel de la Guarda, panteón de la familia Irizar 

La ermita del Ángel de la Guarda, panteón de la familia Irizar fue escenario de un humilde y emotivo homenaje a Pedro Irizar con motivo del centenario de su nacimiento.
Los hijos del ilustre investigador, Iñigo, delegado en Corte en Madrid de la Real Sociedad Bascongada y Pedro, además de otros familiares participaron en la ofrenda floral junto al alcalde, miembros del Consistorio, amigos de la familia, cuidadores de la ermita, etcétera.
Tras la interpretación al txistu del 'Agur Jaunak', los hijos del miembro de Euskaltzaindia y el alcalde depositaron el ramo de flores sobre el lugar en el que descansa Pedro Irizar. No faltaron las palabras de agradecimiento por parte de los hijos del azkoitiarra que valoraron mucho el detalle del municipio que vio nacer a su padre y al que estuvo íntimamente ligado durante toda su vida.
También hubo tiempo para recordar el último trabajo de Pedro Irizar 'Periko' sobre la genealogía de las familias azkoitiarras, trabajo que ha culminado su hijo Iñigo ayudado de la azkoitiarra Mª Pilar Cuende y que se compone de cuatro tomos sobre las genealogías de 190 apellidos de Azkoitia con más de 2.200 páginas. 
 
Investigador incansable
Pedro Irizar (1910-2004), marchó con dos años a Madrid y obtuvo el título de ingeniero industrial y se licenció en Economía, trabajó en el Ministerio de Hacienda y en el Banco de España. Fue profesor de Economía de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid.
Fue además un investigador incansable de los dialectos del euskara. Euskaltzaindia ofrece en su página web un nuevo portal con la obra de Pedro Irizar 'Morfología del Verbo Auxiliar Vasco', un trabajo que la Academia Vasca ha publicado a lo largo de los años, en 15 tomos, y que «examina a fondo» la morfología completa de los verbos auxiliares de los dialectos del euskera. En su día, desde la Academia de la Lengua Vasca destacaron que Pedro Irizar es «la única persona que ha hecho una recopilación sistemática de la morfología del verbo auxiliar vasco y su obra se ha convertido en referencia de consulta». 

jueves, agosto 19

Piden un análisis de ADN de San Martín para saber si su madre era una indígena

Un historiador presentó pruebas que justificarían su solicitud. Por datos que afirma tener, el Libertador de América sería hijo de Diego de Alvear y Rosa Guarú. Esta versión es refutada por los investigadores sanmartinianos.
Justo cuando se conmemoró en todo el país el 160° aniversario de la muerte del general José de San Martín, su identidad todavía está en duda. El historiador Hugo Chumbita, docente e investigador de la UBA y de la Universidad Nacional de La Matanza, hizo comentarios a los medios relacionados con la evidencia que constataría que el héroe correntino no sería hijo de los padres que actualmente la historia afirma que tuvo, sino de una india guaraní, Rosa Guarú, y de Diego de Alvear. Por ello, hizo presentaciones ante la Justicia para solicitar la exhumación de sus restos para hacer prueba de ADN.

Chumbita afirma que “están depositadas muestras de ADN de Rosa Guarú y de Alvear, y ahora falta extraer una muestra de los restos de San Martín, que es donde hemos tropezado con dificultades”. Por ese motivo, se presentará una nueva acción ante la Justicia que podría fundamentar la identidad del Libertador como un mestizo americano.
Esta búsqueda de la identidad filiatoria de San Martín, posible mestizo americano, se remonta a un registro de alcurnia de una antigua familia rioplatense en el que se consigna que era hijo del español Diego de Alvear “habido de una indígena correntina”.
Esto se basa en los documentos que María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla, quien llevaba un registro de la alcurnia de su familia, una de las más antiguas de la Argentina, y dejó todo prolijamente anotado desde los últimos años del siglo XIX en un libro de comercio.
En el libro, Joaquina incluyó una Cronología de mis antepasados, donde anotó que José Francisco de San Martín era hijo del brigadier español Diego de Alvear habido de una indígena correntina, que sería Rosa Guarú, una joven guaraní que la historia sólo ubicaba como niñera del Libertador. El texto está fechado el 23 de enero de 1877, dos décadas después del fallecimiento del prócer.

Opinión local
Sobre esta cuestión, La República consultó al presidente de la Junta de Historia, Carlos María Vargas Gómez, quien dio una breve opinión personal, y como historiador y estudioso de la vida de San Martín quiso hacer hincapié en un reciente informe del Instituto Nacional Sanmartiniano, donde se confirman los orígenes del correntino, ratificando los datos que actualmente se conocen de él.
En el informe sobre los datos aportados por Joaquina de Alvear, se señala que los textos en los que se basan quienes sostienen que San Martín “no sería hijo de Gregoria Matorras y del capitán Juan de San Martín, estarían fechados el mismo año en que la autora fue declarada jurídicamente demente”.
En tanto, el historiador correntino mencionó, a título personal, que para él, volver sobre la identidad genética de San Martín se justificaría si lo requiere un conjunto de academias o institutos con autoridad reconocida, y no una persona nada más, amén de sus aptitudes como historiador.
Para Vargas Gómez, el historiador que requiere que se haga una prueba de ADN del prócer correntino no se basa en documentos serios.

Diario La republica de Corriente

miércoles, agosto 18

Biblioteca en Nuevo México ofrece datos de genealogía hispana

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ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. -- Pat Vigil (foto) revisaba las páginas de un libro de espiral de cinco centímetros (dos pulgadas) de grosor en las que averiguó datos de la genealogía de su familia al identificar fotografías de sus padres, sus abuelas y de un hermano que jugaba al béisbol en una liga comunitaria.

Vigil destaca el testamento de su abuelo y el mapa dibujado a mano de unas cuantas calles del antiguo barrio de Barelas en Albuquerque. Luego despliega un árbol genealógico que abarca unas 12 generaciones.

Vigil, de 81 años y nativo de Albuquerque, pasó varios años en la década del 80 investigando a su familia y compilando el libro que ahora forma parte de los archivos en la biblioteca genealógica del Centro Cultural Nacional Hispano.

Su trabajo, según indicó, habría sido más fácil si la biblioteca genealógica que data de una década hubiera existido cuando hizo sus investigaciones.

"Mi sugerencia a cualquier persona (con ascendencia hispana) es que empiecen por aquí" su investigación, dijo Vigil.

La biblioteca, ubicada en un edificio histórico que sirvió previamente como sede de una escuela primaria a la que asistió Vigil, ofrece recursos de investigación que van desde documentos de propiedad de tierras, documentos de registro de unos 200 años de antigüedad de la Arquidióces Católica de Santa Fe, censos de población así como registros religiosos y gubernamentales de ciudades como El Paso, Texas, y las ciudades mexicanas de Chihuahua y Durango.


Los documentos obtenidos de El Paso y de México son importantes porque "casi todos los que han llegado hasta aquí pasaron por esas áreas y si alguien quiere remontarse bien atrás en el tiemo va a necesitar darle una revisada a esta información", indicó la bibliotecaria Greta Pullen.

La biblioteca también posee miles de volúmenes de la historia y la cultura de Nuevo México, del suroeste de Estados Unidos, de América Latina, de México "y de todos los lugares donde estuvo presente España" para respaldar las búsquedas de familiares, indicó Carlos Vásquez, director del centro de artes históricas y literarias del centro cultural.

"Nuestra información, única en su tipo, le da un contexto histórico a las investigaciones de genealogía que las personas vienen a hacer aquí".

La exploración española de lo que hoy es Nuevo México data de aproximadamente 1540. Juan de Oñate se convirtió en el gobernador de Nuevo México en 1598, reclamando el territorio al norte de lo que hoy es El Paso para la corona de España.

La Nueva España obtuvo su independencia en 1821, convirtiéndose en lo que hoy es México. Nuevo México pasó a ser territorio estadounidense en 1846.

En la actualidad, los hispanos conforman aproximadamente el 42% de la población pero el alcance de la biblioteca va más allá porque los hispanos se casaron con integrantes de otros grupos étnicos a lo largo de los siglos y los habitantes de Nuevo México se mudaron a otras regiones duante décadas.

Además, los censos y los registros eclesiales contemplan al total de la población y no sólo a un grupo étnico.

La biblioteca también puede prestar un microfilm de lo que se considera la mayor colección genealógica del mundo: La Biblioteca con la Historia Familiar de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City.

Personas de diferentes localidades llaman a la biblioteca del centro cultural, en parte porque su catálogo y las guías para sus archivos se encuentran en línea. La sección del salón de lectura hispana de la Biblioteca del Congreso también enumera algunos documentos de la colección del Centro Cultural.

La biblioteca incluye la historia sobre los orígenes de Nuevo México y de los nombres del territorio compilados por el religioso oriundo del estado Fray Angélico Chávez, quien enumera por primera vez algún nombre particular registrado en el estado. Muchos de los nombres eran hispanos; los nombres no hispanos fueron incorporados en un suplemento durante el siglo XIX.

Sin embargo, Pullen recomendó a la gente que entrevistara primero a sus familiares.

"Esto se debe a que los registros son muy secos. Si es lo único que tienes, no vas a hallar mucho. La gente es la principal fuente de este tipo de historias", agregó.

El interés de Vigil en la genealogía fue inculcado por una historia de su padre, quien le narró que su bisabuela, que nació en España, llegó a México con su hermano, un sacerdote. A final de cuentas, Vigil descubrió que la historia era confusa.

Por ello, el consejo de Vigil va en contra de lo que dice Pullen, al indicar que "no confíe en mitos familiares, en el folclor y la leyenda".

Vigil reunió información de sus padres, hermanos, tíos, tías y primos pero también halló registros bautismales, certificados de matrimonio, fotografías de recién nacidos, censos y otros documentos.

"A menos que se tenga un documento que ligue a un familiar con los de la siguiente generación, ni lo mencione. No quiero poner nada por escrito hasta que tenga un documento para respaldarlo", agregó.

Vásquez indicó que la genealogía lleva tiempo, persistencia y un buen seguimiento de registros, pues mucha información no está en línea.

El mismo Vigil está de acuerdo en que las computadoras no lo tienen todo.

"Uno tienee que comenzar con el (micro)film, los registros bautismales, de nacimiento... las actas de defunción, de matrimonio. No es que te conectas a una computadora y listo, pues no", agregó. "Hay que investigar, investigar e investigar. Obstinarse, diría yo", dijo.

Sin embargo, ocurre que un nombre de un ancestro salta de un registro. Virgil recuerda haber hallado a su bisabuela: "Oh, Dios mío, ahí está, justo allí", agregó.

The Associated Press

Búsqueda de raíces

San Cebrián de Castro acoge la exposición de un árbol genealógico que reúne a más de 3.000 personas, realizado por Félix Manuel Aparicio 

NEREA VILLORIA La curiosidad de conocer más acerca de los familiares sobre quienes le hablaba su abuelo cuando era pequeño acompañó a Félix Manuel Aparicio Lorenzo durante toda su vida, hasta que un buen día decidió investigar los lazos que le unen con sus antepasados.

El árbol genealógico de la familia tomó tales dimensiones que las ramas se multiplicaban y abarcaban en cada descubrimiento a nuevos vecinos de San Cebrián de Castro. Fue entonces cuando optó por ampliar lo que en un principio era un proyecto personal al que no le otorgaba una dedicación plena para convertirlo en un trabajo en el que estaría representado todo el pueblo. El árbol ha crecido notablemente y, a día de hoy, son 3.354 personas las que forman parte de la copa.

El año 1640 es el más antiguo de la multitud de fechas que presenta el organigrama de las relaciones familiares existentes desde entonces en San Cebrián. Una de las principales conclusiones a las que ha llegado Félix es que la mayoría de las personas, alrededor de un 90%, se encontraban en la provincia de Zamora, «son de San Cebrián, de Fontanillas y de Riego, pero hay también de Manganeses y de Piedrahita».

Aparicio, Liedo, Muga, Manso, Ruiz, Lorenzo, Casado (con origen en Fontanillas) y Lera son los principales apellidos de las familias que en algún momento habitaron el pueblo.

Algunos se mantienen y otros han desaparecido, como sucedió con «los Manso», que en la actualidad no lo tiene ningún vecino de primer apellido y el más cercano es el segundo de una persona ya fallecida.

Respecto al apellido de su familia, Félix descubrió que «los primeros Aparicio que vinieron aquí procedían de Moreruela de Tábara y se asentaron aquí en San Cebrián, luego todos los Aparicio del pueblo descendemos de ellos y todos somos familia».

Para la recopilación de datos, comenzó a unir los apellidos que se iban incorporando a su propio árbol familiar y así obtuvo los descendientes de cada uno de ellos: «la parte que comprende la línea directa de nuestro árbol llevaba haciéndola durante unos ocho o diez años».

El impulso definitivo llegó hace dos años gracias a las posibilidades que le ofrecía el portal de Internet «My Heritage», que calcula el grado de parentesco entre dos personas. A partir de entonces, recogió los datos que le facilitó el Ayuntamiento de la localidad, «tuve la suerte de que la mayoría era de San Cebrián y pude obtener mucha información, pero para las personas nacidas antes de 1870 ya tuve que ir al Obispado para buscar a los ancestros», explica Félix.

La vuelta al pasado se detuvo momentáneamente en el año 1700, cuando encontró el apellido Liedo, muy común en San Cebrián, por lo que retrocedió e incorporó las nuevas identidades. Su familia también sumó nuevos miembros: «el apellido Liedo estaba en la generación de mis abuelos y descubrí que efectivamente estábamos emparentados».

No obstante, la transmisión de datos ha sido principalmente verbal, «he hablado con ellos y cuando les he informado de que estábamos emparentados se llevaban una sorpresa». Las anécdotas también tocan de cerca a Félix, «mi mujer es tía quinta mía, por lo tanto mis hijos son sobrinos sextos», reconoce.

Un proyecto de tal envergadura incluye también reflejos del éxodo de la población. «Más que genealogía, es historia de la evolución del pueblo», afirma Félix. En el organigrama aparecen personas de Barcelona, Estados Unidos, emigrantes a Argentina a principios del siglo XX e incluso familias enteras de México.

«Empadronados aquí puede haber alrededor de 250 personas, la más joven de dos meses y con apellido Ruiz, y en el árbol hay 3.354, pero ese dato puede cambiar dentro de una hora», asegura el autor. «Al partir de mi propia familia, hay bastantes apellidos de gente que reside aquí y en los pueblos limítrofes que todavía no he investigado pero espero hacerlo próximamente».

Residente en Aranda de Duero (Burgos), Félix ha respondido a la llamada de la Asociación Cultural de su pueblo, de San Cebrián, para exhibir su trabajo. El pasado domingo impartió una charla-coloquio sobre genealogía, como experto en la materia tras su investigación de toda una década ante un público que se mostró muy interesado.

Los preparativos de la exposición están a punto de llegar a su fin, pero el trabajo es muy laborioso. Los últimos detalles consisten en colocar los últimos folios, los escudos heráldicos y una colección de fotografías antiguas.

La inauguración de la muestra del árbol de familia de todo el pueblo tendrá lugar mañana viernes 13 de agosto a las 19.00 horas de la tarde en el salón del Ayuntamiento de San Cebrián de Castro. La exposición será «muy visual», con documentos impresos y el pase a través de un proyector y, además, Félix promete alguna sorpresa.

La duración de la exhibición está aún por determinar, «depende de la afluencia de publico», si bien se prevé exitosa, ya que se enmarca dentro del programa de actos para el verano de la Asociación Cultural de la localidad.

Fuente http://www.laopiniondezamora.es

PISTAS DE UN POSIBLE MESTIZO AMERICANO QUE LIBERTO UN CONTINENTE

La búsqueda de la identidad filiatoria de José de San Martín, posible mestizo americano, se remonta a un registro de alcurnia de una antigua familia rioplatense en el que se consigna que José Francisco de San Martín era hijo del español Diego de Alvear "habido de una indígena correntina.

Cuentan los documentos que María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla se propuso llevar un registro de la alcurnia de su familia, una de las más antiguas de la Argentina, y dejarlo todo prolijamente anotado desde los últimos años del siglo XIX en un libro de comercio.

En el libro, Joaquina incluyó una "Cronología de mis antepasados donde anotó que José Francisco de San Martín era hijo del brigadier español Diego de Alvear habido de una indígena correntina, que sería Rosa Guarú, una joven guaraní que la historia sólo ubicaba como niñera del Libertador.

El texto está fechado el 23 de enero de 1877, dos décadas después del fallecimiento del prócer.

El tema es analizado por el historiador Hugo Chumbita y el genealogista Diego Herrera Vegas en las publicaciones "El secreto de Yapeyú" y "El manuscrito de Joaquina".

Diego de Alvear (1749-1830) llegó al Río de la Plata en 1774, participó en combates contra los portugueses y luego contra los ingleses.

En 1778, el año en el que nace San Martín, dirigió una división que tuvo la misión de establecer el tratado de límites sobre los ríos Paraná y Uruguay.

En algún lugar de las misiones conoció a Rosa Guarú y concibieron al niño, que fue encomendado al gobernador de la reducción de Nuestra Señora de los Reyes Magos de Yapeyú, Don Juan de San Martín, y a su esposa Gregoria Matorral, quien por entonces tenía 40 años y cuatro hijos.

En 1780 Juan de San Martín deja Yapeyú y en 1783 viaja a España con toda la familia.

En 1781, Diego de Alvear se casa con María Josefa Balbastro con la que tuvo nueve hijos; uno de ellos, Carlos María, nacido en 1789.

Según los Alvear, Don Diego se mantuvo siempre en contacto con la familia San Martín, costeó los gastos para que José Francisco siguiera la carrera militar, mantuvo un trato afectuoso con él y Carlos María supo que José era su medio hermano.

En 1810, al producirse la Revolución de Mayo, regresan ambos de España aprovechando las relaciones de su padre en Londres y Buenos Aires, se cuenta.


martes, agosto 17

La Familia Roglà dona su archivo fotográfico a la Biblioteca Valenciana

# Las fotografías recrean escenarios valencianos de finales del XIX y principios del siglo XX
# La donación a la Generalitat está formada por 425 placas de vidrio y 36 negativos en película, así como 88 partituras musica.

La Biblioteca Valenciana ha recibido en donación de la colección fotográfica y de partituras musicales de la familia Roglá de manos de las nietas y bisnietas de los autores, José Roglá Alarte y su hijo Francisco Roglá López. Así, la familia Roglá ha donado a la Generalitat 425 placas de vidrio y 36 negativos en película, así como 88 partituras musicales.

La directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas, y directora de la Biblioteca Valenciana, Silvia Caballer, ha recibido esta mañana la documentación del fondo. En representación de la familia han estado en el acto Isabel Roglá Benedito, Mª Gloria Roglá Navarro y Mª Carmen Roglá Albiol.

Fuente:elperiodic.com

“Las fotografías realizadas por José Roglá Alarte y su hijo Francisco Roglá López, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, pasan a enriquecer los fondos de la Biblioteca Valenciana. Esta colección nos muestra imágenes de la vida y costumbres de los valencianos de esa época, y constituye un material de gran valor para los investigadores”, ha indicado Silvia Caballer. La directora ha agradecido a la familia Roglà está donación.

El fondo fotográfico será digitalizado e incorporado a la Biblioteca Valenciana Digital para que todos aquellos estudiosos o interesados en este tipo de fondos lo puedan consultar desde cualquier lugar del mundo a través de Internet.

Una de las familiares ha sido la responsable de la clasificación del material antes de depositarlo en la Biblioteca Valenciana, y ha explicado que el archivo contiene muchas imágenes de Ayora, Portaceli, Cullera y la Albufera, lugares vinculados a la familia de alguna forma. Las partituras cuentan con dedicatorias autografiadas.

La monumentalidad del héroe

En 1864, el Congreso de la Nación aprobó una ley destinada a repatriar los restos del héroe de Chacabuco y Maipú constituyéndose en el puntapié inicial de una persistente voluntad política de colocar a San Martín a la cabeza del panteón heroico nacional.

Las genealogías nacionales suelen ser engañosas al abrigar en su interior esa necesaria y selectiva red de recuerdos y omisiones que permite a los integrantes de una comunidad política reconocerse en un pasado común.

Ese sustrato de creencias constituye la médula interpretativa de las narrativas decimonónicas que historiaron los orígenes de la nacionalidad argentina, y sobre ella habría de descansar la dilatada y perdurable pedagogía cívica que las elites políticas e intelectuales promovieron con énfasis para crear sentimientos y lazos de pertenencia reales o imaginarios con el Estado nación.

Naturalmente la Revolución de 1810 y los hombres que la lideraron no podían quedar al margen de ninguna operación intelectual y política destinada a la conquista de ese objetivo.

Aun antes de la caída de Rosas (1852) los románticos argentinos habían depositado en el momento revolucionario y en sus más decididos promotores, el interés por enlazar aquel pasado heroico con un tiempo presente urgido por suturar las heridas abiertas con las guerras que siguieron a la crisis de independencia, y afianzar de una vez por todas la unión definitiva de las provincias argentinas que el pacto constitucional de 1853 no había conseguido consolidar.

Ninguno de los principales exponente de la generación romántica podía dejar de sentirse atraído por los trayectos vitales y políticos que ameritaban integrar el selecto elenco de los padres fundadores de la Patria, y menos aún podían desconocer la manera en que el estelar periplo sanmartiniano se erigía como candidato apropiado para liderar el panteón heroico de la nueva nación.

Aunque Sarmiento fue el primero en rescatar del olvido sus hazañas guerreras durante su exilio chileno, habría de ser el entonces presidente Bartolomé Mitre quien percibió que sólo el héroe muerto en el “ostracismo voluntario” en la lejana villa francesa de Boulogne sur mer después de haber luchado por la independencia y de haber negado usar su fuerza militar en las guerras intestinas, podía ser capaz de arbitrar las diferencias que ninguno de sus contemporáneos podía llegar a emular.

Por ello, en 1862, ordenó erigir una estatua ecuestre en la plaza de Retiro donde él mismo encabezó la ceremonia en la cual destacó las cualidades del homenajeado apelando al repertorio de vocablos emanado de esa verdadera usina ideológica erigida con la Revolución para hacer de su desempeño el modelo virtuoso de la nueva nación: lo definió como Libertador, héroe del pasado y modelo del futuro, síntesis de virtudes cívicas y morales cuyo recuerdo debía iluminar la política del presente en beneficio de la unidad política nacional.

Poco después, en 1864, el Congreso de la nación aprobó una ley destinada a repatriar los restos del héroe de Chacabuco y Maipú constituyéndose en el puntapié inicial de una dilatada aunque persistente voluntad política de colocar a San Martín a la cabeza del panteón heroico nacional.

El altar de la Patria

La empresa recién pudo ser clausurada en 1880 cuando después de construir un mausoleo adjunto a la catedral metropolitana, los restos de San Martín arribaron al puerto de Buenos Aires el 28 de mayo para encabezar, según Sarmiento, la “ceremonia pública más importante del siglo XIX”.

Allí se dio cita la flor y nata del elenco de políticos reunidos en el régimen de los notables, y un público muy variado que incluía al emblemático regimiento de granaderos, los cuerpos de guardias nacionales, las colectividades de inmigrantes europeos, y algunos contingentes de escolares especialmente vestidos e instruidos en marchas militares para participar del ceremonial.

A instancias de Bartolomé Mitre, un grupo de periodistas liderados por el doctor Manuel Bilbao, formaron parte de la comitiva seguidos por directores y redactores, estudiantes universitarios, miembros de la Sociedad Rural y del Club Industrial, escribanos y procuradores, sociedades barriales de la Boca, alumnos del Colegio Nacional y varias asociaciones de afroargentinos.

En el muelle de Catalinas, Sarmiento fue el encargado de pronunciar el discurso de recepción en nombre del Ejército tal como lo había hecho veinte años antes cuando habían sido repatriados los restos de Bernardino Rivadavia.

En las palabras siempre efectivas del célebre autor del Facundo, y como ya lo habían señalado los observadores extranjeros antes de 1830, San Martín era equiparado no solo con Bolívar sino con Washington, esa tríada de "grandes hombres" que vigorizaron la independencia del "Extremo Occidente" ofreciendo a la antigua Europa la novedad republicana.

A su juicio, la repatriación de las cenizas de San Martín coincidía con un momento propicio para saldar las heridas abiertas con el violento ciclo de guerras que por décadas había lacerado la vida argentina. En la percepción sarmientina, en los treinta años transcurridos desde la muerte del General, una porción del país había conseguido sumergirse en una intensa modernización económica, social y cultural que anticipaba un destino nacional promisorio: "Harto hemos avanzado desde que vamos despacio.

Hemos avanzado más que todos los otros Estados americanos, con sólo haber dejado sucederse de seis en seis años, tres administraciones más o menos defectuosas, más o menos justificadas, pero todas y cada una señalando un gran progreso en población, riqueza e inteligencia". Esa mirada promisoria y optimista sobre el futuro del país no le hacía perder de vista que los beneficios obtenidos por la “gran transformación” iban a ser arbitrados y disfrutados por las nuevas generaciones de argentinos.

Es allí donde el viejo Sarmiento ubicó concretamente la oportunidad del enlace entre pasado, presente y futuro con lo cual era posible saldar la deuda con el Libertador: "Vosotros y nosotros, pues, hacemos hoy un acto de reparación de aquellas pasadas injusticias, devolviendo al General don José de San Martín el lugar prominente que le corresponde en nuestros monumentos conmemorativos.

Podremos respirar libremente, como quien se descarga de un gran peso, cuando hayamos depositado en el sarcófago, que servirá de altar de la Patria, los restos del Gran Capitán, a cuya gloria sólo faltaba esta rehabilitación de su propia patria y esta hospitalidad calurosa que recibe de sus compatriotas".

Después de finalizado el acto de recepción, la comitiva que acompañaba el traslado del ataúd se detuvo frente al monumento ecuestre en la Plaza San Martín. Allí, el presidente Avellaneda destacó el valor de "la conmemoración de los héroes" y declaró completa la "obra de glorificación".

Al exaltar las enseñanzas perdurables de San Martín, las palabras presidenciales hicieron referencia a que el legado sanmartiniano de mayor valor consistía en haber evitado la tentación de hacer “una espada en cetro” con lo cual enarbolaba el modelo de subordinación militar del homenajeado como remedio seguro para clausurar el ciclo de rebeliones e insurrecciones armadas que habían demorado la consolidación de la autoridad nacional en el entero país.

Luego la carroza negro y oro que conducía el féretro recorrió la calle Florida en medio de una nutrida muchedumbre que acompañaba en silencio el desfile mientras las campanas de las iglesias repicaban sin cesar. Al llegar a la catedral, el féretro fue depositado y se rezó una oración. Años después, más precisamente en 1906, los restos del memorable general Las Heras (quien había tenido un protagonismo singular en la reunión de fuerzas ante el desmadre de Cancha Rayada) recibieron sepultura en la catedral después de haber sido repatriado de Chile donde había muerto en 1866.

El altar de la Patria se completó en 1966 cuando también los restos del general Tomás Guido hallaron su última morada junto al Gran Capitán dando cuenta de una monumentalidad de largo aliento en la cual la memoria sanmartiniana había sido ya despojada de los significados atribuidos por los fundadores del republicanismo liberal, y que el Mitre historiador había consagrado en la biografía dedicada al Libertador que – a diferencia de la que dedicó a Belgrano- le había permitido colocar la revolución rioplatense a la altura de las grandes revoluciones, preservar la tradición republicana y proyectarla a escala continental robusteciendo la imagen de la excepcionalidad argentina en el concierto de las naciones resultantes del colapso del imperio español en América del sur.

El santo de la espada

En 1933 el escritor Ricardo Rojas – quien ya había ubicado al poema del Martín Fierro de José Hernández, y al Facundo de Sarmiento en el panteón de las letras argentinas-, dio a conocer una nueva biografía que bajo el título El Santo de la Espada intentaba refutar la visión petrificada que el año anterior había ofrecido José Pacífico Otero, un autor vinculado a los sectores nacionalistas de derecha y presidente del Instituto Sanmartiniano fundado en 1933.

La versión de San Martín forjada por Rojas distaba de la visión militarista acuñada por el autor de la Historia del General San Martín, al ubicar el trayecto del héroe en un plano trascendental, no humano, y de santificación laica con el cual aspiraba hacer de sus virtudes y valores un héroe civil que fuera capaz de no restringir la identidad nacional argentina al sector castrense.

Esa operación intelectual en la que la santificación del soldado consagrado por Mitre cedía terreno a favor de la santidad civil, habría de avanzar más allá de la simple “hagiografía” en la que había sido atrapada por su autor.

Más precisamente, en 1950, la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador llevaría a la apoteosis la imagen sanmartiniana, al dotar al régimen peronista de un dispositivo simbólico de inigualable impacto para afirmar la identidad nacional en una clave uniformizadora en la que las Fuerzas Armadas tenían un lugar central desde 1943.

Los cuatro densos volúmenes que reunió el nutrido repertorio de contribuciones que consagrados historiadores argentinos dedicaron a cada faceta del perfil y accionar epopéyico de San Martín en el Congreso Nacional de Historia del Libertador, que tuvo como sede la Universidad Nacional de Cuyo, constituyeron un hito relevante de la manera en que la liturgia oficial de la revolución peronista imprimió un sello distintivo al legado sanmartiniano.

No se trataba tan sólo de un acontecimiento sujeto a un uso político de circunstancias ante la inminente contienda electoral de 1951 en las que el líder peronista habría ser plebiscitado por una ciudadanía engrosada por el voto femenino.

Años antes a la ley nacional que pondría toda la maquinaria estatal y universitaria al servicio de la conmemoración del centenario de la muerte del Padre de la Patria, el gobierno de los coroneles que había demolido el régimen fraudulento instalándose como reserva moral de la nación vapuleada por la corrupción y el vetusto sistema de partidos, había instituido el 17 de agosto de 1943 la “Orden del Libertador San Martín”, una condecoración destinada al reconocimiento de quienes hubieran prestado los servicios prestados al país o a la humanidad asociando la principal distinción otorgada por la Nación a la figura del prócer preferido por los argentinos.

Para ese entonces, el ejército se había convertido en el principal depositario de la memoria sanmartiniana y a raíz de ello, el Instituto Nacional Sanmartiniano pasó a depender de la corporación militar en 1944 cuando ya Perón portaba las credenciales de vicepresidente.

En 1949 al momento de inaugurar las sesiones de la Asamblea constituyente que habría de dotar de carácter constitucional los derechos sociales, y habría de habilitarlo para un nuevo mandato presidencial bajo la resistencia soterrada de la amplia galaxia antiperonista, quien se había erigido en líder popular indiscutido desde la memorable jornada de octubre de 1945, habría de pronunciar un discurso lo suficientemente compacto del nuevo momento argentino que exigía atemperar “la emoción exaltada” del triunfo para dar lugar a la reflexión y la “cimentación jurídica”.

Esa nueva etapa argentina cuya genealogía se retrotraía a 1853 no podía dejar de aludir al “genio tutelar de los argentinos, el general San Martín”. En palabras de Juan Perón: “San Martín es el héroe máximo, héroe entre los héroes y Padre de la Patria. Sin él se hubieran diluido los esfuerzos de los patriotas y quizás no hubiera existido el aglutinante que dio nueva conformación al continente americano. Fue el creador de nuestra nacionalidad y el libertador de pueblos hermanos. Para él sea nuestra perpetua devoción y agradecimiento.”

En 1950 la apoteosis sanmartiniana estaría destinada a traspasar el umbral de los círculos políticos y militares, y abandonar el reducto cuasiclerical de los claustros universitarios adquiriendo también manifestaciones estéticas monumentales que se llevaron a cabo en Mendoza para clausurar las sesiones del congreso.

La celebración tuvo lugar el 29 de diciembre y el escenario elegido no podía ser más apropiado para reproyectar la imagen sanmartiniana en un triple plano que combinaba de manera selectiva el modelo del genio militar aportado por Mitre, el trascendental acuñado por Rojas, y el nacionalista católico inaugurado por Otero: el sitio elegido fue el teatro griego construido al pie del cerro donde en 1914 se había inaugurado el monumento al ejército de los Andes bajo la iniciativa del gobierno nacional y del estado provincial controlado todavía por los hombres del partido liberal.

La fiesta fue fastuosa y demandó pacientes gestiones de funcionarios universitarios, políticos y artistas nacionales y provinciales. Según las crónicas, la iniciativa partió del célebre compositor Julio Perceval quien creyó oportuno componer un Canto a San Martín cuya letra fue encargada al autor de la novela Adán Buenosayres (1948), Leopoldo Marechal. La puesta en escena integró artistas y músicos consagrados del Teatro Colón y de renombrados elencos de otros teatros y coros de La Plata, Tucumán, Córdoba y Mendoza a los que se sumaron coros juveniles y de niños.

Aquella formidable monumentalidad estética se desglosó en cinco partes regidas todas por un registro épico que colocaba al “héroe de la guerra” y “mártir de la espada” en la celestial dimensión de los “ángeles” y de la “gloria” merecida sólo para los justos.

lunes, agosto 16

Genealogía de los Pérez Galano de Tirajana

En Tirajana, principalmente en Risco Blanco, es muy conocido el linaje de los Pérez Galano. Los descendientes actuales confrecuencia desconocen el origen de Galano, confundiendolo con un dichete o nombrete, hablando de que si su abuelo era un galán. Queda claro que la creativa popular es muy recurrente.

La familia Pérez Galano, ambos apellidos, se constata su presencia en Tirajana y Agüimes desde el siglo XVIII. Con este trabajo de genealogía queremos destacar la labor de Dori Araña Pérez, maestra del CEO Tunte, descendiente de Juan Pérez Galano, que hasta el presente es el ascendiente más antiguo registrado por nosotros.

El árbol genealógico de los Pérez Galano es el siguiente:
I.- Juan Pérez Galano, natural y vecino de Tirajana, casado con Catalina Gómez.
1.- Juan Pérez Galano, natural de Agüimes, casado con Erigida Vega Sarmiento, natural de Santa Brígida.

A.- Bartolomé Pérez Vega, bautizado el 22 de febrero de 1782 (libro 7 de bautismo, folio 306 de Tunte), casado con su prima hermana, con dispensa de 2º grado en 1812, Rosalía Micaela Pérez Peñate, bautizada el 23 de diciembre de 1784 (libro 8 de bautismo de Tunte, folio 31), hija de Cristóbal Pérez Galano, natural de Agüimes, y de Beatríz Peñate, natural de Santa Erigida, nieta de Juan Pérez Galano y de Catalina Gómez, abuelos también de su marido.

a.- José Pérez Pérez, casado con María del Rosario González

a).- Juan María Pérez González, casado con María Santiago Vega Ojeda.

a´.- Juan Martín Pérez Vega,casado con Dorotea Pérez Álvarez (nacida 24 junio 1887), hija de José Pérez López y María del Pino Álvarez., nieta de José Ildefonso Pérez Álvarez y Catalina López Pérez

a´´- Teodora Pérez Pérez,casada con Miguel Araña Santana

Felipe Enrique Martín Santiago es historiador.

Fuente: http://www.teldeactualidad.com/

domingo, agosto 15

Mexicana de 111 años

Investigadores estudiarán el genoma de una mexicana de 111 años

San Diego (California), 13 ago (EFE).- La residente de mayor edad de California, Soledad Mexia, quien hoy cumple 111 años, será parte del pequeño grupo de personas cuya secuencia de genoma completa será estudiada por un equipo de gerontólogos
Considerada como una de las escasas "supercentenarias", personas que llegan a los 110 años de edad, Mexia nació el 13 de agosto de 1899 en el norteño estado de Sinaloa, en México, y se convirtió en una ciudadana de EEUU cuando tenía 100 años.
Mexia, quien ha visto a cinco generaciones de sus descendientes visitar su hogar en San Diego, es la persona de mayor edad en California cuya acta de nacimiento ha sido oficialmente verificada.
Armida Galaz, hija de Soledad y con quien la centenaria ha vivido durante las últimas dos décadas, dijo a Efe que su mamá, hija de un carpintero, nació en el pueblo de La Noria (Sinaloa) y tuvo 10 hijos, de los cuales cinco viven.

La familia se ha expandido hasta abarcar a 24 nietos, 45 bisnietos, y dos tataranietos.
El estado de salud de Soledad es estable, pues cuenta con buena visión y claridad de mente, sin embargo, hace dos semanas una herida de su pierna no respondió a tratamiento de antibióticos, lo que ocasionó que le fuera amputada la pierna debajo de la rodilla, por lo que ahora se recupera en su domicilio.
"El pasatiempo favorito de Mexia son las siestas. Después de su operación está un poco apagada. No ha preguntado nada sobre su pierna pero sigue comiendo bien", dijo Armida.
Investigadores con el Grupo de Investigación en Gerontología (GRG, en inglés), que reúne a académicos de universidades de Los Angeles, Nueva York, Washington DC y Atlanta, han trabajado para completar el mapa genómico de Mexia, con el fin de contribuir hacia el entendimiento de los secretos de la longevidad.
Su familia le provee un estricto régimen dietético, que comienza cada día con una bebida proteínica y que no excluye, en ocasiones especiales, un poco de anís.
Mexia será una de los primeros supercentenarios incluidos en un estudio encabezado por el doctor L. Stephan Coles, cofundador del GRG y de la Fundación Para la Investigación de los Supercentenarios.
Coles dijo a Efe que estos médicos, científicos e ingenieros tienen la ambiciosa meta de hacer más lento y lograr revertir el envejecimiento humano dentro de los próximos 20 años.
"Tal vez una persona de cada 10 millones alcanza los 110 años, y de entre ellos menos de la mitad alcanza los 111 años", dijo Coles.
Su equipo, dijo el especialista, busca localizar el secreto de la longevidad a través de un extenso estudio que a lo largo de 10 años ha entrevistado a los centenarios, sus familiares y a personas de longevidad normal.
"Nadie ha descubierto el secreto todavía, pero está en los genes, se hereda. Por eso es importante que la familia de Soledad estuviera dispuesta también a donar sangre y cabello, pues existe la tendencia entre supercentenarios de que sus familias también viven largos años", señaló Coles.
El especialista dijo que no hay diferencias significativas ocasionadas respecto a longevidad debido al estilo de vida de los supercentenarios entrevistados, ya que algunos de ellos incluso han fumado por muchos años o tomado alcohol.
"Cuando familiares cercanos participan, es más eficiente estudiar la secuencia de ADN y reducir la inseguridad y ambigüedad cuando se le lee", dijo Coles.
La secuencia genómica de descendientes de Soledad y la suya propia estará lista en cerca de tres meses, para luego ser comparada con la de personas ordinarias y la de un grupo de control, dijo el científico.
Coles consideró que entre los genes más importantes que determinan la longevidad se hallan los que procesan el colesterol en el cuerpo, pues de su funcionamiento dependen las enfermedades cardíacas, que se cuentan entre las principales razones de mortalidad.
"No es un problema fácil. Primero tenemos que localizar los genes, y luego ver qué es lo que hacen", señaló Coles.
Otra posibilidad para permitir el alargamiento de vida, indicó Coles, está relacionada con la prevención de la amalydosis, una condición similar a la esclerosis múltiple pero que ocurre en las venas y que en las autopsias que han realizado se encuentra entre las principales causas de muerte.
"En los supercentenarios el proceso de bloqueo de venas característico de la amalydosis, condición que no es bien conocida entre el público general, se pospone, por lo que el análisis genómico nos permitirá desarrollar técnicas para prevenir el fallo cardíaco", indicó Coles.
El especialista dijo que es importante apreciar la diferencia entre una vida larga y saludable frente a una con muchos años padeciendo una enfermedad debilitante, y que bajo condiciones normales la mayoría de la gente preferiría tener la primera opción.
La esposa del doctor Coles es de Colombia, lo que le permitió al especialista desarrollar una relación más cercana con la familia de Soledad.

Mural del Bicentenario-Argentina-

Exposiciones

Mural del Bicentenario: Miguel Rep

Esta obra ha sido realizada en el año 2008, en ocasión de la Feria del Libro de Buenos Aires de ese año, en cuyo transcurso el artista fue dibujando el mural frente al público. Luego el Mural fue exhibido en el Congreso de la Cultura con sede en Tucumán.
La obra refleja las distintas etapas de la historia de nuestro país, pasando por hitos como la Revolución de Mayo, el período inmigratorio, el 17 de octubre de 1945 o las Madres de Plaza de Mayo, entre otros. Se trata de un mural interactivo, a través del cual se puede acceder a documentales sobre los distintos momentos históricos.

Iniciativa auspiciada por la Casa del Bicentenario de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Puede realizarse un recorrido virtual por el mural en el sitio web de la Casa del Bicentenario, con contenidos interactivos y videos de la serie Historia de un país. Argentina siglo XX, de Canal Encuentro.
La muestra podrá visitarse de lunes a viernes de 10 a 20 hs y sábados y domingos de de 13 a 18 hs.
Inauguración: 20 de abril a las 18.30 hs.

Lugar: Sala “Leopoldo Marechal”

Hasta diciembre del 2010