miércoles, diciembre 29

Emotivos reencuentros con las raíces españolas

Añoranzas y Raíces son dos programas del gobierno español que permiten a nativos o sus descendientes volver a esas tierras. Más de 20 socios de la Comunidad Castellana viajaron entre 2009 y 2010.
Para Otilia Mateos hubo un antes y un después en su vida a partir de haber tenido la posibilidad de viajar a España. Era su tierra natal y había tenido que dejarla 51 años atrás. Lo mismo le ocurrió a su compañero de viaje, Marcelino Castro, hijo de emigrantes españoles, y a Matías Valls, bisnieto de inmigrantes de ese origen.
Ellos fueron tres de los más de 20 socios de la Comunidad Castellana de Santa Fe que fueron seleccionados por la Junta de Castilla y León para participar en los programas Añoranzas y Raíces. Esto les significó viajar a aquel país en 2009 y 2010, conocer sus paisajes, su gente, y poder ponerse en contacto con sus familiares.
Por este motivo, la institución organizó el denominado Encuentro de Viajeros de ambos programas, que les permitió contar sus experiencias y vivencias, en la nueva sede de la institución: San Martín 2876, primer piso.
Pero éste no fue el único logro de la Comunidad Castellana: otro de sus socios, Ángel González, fue beneficiado el año pasado para participar en un programa de la Federación de Sociedades Castellanas Leonesas, denominado Castilla y León, destinado a socios activos de todos los centros que tuvieran entre 40 y 60 años. Asimismo, María Virginia Grigolatto -otra socia- fue becada en 2009 entre otros universitarios para cursar sus estudios de posgrado en España. Es farmacéutica e hizo un posgrado en industria farmacéutica en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca.

Emilce Arroyo Pastor, presidenta de la Comunidad Castellana, recordó que “entre 2009 y 2010, 23 personas viajaron por los programas Añoranzas y Raíces, que promueve la Junta de Castilla y León en cuatro de sus nueve provincias: Salamanca, Burgos, León y Zamora, aunque hasta ahora la Comunidad ha sido beneficiaria solamente en el programa Añoranzas de León y de Burgos”.
Estos programas permiten el regreso a España de aquellos que sean oriundos o descendientes directos de éstos, pero tienen que ser mayores de 65 años, en mayores de 60 o hasta 35 años, según cada programa, cumplir con la documentación que los respalde para postularse.
“La Comunidad Castellana sólo hace de intermediaria en estos programas, para que sus socios tengan a posibilidad de viajar y reencontrarse con sus raíces”, aclaró.
SENTIRSE COMPLETO
“Para mí fue algo muy especial porque hacía 51 años que no iba a España, que no veía a mis familiares (tengo una tía y primos), si bien hablaba con ellos por teléfono. He llorado muchísimo porque ha sido una experiencia muy fuerte”.
Otilia llegó a nuestro país cuando tenía 15 años, en 1959, y por eso el regreso fue tan impactante. “Volví a buscar mis raíces porque siempre decía que me faltaba algo en la vida. Por eso siento esa alegría por haber vuelto, me siento completa, volví a ver lo mío. Si bien estaba todo cambiado volví a ver la casa donde nací y las otras dos donde me crié. Lamento que no estén mis padres para contarles lo que vi”.
En su viaje, Otilia encontró una prima por parte de su padre que no sabía que tenía, motivo por el cual también pudo armar algo de esa historia familiar a partir de sus relatos. “Ahí sentí que estaba completa”, admitió, y adelantó que “toda mi vida estaré agradecida a la Comunidad Castellana por esta oportunidad y ahora tengo una deuda con ellos: hacer más socios”.
La intención de la Diputación para estos viajes es que los oriundos se reencuentren con sus familiares y tratar de que, si en algún momento han habido diferencias, sean olvidadas a partir de este retorno.
Contrariamente a los otros viajeros, Otilia prefirió “quedarme en el hotel y que mis parientes vinieran a estar conmigo, distinto de otras personas que iban a pasar el día a las casas de sus familiares”. No obstante, realizó todas las actividades y visitas previstas.
“La Diputación nos atendió de lo mejor; los argentinos en León nos llevaron a recorrer viñedos; hemos estado en distintos lugares y nosotros los invitábamos a conocer Santa Fe. También visitamos las Cortes de Castilla y León y nos recibieron muy bien. Me pusieron “la llorona’ porque lloraba siempre: éramos 6 oriundos en el grupo, yo sola de Santa Fe, y la que más grande vino a Argentina. Vi todo cambiado, hermoso; no sé si cuando vuelva a ir lo veré tan lindo. Creo que ir fue tocar el cielo con las manos; nunca pensé que iba a sentir tanta emoción”.
ME CAMBIÓ LA VIDA
Marcelino Castro tiene 67 años y pudo viajar a la tierra de sus padres “gracias a la generosidad de una hermana, ya que ella había sido seleccionada en el programa Añoranzas. Insistió para que yo viajara y la presidenta de la Comunidad Castellana puso a disposición sus herramientas institucionales para conseguirlo”, relató.
Y admitió: “El día que me confirmó que podía viajar me cambió la vida; es muy probable que físicamente sea el mismo pero espiritualmente soy otra persona. El viaje es muy especial para nosotros y nuestros sentimientos. Pude conocer el pueblo donde nació mi papá y en el que nacieron y murieron mis abuelos, que es un pueblo de montaña, minero, con muy pocos habitantes (unas 200 personas). Fui a la parroquia y asistí a misa y tuve la inquietud de saber si había documentación del bautismo de mis padres. Lógicamente estaba ese documento, en esa parroquia, donde mi padre fue bautizado en 1901. Me lo traje y significa para mí un testimonio de que mi padre pretendía que nosotros conociéramos su tierra y sus quehaceres, que eran muy precarios. Vivían de lo que cosechaban, tenían el establo dentro de la casa, adonde vivían con sus cabras y vacas”.
Antes de volver, Marcelino decidió ir al terreno en donde sus padres “cosechaban la papa, el tomate y otras verduras y me traje un poco de tierra en un frasco. La tomo como una herencia -no económica sino material- que me dejó mi padre: la tierra de su pueblo, en León, España. Es un motivo de orgullo haber conseguido esto”.
Este hijo y nieto de inmigrantes tuvo la posibilidad de convivir con sus primos, quienes lo recibieron cálidamente. Quedó tan agradecido y en relación con ellos que decidió “comprarme una notebook para comunicarme más fluidamente porque el teléfono pasó a ser un elemento obsoleto y, además, los horarios son diferentes. La mejor manera de comunicarnos es a través del mail y como no sabía nada de computación también estoy aprendiendo para lograrlo”.
GRACIAS, DE CORAZÓN
Por último, Marcelino contó que “mis compañeros me eligieron para hablar cuando fuimos recibidos por las autoridades el primer día. Nos ofrecieron un discurso muy sentimental pero veía que no había una devolución, a pesar de que todos estábamos agradecidos. Era bueno poder hablar y me atreví a decir un discurso”.
Según recordó, sus palabras hicieron referencia a que “el sueño de todo emigrante es volver algún día a su tierra y mi padre pudo cumplirlo en 1952. Por eso, en el bicentenario de mi patria quiero rendir homenaje a todos esos inmigrantes que sufrieron el desarraigo y que encontraron en Argentina un lugar para vivir, crecer, trabajar y formar una familia”.
La presidenta de la Comunidad Castellana dejó una última reflexión sobre la experiencia vivida por estos santafesinos. “Hubo un antes y un después a partir de este viaje. Desde la institución gerenciamos, hacemos eventos culturales, tenemos becarios, pero hay algo muy importante: jamás perdemos de vista el poder devolver a estas familias que forman la vida institucional esta posibilidad. Uno siente que el deber está cumplido y que nosotros somos una circunstancia y tenemos la gratificación de haber devuelto la alegría a estas personas”.
Los santafesinos que viajaron a España contaron sus experiencias.
La ley de la vida
Ángel González también viajó a España en 2009. Con sus 60 años, era su primer viaje en avión y la adrenalina también fluía porque iba a conocer la tierra de sus padres.
P1000766.JPG“Sinceramente nunca pensé que podía viajar. Fue tocar el cielo con las manos y no tengo palabras de agradecimiento. Cuando me llamaron de Buenos Aires me preguntaron si estaba sentado, ya que me tenían que dar una noticia: que preparara la valija que me iba a España. Se me vino el mundo abajo. Cuando le dije a mi señora se largó a llorar porque ella me empujó para presentarme, y ahora quiero volver si es posible porque fue precioso”, reconoció.
Participó de un sorteo entre más de 20 socios de la Comunidad Castellana, que tienen entre 40 y 60 años, que se habían postulado para esta oportunidad. Y la suerte lo acompañó: resultó suplente del sorteo pero finalmente viajó porque la titular no pudo cumplimentar con la documentación que le requería la federación que reúne a estas instituciones en el país.
“Quería de corazón que pudiera haber ido mi padre, emigrante que vino a la Argentina, pero quedó acá. Nos hablaba de su España y de sus cosas y siempre nos fueron quedando aquellos comentarios, pero le decíamos que ahora estaba en la Argentina. Con los años empezó a decir que le gustaría volver a España para ver de nuevo su tierra, pero se fue”, lamentó.
LLORABA COMO UN CHICO
Ángel llegó a la tierra de su padre gracias a que un señor de la diputación de esa región que ofreció llevarlo. “Me dejó en la mina, que pude ver a pesar de que estaba cerrada. Empezó a nevar, lloré. Parecía un chico, no podía creerlo porque soy fuerte. Era mi viejo el que estaba ahí, no era yo. No se me ocurrió ir a la iglesia del pueblo sino que fui a un bar, al lugar de reunión de la gente. Me arrimé a un hombre y llamó a su padre, el dueño del bar. Cuando le conté que buscaba a personas de apellido González me dijo que él también era González y que el 50 ó 60% de las personas llevaban ese apellido. Fue muy emotivo”, relató.
Y concluyó: “No tengo palabras para agradecer por esto. Tengo un hijo emigrante que viajó hace 6 años a España, quien cerró el círculo que hizo mi padre. A mí tampoco me gusta que esté allá pero es la ley de la vida. Además, quiero contar que Sebastián y Silvina González, mis otros hijos, también participaron del programa Raíces en 2009”.

Los viajeros se ponen en contacto con sus familiares españoles.
También los jóvenes
“Iba a la tierra de mis bisabuelos, pero fui en nombre de todos los demás de mi familia”, reconoció Matías Valls, de 23 años, uno de los jóvenes santafesinos seleccionados para participar en el programa Raíces.
Respecto a su postulación para el viaje, contó que “tengo un hermano mellizo y nos habíamos inscripto los dos, pero sólo podía viajar uno por familia. Quedé como titular y él como suplente mío, así que si yo no viajaba lo podía hacer él. Hasta un día antes de partir no sabía qué hacer.
Fui el único que viajé de Santa Fe en el mismo grupo de todo el país y a través de Facebook pude contactarme con algunos de los otros chicos de otras provincias del programa”.
Según contó, “fue una experiencia única desde todo punto de vista. Tenía la referencia de un familiar que hacía 30 años que se había ido pero no sabíamos nada de él. Cuando llegué a España, desde la diputación me pidieron sus datos para contactarlo. Sabía que era un hombre mayor pero no sabía cómo le iba a caer que yo llegara. La idea era que el primer fin de semana la pasáramos con nuestras familias”.
Matías pudo ponerse en contacto con su tío y acordaron encontrarse ese domingo en la plaza principal del pueblo que los unía. “Cuando llegué no tenía referencias de cómo era este hombre, sólo que era mayor y canoso; la plaza estaba llena y era más fácil que él me reconociera a mí. Al rato llegó un hombre que me preguntó si era Matías, y me dijo que era mi tío. Fue bastante duro pero lindo (se emocionó). Quería que él me contara cosas de mi familia. Para cualquiera que viaja es una experiencia que te hace ver otro panorama, te posiciona diferente”.
La institución sólo intermedia para proponer los candidatos a estos viajes.

TEXTOS. MARIANA RIVERA.

“Historias de Guadalix”, la memoria de los mayores

La edad significa sabiduría, bagaje y recuerdos de toda una vida. Nuestros abuelos son la memoria de una época diferente, difícil, áspera y trascendental en la historia de España. La escuela de los años 30, los juegos de antaño, el noviazgo, las bodas, la mili, los bailes y las costumbres se reflejan con testimonios entrañables en las “Historias de Guadalix”. Almudena Velasco es la autora de un libro que hay que degustar con calma.

Editado por Agencia Manual Comunicación, este relato en voz alta deja anécdotas de un tiempo que no debemos olvidar. “Historias de Guadalix” se presenta a las 20h en el Edificio Polivalente, si bien se podrá adquirir también en librerías y establecimientos del municipio.

Fuente: http://www.sermadridnorte.com

martes, diciembre 28

Historias de la Fundación de San Juan
El 13 de junio de 1562, Juan Jufré de Louyza y Montese fundó "San Juan de la Frontera. "San Juan" fue puesto en honor al Santo Patrono de Jufré, San Juan Bautista.
Luis Eduardo Meglioli


Con ojos sanjuaninos en el pueblo natal de Juan Jufré, el joven castellano que esperó dos años para conocer a su esposa con quien sus padres lo casaron por poderes en Sevilla. Vino de muy lejos, y desde 1562 esta subido casi quijotescamente al pináculo de nuestro fasto familiar por el sencillo hecho de haber sido el primero en presentar aquí el pasaporte de esa civilización desconocida hasta entonces, que se integró al augusto pueblo ya existente y de cuya mezcla hoy somos San Juan.

Había nacido en 1518 en un rincón castellano que llaman "Corazón de Tierra de Campos" ó "Ciudad de los Almirantes", pero cuyo nombre oficial es "Medina de Rioseco". Una ciudad señorial, que ya en época romana era un importante nudo de comunicaciones por lo que también recibió el nombre de "La India chica", y declarada hace varias décadas Patrimonio Histórico-Artístico de la provincia de Valladolid, capital de la actual Castilla y León, una de las 17 comunidades autónomas en que hoy se encuentra dividida España.

Adentrarse por sus reposadas calles en cuyo cielo se perfilan viejas cornisas y antiquísimas fachadas que se enredan con la prudente modernidad de unos cuantos edificios de reciente construcción, permite descubrir brochazos del mismo paisaje que conoció Jufré antes de su partida a América. Cuando es un sanjuanino quien la visita, surgen sentimientos encontrados, entre la bruma secular que es necesario sacudirse pronto para asegurar que no es un sueño.

A las doce del mediodía la huella de un cocido castellano (nuestro tradicional puchero de carne, chorizo, garbanzos, tocino y verduras) escapa de más de una casa, galopando inclemente en los ocasionales estómagos paseantes. Mientras, las veredas, pequeñas, antiguas, algunas visiblemente torturadas por el tiempo, aprueban sumisas el insólito trashumar de estos extraños pasos de allende Los Andes.

El olor del aire que sopla suave, parece la sabia confusión de agrestes aromas calingastinos humedecidos por el reciente chaparrón, mezclados en una enorme pila medieval cuya súbita presencia sume al visitante en la extraña profundidad de los siglos. Además, el perfil de las esquinas recuerda de inmediato un rincón de la ciudad de Jáchal, con quien esta ciudad tiene otras cosas comunes en la historia como el arreo de ganado en pie que fue clave en la economía de aquel siglo XVI del joven Jufré. Hoy sigue siendo Medina de Rioseco tierra de labor no irrigada, que centra su actividad agrícola en los cereales, en la ganadería (ganado vacuno y ovino) y en la industria de fundición de hierro.

De aquellos días de 1538 cuando con sus juveniles 20 años Juan Jufré partió hacia América, hacia Perú, hacia Chile, hacia Cuyo y Tulum, aún permanecen, erguidos y soberbios, grandes monumentos, numerosas tradiciones, un bellísimo paisaje de llanura agrícola y ganadera, y un aire de tranquilidad y sosiego que sella el encanto del pueblo. La iglesia de Santa María de Mediavilla, entre otras, que data del siglo XV, a la que acudió Jufré de niño tantas mañanas con sus padres don Francisco Jufré de Loaisa y doña Cándida de Montesa, está ahí altiva abriendo sus puertas como todos los días de todos estos siglos pasados. Y se encarama sobre el vientre del pueblo riosecano con la misma gallardía de aquel Siglo de Oro contemporáneo de Jufré. En la plaza Mayor se alza el Ayuntamiento y el Centro de Salud más importante. Por la avenida de Juan Carlos I, a la vuelta del convento donde en diciembre de 1580 pernoctó Santa Teresa de Jesús, se percibe el exquisito aroma a anís de unas delicias recién hechas. Es la pastelería "Marina", famosa en Castilla desde 1858 por la fórmula secreta de los pastelillos (harina, anís y aceite secretamente mezclados). Es la fascinante e inagotable continuidad de la vida, del tiempo, de la historia, del mundo, en esa ciudad con sus títulos de Muy Noble y Muy Leal, de poco más de 5000 habitantes en la actualidad, de donde partió el fundador de San Juan de la Frontera y nunca más volvió.

La experiencia de un sanjuanino en aquellas tierras representa zambullirse en la sempiterna luz castellana, creyendo descubrir de pronto un tácito romance entre Castilla y Tulum probablemente el mismo que envolvió a Jufré en su breve viaje a nuestra tierra de huarpes en aquel 1562. Algunos documentos existentes en el cercano Archivo castellano de Simancas muestran que, como conquistador, Jufré "no cifraba su éxito en la explotación de los indígenas sino en el trabajo personal (à) y trataba con gran humanidad a los indios en oposición de otros españoles que dejaron mucho que desear." Desde el 26 de octubre de 1552, cuando se casó por poderes con Costanza de Meneses, mientras él se encontraba en Perú, sintió confusas nostalgias y padeció pasmosos silencios, más allá de quienes le atribuyen, en ese lapso, alguna furtiva relación con cierta desconocida nativa. Pero el día llegó y Juan y Costanza (que había sido elegida para este matrimonio por los padres de Jufré), se vieron por primera vez en 1554 en Santiago de Chile, ciudad donde murieron ambos y reposan sus restos. Así comenzó la relación conyugal, ocho años antes de llegar a San Juan y fundar esta ciudad el 13 de junio de 1562.

domingo, diciembre 26

CONDE y CONDE, de Cordoba, España

Es nieta de Tomás Conde y Luque, sobrina de José Cruz Conde, hija de Rafael y hermana de Alfonso y Antonio, todos ellos alcaldes de Córdoba. Un ilustre bagaje familiar que emparenta por línea directa a María de la Soledad Cruz Conde con la historia de Córdoba. Sin embargo ella, tímida y poseedora de un carácter que reserva su empuje --que no es poco, como digna heredera de su saga-- más para la acción que a la palabra, repite una y otra vez que no cree "merecer una entrevista". De modo que debí emplearme a fondo para hacerle ver que su testimonio en esta serie que trata de reconstruir la memoria de la ciudad y sus gentes no es el de una simple espectadora cuya existencia, por azar del destino, ha transcurrido a la sombra del poder, sino el de una mujer entregada que desde la secretaría general de Cruz Roja, a la que dedicó muchos años y esfuerzos, ayudó a crear los cimientos de una Córdoba más solidaria.
Y así, a medio convencer todavía pero animada por sus hermanas Angela y Carmen --que asistirán a toda la conversación como niñas nonagenarias divertidas por la circunstancia--, así fue como nos abrió las puertas de su casa-palacio de la calle Conde de Torres Cabrera esta dama sin el menor aire de grandeza, de trato llano, cordial y tan sencilla de maneras y vestimenta que bien podría pasar por monja; no en versión madre superiora sino de las nacidas solo para servir. A fin de cuentas ese ha sido siempre, asegura Marisol (todos la siguen llamando a sus 78 años por el apelativo familiar), el lema de los Cruz Conde. Un clan "unido como una piña ayer y hoy en las duras y las maduras", corean las tres hermanas en homenaje a los vivos y a los que se fueron.
--Supongo que llevar un apellido como el suyo le debe de marcar a uno la vida, ¿no?
--Pues supongo que sí. Por lo menos lo que yo he vivido en casa desde que nací era el amor a Córdoba y el deseo de servirla. Los políticos de ahora me parece a mí que lo ven distinto muchas veces. Es el partido más que Córdoba y más que nada.

--Siempre se ha hablado de los hombres de la familia, pero sus mujeres son unas desconocidas fuera de los círculos íntimos, incluso las que como usted han tenido responsabilidades.
--Que yo sepa... mi madre fue durante cincuenta años presidenta de Cruz Roja y desde luego tuvo mucha actividad.

--En cualquier caso, como esposas de hombres importantes, todas habrán apoyado a sus maridos en casa, ¿no?
--Eso sí, han ayudado mucho. La verdad es que yo, que soy la más pequeña de los hermanos, no llegué a conocer a muchos de ellos. Del tío Pepe mismo no recuerdo nada, tenía yo cuatro años cuando empezó la guerra y él no volvió ya por aquí.

"Háblale de las bodegas", sugiere ovillada en uno de los sofás del imponente salón donde nos hallamos Angelita, que a sus 96 años no para de empalmar un cigarrillo con otro. "¡Ah, bueno! Sí, yo empecé a llevar la contabilidad de Cruz Conde con 16 años. Mi madre la llevaba antes, desde que empezó mi padre en el negocio. Y luego la relevé yo al salir del colegio. No nos íbamos de veraneo, casi siempre al Norte, hasta que yo acababa de hacer balance. También he llevado las viñas mucho tiempo".
--O sea, que de las cinco hermanas usted ha sido la más activa.
--Pues casi, porque estas dos se casaron pronto, Maruja se dedicó más a mis padres y Merche estuvo enferma casi toda su vida. También era dama de la Cruz Roja, pero colaboró poco porque su enfermedad no la dejaba.

--¿Cómo empezó su relación con Cruz Roja?
--Tenía cuatro años y fue durante la guerra. Mi madre iba todos los días a Cruz Roja y yo iba con ella. Fue presidenta desde el año 26 hasta el 75, año en que le dieron una placa que concede el Rey. El creador del hospital fue José Cruz Conde, organizó una corrida para financiar las obras. Fue curioso, porque la escritura de cesión de los terrenos sobre los que se habría de edificar estaba firmada por mi padre como alcalde y por Manuel Enríquez, el padre de Rafael, que luego sería presidente, como presidente de la Cruz Roja.

--He visto fotos de la reina Victoria Eugenia inaugurando el hospital.
--Sí, vino a la inauguración. Se hicieron muchas cosas. Ten en cuenta que al no haber tanta Seguridad Social --por ejemplo la gente del campo no la tenía, solo las empresas y algo en la construcción-- la Cruz Roja suplía esas carencias sociales. Mi madre le tenía un cariño enorme a la Cruz Roja y eso nos lo ha inculcado a todos. Yo empecé a querer a la Cruz Roja al mismo tiempo que empecé a amar a Dios, algunos dicen que yo la quería ya antes de nacer.

Con 18 años empezó a estudiar para lo que entonces se llamaba "dama auxiliar voluntaria", título que más tarde convalidó con el de ATS para poder ejercer la enfermería dentro y fuera de los centros benéficos. "Así no había problemas con los practicantes que decían que les hacíamos una competencia desleal --explica--. Luego, si tú cobrabas o no... porque, claro, no te podían obligar a cobrar". Poco sospechaba aquella joven de posibles que el título obtenido con miras puramente altruistas acabaría sirviéndole para ganarse la vida cuando el negocio bodeguero quebró y la familia se quedó sin ingresos. "Me fui a Cruz Roja, hablé con la superiora y me colocaron como ATS enseguida --cuenta en el mismo tono suave pero firme que debió de emplear en aquel trance--. Estuve en las plantas dos años que fueron muy gratificantes, me gustaba mucho el trato con el enfermo". Luego murió Francisco de la Riva, que era el secretario, y le sucedió en el cargo. "Me presenté a un concursito de méritos que hubo animada por mi hermano Antonio --dice--. El pensaba que allí podía hacer mucha más labor, y era verdad".
--¿Qué recuerdos guarda de la Cruz Roja de entonces?
--Me aceptaron todos muy bien desde el principio. Yo era una especie de gerente de toda la actividad no hospitalaria. Al principio también el hospital dependía de nosotros, porque estaba muy obsoleto y había que remodelarlo. Me encontré en la presidencia con don Rafael Enríquez, un hombre al que Córdoba no sabe todavía lo mucho que le debe. Estaban también don Balbino Povedano como director del hospital y sor Mercedes, una hermana de la Caridad que valía mucho. Había sido superiora con mi madre y luego lo fue conmigo. Lo primero que intentamos entre los cuatro fue hacer una remodelación del hospital. Se nombró como su administrador a Fernando Veloso, que es el que ahora está, muy buen gestor. Y yo ya me dediqué a toda la labor social de la Asamblea. Se hicieron centros de día de mayores, de desintoxicación de drogodependencias, se montó un centro de inmigrantes...

--¿Y cómo cundían tanto el tiempo y el dinero?
--Al principio era la Asamblea la que ayudaba al hospital, pero luego fue al revés, cuando después de la segunda remodelación empezó a funcionar bien. Eso le costó a don Rafael una batalla con Madrid, que no veía ya clara la función del hospital habiendo una amplia cobertura de la Seguridad Social, pero él lo defendía a capa y espada argumentando que el hospital ayudaba a financiar muchos proyectos sociales.

--¿Le gustaba a usted mandar?
--No, yo he buscado siempre el trabajo en equipo, no me he sentido jefa. Nadie protestaba cuando nos quedábamos hasta las tantas trabajando. Así fue hasta que me jubilé.

--¿Siguió luego vinculada a la entidad?
--Sigo siendo socia, pero he perdido el contacto con Cruz Roja desde que quitaron a Balbino, me pareció muy injusto. Hay muchos otros sitios donde se puede trabajar.

No es que Soledad Cruz Conde sea mujer de muchas palabras, pero tampoco las rehuye. Escueta, clara y sincera, va desgranando sus vivencias con la misma generosidad que pone en enseñarnos los rincones más íntimos (como por ejemplo la capilla) de las dependencias que le tocaron en el reparto familiar de la antigua vivienda del conde de Torres Cabrera, a las que se accede por una imponente escalera barroca de mármol cobijada por una cúpula no menos majestuosa. "Mi padre tenía la ilusión de comprar una casa grande para que viviéramos juntos los siete hermanos y sus familias --explica--. Ahora mismo vivimos en cinco casas independientes, aunque todos tenemos las puertas abiertas para todos: hijos, nietos, bisnietos se reúnen y lo pasan muy bien".
"Mi padre me trajo con él a ver si me gustaba la casa --comenta Angelita-- y la compró en 1940 o 41 aunque nos vinimos a vivir en el 42. Entonces estaba aquí el Colegio Cervantes, que lo tenían arrendado los frailes, y cuando estos se fueron hubo que hacer obra". Luego vinieron más reformas a este palacete de fachada en color almagra que es tan historia de Córdoba como sus habitantes. Una de ellas fue cerrar la galería porticada que daba al patio, adornado con los mosaicos aparecidos en las bodegas Cruz Conde, que estaban situadas en la calle hoy llamada La Bodega en su recuerdo. "Los encontró mi padre en el sótano --apunta Marisol con cierto orgullo filial--. Uno está dedicado a Baco".
--¿Cómo recuerda su infancia?
--Yo vine a vivir aquí con 10 años. Antes habíamos vivido en la avenida de Cervantes, en la casa que después mi padre le vendió a Manolete. Ahí nací yo, en esa casa donde también había vivido José Ortega y Gasset. Y los hermanos mayores, Alfonso, Antonio y Angelita nacieron junto a la catedral, en la calle Romero, donde luego instaló Pepe García Marín primero el Caballo Rojo. La casa de la avenida Cervantes la compró papá en una subasta.

--En una casa así se sentiría como una princesa de cuento.
--Estas se habían casado ya --señala a sus hermanas--. Yo me divertía muchísimo correteando por toda la casa, subía y bajaba. No es que fuera una niña traviesa, y al ser la más chica no tenía con quién pelearme. Quedamos Maruja, Merche y yo, que nunca nos casamos.

--¿Su padre era tan serio como parece en los retratos?
--No, nada de eso, era muy alegre. Mi madre era más severa. El lema de mi padre era "A mí que no me lo cuenten". Quería verlo todo y estaba siempre dispuesto a ir a todos lados. Yo he ido con él a los toros por toda España. Recuerdo que daba muchos paseos por Córdoba con él después de comer, le encantaba pasear. Me decía una cosa de la que me he acordado muchas veces: "Hija mía, esto de la dictadura se tiene que acabar, porque una dictadura no puede durar siempre, pero cuando lleguen los partidos cada uno querrá que triunfe el suyo y España les traerá sin cuidado". Empezó conmigo, y luego siguió con los nietos, una costumbre curiosa: nos dedicaba una bota de vino del mosto del año en que nacíamos, y el día del cumpleaños nos tomábamos una copita. Estuvo activo hasta los 95 años y murió a los 97.

--¿Fue de él la idea de poner en la etiqueta de sus vinos el cuadro de Julio Romero con la misma modelo del de la Chiquita Piconera?
--Ese fue un cuadro que le regaló el pintor a mi padre con la modelo posando con una botella de nuestras bodegas. Julio Romero y mi padre eran amigos. En el reparto de la herencia ese cuadro le tocó a Alfonso, el mayor, y ahora me parece que los hijos lo han vendido.

--¿Por qué a su padre se le recuerda menos que a los demás Cruz Conde?
--Quizá porque era muy modesto, extraordinariamente modesto, y eso hizo que se hablara de los demás y no de él.

De sus años mozos, allá por finales de los cuarenta, Marisol Cruz Conde recuerda sobre todo las salidas con Mercedes, su hermana más joven, que aun así le llevaba once años. "Ibamos a los patios, a las cruces, a la feria- --dice--. Me ha gustado mucho el flamenco, me encantaban Onofre y Fosforito, y no me importaba quedarme hasta las tantas escuchándolo cuando empezaba. Actuaba en la taberna El Pisto, que entonces estaba en el Alcázar Viejo, y allí íbamos a escuchar flamenco".
--¿Con qué más se divertía la juventud en los ambientes que usted frecuentaba, los de la alta burguesía cordobesa?
--El sitio de reunión era Dunia, un bar que había en el Gran Capitán, más o menos por donde hoy está Hacienda. Y luego el Círculo de la Amistad, donde había bailes. Pero sobre todo la pandilla de chicos y chicas hacíamos muchos guateques en las casas, donde poníamos un tocadiscos y tomábamos una copa.
--¿Todos sus amigos eran de clase alta?
--Había de todo. Yo me he movido por todos lados --responde un poco suspicaz--. Por la mañana iba a Cruz Roja al curso de damas, luego por las tardes a primera hora iba al dispensario del barrio del Naranjo y después quedábamos en la cafetería Hispania, en la calle Cruz Conde. Y como no había televisión, también íbamos mucho al cine. Pero yo he estado con todo tipo de gente.

Las fotos que guarda primorosamente fechadas y las que enmarcadas salpican librerías y mesas auxiliares muestran a una chica no tan guapa ni tan sofisticada como sus hermanas y cuñadas, pero llena de fuerza y con una elegancia interior completamente ajena a coqueterías y artificios. Así aparece en la instantánea que le hicieron el día de su puesta de largo, en 1951, posando seria en ese patio que tantas acontecimientos familiares ha visto pasar. "Mi hermana Angelita se puso de largo el día que yo me bauticé, que además era el día que mis padres celebraban sus bodas de plata. Y en mi caso, quizá por ser la más chica, organizaron un baile para mi puesta de largo. Y eso que entonces había problemas con el baile, porque era cuando el cardenal Segura no lo quería".
--Pero todo no fueron fiestas para la familia. La historia habla de pasajes dramáticos.
--Lo pasaron bastante mal en la guerra, como todo el mundo. Durante la República, y a principios de la guerra, como sobre todo mi tío Pepe se había señalado mucho en la dictadura de Primo de Ribera, apedrearon la casa de la avenida de Cervantes un par de veces. Y pasaban manifestaciones por allí, con mujeres dándole el pecho a sus hijos, que fue la primera vez que yo vi una cosa así. A mis hermanas Carmen y Maruja les dieron medallas al Mérito Militar con cinta roja, porque les cogió el bombardeo del Hospital Militar, donde eran enfermeras. Como vivíamos cerca de la estación y bombardeaban mucho por allí mi padre alquiló en la Sierra lo que se llamaba San Pedro y San Benito, una casa de un señor de Bilbao donde luego ha estado el noviciado de las Esclavas, un poco más allá de donde hoy está el hotel Occidental. Así que pasé la guerra en el campo, y desde allí bajaba con mi madre todos los días a la Cruz Roja.

Y así siguió durante casi toda la vida. Ahora ya no va por Cruz Roja, pero sigue desarrollando una imparable labor social. "Si de verdad vives la fe te tienes que volcar --justifica ella--. Mis padres nos inculcaron la fe y la importancia de mantener la unión de la familia".

Fuente: Diario Córdoba. Edición Digital

sábado, diciembre 25

Foto para pensar

Arlington, Washington. Foto del “Department of Defense.”

viernes, diciembre 24

Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo

En estas fechas, donde todo es amor y el espiritu de las fiestas nos colma el alma...queria darles a todos las gracias por visitar nuestro Blog y ser asiduos navegantes.
Este fin de año me encuentra separada de todos mis afectos, mi esposo, mis hermanas, mis sobrinos, mis amigos...en una ciudad nueva para mi donde ya me he integrado y me he convertido en  parte de la misma pasando inadvertida.
A todos aquellos que hoy tienen la dicha de estar entre familiares y amigos, abrasenlos muy fuerte....despues de todo como dice un viejo dicho argentino:
" Al final...lo que importa es la familia!!!


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Selamat Hari Natal
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Shuvo Naba Barsha
Boas Festas e Feliz Ano Novo
 Nedeleg laouen na bloavezh mat
Tchestita Koleda; Tchestito Rojdestvo Hristovo

Bon Nadal i un Bon Any Nou!
(Cantonese) Gun Tso Sun Tan'Gung Haw Sun
(Mandarin) Kung His Hsin Nien bing Chu Shen Tan
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
Pace e salute
Rot Yikji Dol La Roo
Sretan Bozic
Prejeme Vam Vesele Vanoce a stastny Novy Rok
Glædelig Jul
Vrolijk Kerstfeest en een Gelukkig Nieuwjaar!
Merry Christmas and a Happy New Year!
Jutdlime pivdluarit ukiortame pivdluaritlo!
Ruumsaid juulup|hi
Gledhilig jol og eydnurikt nyggjar!
Cristmas-e-shoma mobarak bashad
Hyvaa joulua
Joyeux Noël et bonne année !
Noflike Krystdagen en in protte Lok en Seine yn it Nije Jier!

Nollaig chridheil agus Bliadhna mhath ùr!
Froehliche Weihnachten und ein gutes neues Jahr!
Kala Christouyenna!
Mele Kalikimaka

Mo'adim Lesimkha. Chena tova
Shub Naya Baras
Mele Kalikimaka ame Hauoli Makahiki Hou!
Kellemes Karacsonyi unnepeket
Gledileg Jol
Selamat Hari Natal
Idah Saidan Wa Sanah Jadidah
Nollaig Shona Dhuit, or Nodlaig mhaith chugnat
Buone Feste Natalizie
Shinnen omedeto. Kurisumasu Omedeto
Sung Tan Chuk Ha
Natale hilare et Annum Faustum!
Latvian: Prieci'gus Ziemsve'tkus un Laimi'gu Jauno Gadu!

Priecigus Ziemassvetkus
Linksmu Kaledu
Sreken Bozhik
IL-Milied It-tajjeb
Meri Kirihimete
God Jul & Godt Nytt Ar
Bon Pasco 

Bikpela hamamas blong dispela Krismas na Nupela yia i go long yu
En frehlicher Grischtdaag un en hallich Nei Yaahr!
Feliz Navidad y un Venturoso Año Nuevo
Maligayan Pasko!
Wesolych Swiat Bozego Narodzenia or Boze Narodzenie
Portuguese: Feliz Natal
Mata-Ki-Te-Rangi. Te-Pito-O-Te-Henua
Sarbatori vesele
Pozdrevlyayu s prazdnikom Rozhdestva is Novim Godom
La Maunia Le Kilisimasi Ma Le Tausaga Fou

Bonu nadale e prosperu annu nou
Hristos se rodi
Sretan Bozic or Vesele vianoce
Nollaig chridheil huibh
Sretam Bozic. Vesela Nova Godina
Subha nath thalak Vewa. Subha Aluth Awrudhak Vewa
Vesele Vianoce. A stastlivy Novy Rok
Vesele Bozicne. Screcno Novo Leto
Feliz Navidad
God Jul and (Och) Ett Gott Nytt År
Sawadee Pee Mai
Noeliniz Ve Yeni Yiliniz Kutlu Olsun
Srozhdestvom Kristovym
Chung Mung Giang Sinh
Cestitamo Bozic




sábado, diciembre 18

Reconstruir una historia a partir de fragmentos de una memoria ancestral

INVESTIGACIÓN. Presentaron un trabajo que recoge la historia y cultura de pueblos originarios

La presentación del tomo II de Historia Sagrada del Pueblo Qom en el país Chaqueño permitió a su autor, el docente santafesino Flavio Dalostto, dar a conocer parte del pasado y del universo religioso y místico de ese pueblo que habitó buena parte del actual territorio argentino. Durante 13 años, el autor trabajó para organizar una serie de cinco volúmenes. Antes de comenzar su charla en el Centro Cultural La Hendija, relató a EL DIARIO aspectos de su trabajo.
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| Carlos Marín

“Desde el mismo día que me recibí, hace 16 años, trabajé, al mismo tiempo, en una comunidad mocoví, en Recreo y en la comunidad toba de Las Lomas, cerca del Río Salado. En la primera con niños y en la otra con adultos que habían llegado del Chaco y que integraban una fuerte migración a la ciudad de Santa Fe”. Con esa tarjeta de presentación Flavio Dalostto da a conocer lo que ha movilizado sus energías durante los últimos años: plantear el desarrollo de la historia del pueblo Quom y sus concepciones religiosas en los territorios que ocuparon.

Su vinculación con los pueblos originarios hunde su raíz en su historia familiar.
“Mi abuela era una india asentada en una comunidad en Coronda”, cuenta. Y acepta que “quizá hubo algo en mi interior que fue llamándome a este trabajo que para mí fue cumplir un sueño”. Es que, agrega, “siempre quería trabajar con los indios y cuando me gradué de maestro, pude concretarlo”.
El inicio del gigantesco proyecto del cual el jueves presentó una parte en el Centro Cultural La Hendija, reconoce una pregunta: “En un momento determinado, luego de unos años de trabajar en estas comunidades, surgió el interrogante ¿cómo esta gente ha llegado a estar así? ¿Cómo pasaron de ser un pueblo que había dominado el Gran Chaco, guerrero, con tanto poder a esto que vemos hoy?”.
Esa fue la punta del ovillo para escribir lo que su mismo autor califica como “una especie” de historia del pueblo Quom.
El esfuerzo ha permitido a este maestro de primaria argumentar varias ideas centrales que plantea en su trabajo. Entre ellas señalar la falta de correspondencia entre la palabra Quom, que significa persona, que actualmente es asociada al pueblo toba, “aunque eso no fue siempre así”, aclara.
Históricamente, la autodenominación ‘Quom´ la empleaban los tobas, los mocovíes, los pilagás, los avipones y otros. Es decir el conjunto de los Pueblos Guaycurúes.
Podría asimilarse esa unidad a una raíz lingüística común. Pero sucedió que la palabra comenzó a circunscribirse para designar –por parte de los antropólogos- exclusivamente al pueblo toba por los antropólogos.
Esa operación política de nominación, de modificar el significado de un término refleja la mirada del otro, del extranjero, del occidente, que fue quien estableció una distinción “que inicialmente no existía”, asegura el autor.
“En ese libro, uno de los objetivos principales que persigue es romper con esa idea y restaurar esa denominación para toda esta generalidad de pueblos y no solo los tobas”.
Para Dalostto, por otro lado, se trata de hacer la palabra ‘quom´ cada vez más abarcativa, “primero de los tobas, luego a lo guaycurú y finalmente para designar la generalidad de lo humano”.
“El término quom significa persona. De manera que en mi libro, el planteo que hago es que la palabra va más allá de lo étnico, y considero que quom podemos ser cualquier ser humano, que quom alude a esa dimensión universal. Por eso a veces me refiero a la gran Nación Quom Universal que es la raza humana”.

APORTES. Cuando, 13 años atrás, el docente concibió la idea del proyecto y comenzó su trabajo “pensé que iba a ser un trabajo de no más de 15 páginas y tres mapas”. Esa fue su visión inicial.
Ocurrió que al comenzar a desarrollar la investigación esas previsiones estallaron. “No terminaba nunca”, confiará Dalostto en un momento de la charla. El texto comenzó a crecer de tal modo que llegó a casi 900 páginas a lo que sumó más de 100 mapas de todo ese desarrollo.
“Mi trabajo al principio fue buscar en los Quom en el Gran Chaco. Pero sucedió que al ir buscando cosas, me encontré con que estaba tan imbricado con lo que había pasado en Entre Ríos, en Corrientes, en Misiones, en Uruguay, en Río Grande, que era imposible circunscribirlo así que terminé trabajando toda la historia de esta zona, es decir Entre Ríos, Corrientes y Uruguay”, explicó el investigador que concretó una tarea ímproba al conformar un corpus con toda la información relevada.
“Hay mucha documentación, a pesar de que inicialmente pueda parecer que no es así”. Sucede que está fragmentada. En ese sentido el autor asimila su tarea “al armado de un rompecabezas. Junté miles de pedazos dispersos y los encajé en una unidad que los otorgara coherencia y sistema”.
De allí surge también el Atlas, inédito, de 38 mapas que muestran el desarrollo etnopolítico de los Quom en el período que va desde 1460 –desde la guerra entre Guaraníes y Charrúas- hasta 1950.
De ese total, ocho mapas están dedicados a la Mesopotamia Argentina y Uruguay.
Esos mapas tienen relación con el afán de Dalostto de ilustrar el desplazamiento realizado por estos pueblos al desplazarse por toda la región a raíz de guerras y conflictos.
“Hubo una serie de migraciones y movimientos tan vastos que no han sido considerados en muchos libros de texto”, señala.

SINCRETISMO. El tomo II –de un total de cinco previstos- que presentó en Paraná abarca el período desde antes de la invasión del Inca Túpac Yupanqui, a la región chaqueña en 1482, pasando por la fundación de las primeras ciudades entre mocovíes y avipones, a mediados del siglo 18.
Esta colección de cinco libros “comienza por el último que escribí”, relata Dalostto. El texto propone un trabajo mitológico y cosmogónico, que tiene que ver con un rescate de la religiosidad indígena chaqueña, sincretizada, en cierta medida, con una visión del cristianismo no colonizado. “Fue un homenaje, una necesidad de reconocer a esa religiosidad que fue tan vapuleada”, reconoce el autor. Y añade que “hay un sincretismo muy interesante que está produciéndose” en las comunidades Quom que habitan actualmente en zonas cercanas a centros urbanos. “Se está dando una mestización de las ideas y lo que hace este libro es darle un sistema a esa dispersión con la que me encontré en el campo”.
“Lo que hace el libro uno es darle un sentido a esa dispersión de ideas, de leyendas, de historias, finalmente a la historia de estos últimos cinco siglos”, confía.


Educacion, materia pendiente

- Es maestro en escuelas bilingües ¿qué balance hace de esta experiencia?
Reconozco que mi punto de vista y mis reflexiones no son de lo más ortodoxo en cuanto al tema. Lo he vivido desde adentro desde hace 16 años. Y pienso lo mismo en cuanto a otras cuestiones, como lo sistemas de las escuelas bilingües y multiculturales, les falta mucho. No se han logrado los objetivos. En la Escuela Mocoví hace casi 20 años que trabajamos. Y sin embargo todavía ni un niño pudo aprender el idioma Mocoví y casi ninguno terminó la secundaria. No tengo nada en contra de esto.
Pero creo que más allá del tema del idioma, las posibilidades se construyen también con otras cosas.
De hecho hay que reconocer que con este tipo de propuestas (escuelas bilingües) no se han logrado del todo los objetivos propuestos. Habría que analizar las causas. Quizá en algunos casos no se eligieron a las personas idóneas. Parece que nadie quiere aceptarlo, nadie lo quiere decir, pero la realidad está.
En el Centro Toba, donde alfabetizo, y que funciona en la sede de la Comisión Vecinal, cerca del barrio La Loma van chicos toba que han terminado la escuela secundaria, que hablan el idioma toba pero, a pesar de ello no fueron al establecimiento en que se habla su lengua sino a un común. Y allí sí terminaron sus estudios. Es una manera de sentir que son iguales al resto.

Amalgama

Para la elaboración de su trabajo, Dalostto recurrió en parte a fuentes orales, a su vez documentadas en forma escrita, a la revisión de archivos y bibliotecas.
“Uno ha bebido de todo, pero le ha dado otra visión al relato, que difiere del histórico hegemónico”, dirá, antes de precisar que el segundo y el tercer tomo de su proyecto tienen que ver con la historia fáctica, con los últimos cinco siglos”.
El número tres –adelanta- “ya viene en camino y abordará el segmento que abarca desde el siglo XIX hasta el presente”.
El tomo cuatro estará integrado por Jesús, pero chaqueño. Recopila historias y leyendas elaboradas en torno a esta figura nacida a orilas del Río Bermejo y de origen Avipón. En tanto el quinto y último de la serie estará relacionado con una serie de canciones religiosas de estos pueblos.
Es que, confiará el investigador, “lo religioso es muy importante para estos pueblos. En los Quom, todo está atravesado por la religiosidad. Son comunidades muy místicas que viven su vida cotidiana en un mundo mágico. La historia, los acontecimientos están ligados a lo religioso. Lamentablemente –concluirá- veo que hay un contacto muy grande de la cultura del consumismo. Y mucho choque de la cultura evangélica que les fue impuesta y lo que queda de la cultura original. Es como si ellos tuvieran dentro de su cabeza varias culturas que no terminan de amalgamar”.
Al trazar su diagnóstico, el docente reconoce que en este panorama, “la más afectada es la gente más joven. Es la que menos idea tiene de sus raíces”.

EL AUTOR

Flavio Dalostto es escritor y poeta. Así se define este docente nacido en Santa Fe, alfabetizador y maestro especializado en educación intercultural que trabaja desde hace 15 años con personas criollas y de las etnias mocoví y toba.
Como maestro se desempeña en la Escuela Bilingüe Mocoví, de Recreo (Santa Fe) y como alfabetizador de jóvenes y adultos en el Centro de Alfabetización de Adultos 271 (Santa Fe). Desarrolló tres cuadernillos bilingües, uno mocoví-castellano y otros dos toba-castellano.
Ha publicado Las Escuelas Bilingües Toba y Mocoví, de la editorial Amsafé.

Fuente: http://www.eldiariodeparana.com.ar

viernes, diciembre 17

CEMLA, Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos

Novedades en cuanto a este Centro de Estudios, tan importante para los investigadores.
Aqui una breve descripcion y luego la direccion de la pagina para que se informen mas y puedan utilizarla.

CONSULTA PILOTO DEL ARRIBO DE INMIGRANTES
La base de datos surgió de la preocupación del CEMLA por preservar la información contenida en los libros de desembarco en el puerto de Buenos Aires, que el paso del tiempo estaba deteriorando irreversiblemente. El principal escollo para la continuidad de la tarea ha sido siempre su difícil financiación. A lo largo de los años esta ha sido posible gracias a subsidios para carga de datos o para la elaboración de listados para universidades y centros académicos. El apoyo de la Dirección Nacional de Migraciones en la facilitación de los libros y, en los últimos años, de personal que colabora en la digitalización, es también esencial.

http://www.cemla.com/busqueda.php

NOCHE DE LAS LIBRERIAS, Buenos Aires

El 18 de diciembre se realiza Noche de Librerías. El gran evento que celebra la tradición de librerías porteñas llega este año con un formato completamente renovado. Esta cuarta edición, que vuelve a poner en el centro de la escena el papel que las librerías de la Ciudad cumplen para la promoción de la actividad editorial y el encuentro del público con los libros, amplía notoriamente la cantidad de actividades programadas, las que tendrán lugar no sólo en el habitual corredor de la Avenida Corrientes sino –por primera vez– también en otras partes de la ciudad como los barrios de Palermo o San Telmo.
Como en ediciones anteriores, las librerías –que permanecerán abiertas hasta la madrugada– aprovecharán la ocasión para ofrecer al público promociones especiales, además de ser espacio para charlas, talleres y espectáculos.

El evento, organizado por los ministerios de Desarrollo Económico y de Cultura de la Ciudad, cuenta con el apoyo de diversos organismos de gobierno y de las cámaras y asociaciones del sector, que nuevamente acompañarán la iniciativa. Además de la Cámara Argentina del Libro (CAL), la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP), la Cámara Argentina de Papeleros, Libreros y Afines (CAPLA), la Fundación El Libro (FEL), se suma este año la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA), entidad comprometida con la temprana formación de un público lector entre las nuevas generaciones.
Es que, además de consolidar aspectos clave de sus ediciones anteriores, Noche de Librerías este año refuerza su perfil como evento para toda la familia, ofreciendo una atractiva programación dedicada a los padres, los hijos y los abuelos. Con tres fuertes ejes temáticos: los chicos, el cómic, y las tecnologías, suma a su cuarta edición más de 70 actividades, más de 50 librerías implicadas, y más de 100 personalidades de la cultura, el arte y el espectáculo comprometidas.

Corredor Corrientes
Bar El Gato Negro (Av. Corrientes 1669)
Bar La Ópera (Av. Corrientes 1799)
Bar La Paz (Av. Corrientes 1593)
Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543)
Librería Antígona – Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543)
Librería Cúspide (Av. Corrientes 1316)
Teatro General San Martín (Av. Corrientes 1530)

Corredor Bulnes
Espacio Moebius (Bulnes 658)
Librería Otras Lluvias (Bulnes 640)
Submundo Estudios (Bulnes 658)

En otros barrios
El Ateneo Grand Splendid (Av. Santa Fe 1860)
Librería Antígona – Cerrito (Cerrito 1128)
Librería Antígona – Las Heras (Las Heras 2597)
Libros de Turismo (Paraguay 2457)
Librería SBS (Av. Córdoba 1840)
Yenny – Belgrano (Av. Cabildo 1978)
Yenny – Flores (Av. Rivadavia 6527)

Circuito Palermo*
1690 – Tierra Adentro. Libros (Pasaje Russel 5017)
Centro Cultural de España en Buenos Aires (Balcarce 1150)
Club Burton (Estados Unidos 700)
Crack Up libros (Costa Rica 4767)
El Rufián Melancólico (Bolívar 857)
Librería Eterna Cadencia (Honduras 5574)
Librería La Libre (Bolívar 646)
Librería SBS  (Av. Coronel Díaz 1747)
Librerría Fedro (Carlos Calvo 578)
Libros del Pasaje (Thames 1762)
Llévame contigo libros (Niceto Vega 4616)
Prometeo Libros (Honduras 4912)

*Las actividades en Palermo se realizan un día antes, el 17/12.
 
Para mas informacion, visiten el sitio http://industriascreativas.mdebuenosaires.gov.ar


miércoles, diciembre 15

CENTRO ENTRERRIANO DE GENEALOGIA

Gualeguaychú en la revista del Centro entrerriano de Genealogía

El Centro de Genealogía de Entre Ríos presentará su revista VIII este jueves 16 de diciembre en el centro de genealogía de la Asociación Entrerriana, ubicada en Güemes 3941, de la ciudad autónoma de Buenos Aires.
La presentación será a las 19 y en este caso, el libro-revista trata acerca de “Los Aguilar en Gualeguaychú” (Julio Alberto Aguilar), “López Jordán” (María Marta Quinodoz), “Familias italianas en Entre Ríos: Piaggio (1930), Daneri (1858) y Scelzi (1869) por Susana T. P. de Domínguez Soler.
La historia de los Aguilar se remonta a Granada, con Antonio de Aguilar y la llegada de Francisco de Aguilar a Santa Fe la Vieja en 1670, luego la instalación aquí para la fundación de Gualeguaychú antes de Tomás de Rocamora. De esos Aguilar fundadores viven en nuestra ciudad los Aguilar Calveyra, Rodríguez, Vidart, Spangemberg, entre otros que no recuerdo.
Adela Aranda de Montaño, descendiente de los Aguilar, explicó que sus antepasados llegaron a estas tierras mucho antes que Tomás de Rocamora.
“Ellos trajeron la semilla de la fundación, trabajaron por el crecimiento familiar y económico. Luego vino Rocamora y le dio la fundación legal. Las familias fundadoras participaron del primer Cabildo y estas Actas las que acaba de editar el Instituto Sedes Sapientiae.
El Centro de Genealogía de Entre Ríos fue fundado el 7 de noviembre de 2002 por un grupo de investigadores, que hoy son denominados “Miembros Fundadores”. Cada uno de ellos había realizado estudios genealógicos en forma individual y a partir de ese día conformaron un grupo comprometido espiritual y financieramente con el fin de publicar las investigaciones de linajes entrerrianos.
Las personasinteresadas en conocer más acerca de este Centro podrán ingresar a la página www.genealogiaentrerios.com.ar o bien escribir a centro@genealogiaentrerios.com.ar

UN POCO DE HUMOR....

martes, diciembre 14

Grandes cambios en FamilySearch.org

Actualización de la web ya está disponible, y más mejoras por venir

SALT LAKE CITY-
FamilySearch anunció hoy varios cambios para su sitio web la historia de la familia, FamilySearch.org.
Los usuarios en línea encontrarán millones de nuevos registros y las imágenes, más de 40.000 artículos útiles, más de 100 cursos interactivos de enseñanza, y un foro dinámico para hacer preguntas personales genealogía.
Los cambios han sido puestos a prueba por algún tiempo. FamilySearch seguirá aplicando a nueva página web en fases para asegurar que todos los elementos críticos están funcionando como se desee. Una vez terminado, el sitio web será promovido de manera más amplia.
El nuevo sitio ofrece los siguientes beneficios libres de FamilySearch clientes:

* Millones de documentos históricos y los índices que se publican con mayor frecuencia.
* Una experiencia de búsqueda mejorada que se ve a través de más contenido y da resultados más exactos.
* Una próspera comunidad en línea genealógica, donde los clientes pueden dar y recibir ayuda.
* Un nombre de usuario y contraseña para todos los productos y servicios de FamilySearch.
* Responsable, confiable y escalable del hardware y software que permitirá que el sitio para crecer y mejorar.

FamilySearch ha publicado un documento útil llamado "Adaptarse a la nueva versión de www.familysearch.org" y un tutorial de vídeo que resume los cambios en el nuevo sitio. Estas nuevas guías se pueden encontrar en el documento "Cambios en FamilySearch.org" enlace.

La versión anterior del sitio seguirá estando disponible a través del período de transición.

domingo, diciembre 12

Viejos papeles de familia

Probanzas de Hidalguía.- Los Bulnes Casares de Yucatán son poseedores de un valioso manuscrito familiar. Se trata de un lujoso libro del siglo XVIII, con hojas de pergamino bellamente ilustradas a mano y a todo color, que incluyen el escudo de armas de su linaje y las firmas originales del Rey de Armas de S.M. Carlos III y las de los principales funcionarios reales de la Chancillería de Valladolid, de donde procede el documento.

Y es que dicho libro -más bien álbum- no es otra cosa que la versión lujosa de la ejecutoria de Hidalguía que don Josef Antonio Bulnes Casares Pérez Roldán Sánchez de Boedo y Cuesta, fundador de la familia en Yucatán, tuvo que mandar a tramitar en su pueblo natal, en 1788, para certificar su calidad de Hidalgo y Cristiano Antiguo, libre de toda "mala raza" de judíos, moros y gitanos, exigentes condiciones necesarias para que le fuera otorgado el cargo de Factor de la Real Renta del Tabaco, Aguardiente y Naipes, que desempeñó en la ciudad de San Francisco de Campeche, lugar de su primera residencia, antes de pasar a Mérida. De la Hidalguía, que equivale a Nobleza inmemorial, gozan todos los miembros de una misma familia, sin distinción de sexo, pero sólo la pueden transmitir los varones, que son los que otorgan perpetuidad al apellido.

Prueba Armera.- En el argot heráldico se denomina Prueba Armera aquella que certifica la posesión ancestral de un escudo de armas. Constituye una prueba difícil y complicada, dado que hay que retroceder varios siglos, hasta llegar al primer caballero que fue honrado por el Rey con dichas armas, por alguna hazaña guerrera en tiempos de la reconquista española.

Y sólo un Rey de Armas, capacitado como tal, puede certificarlo, apoyado en viejísimos documentos probatorios, o en antiguas casas solariegas que aún conservan sus escudos originales.

De no ser así, cualquier "escudo familiar" resulta ilusorio. Los Casares de Yucatán pertenecen al reducido grupo de familias, cuyos escudos son auténticos.

El Mayorazgo de la familia.- Según usos y costumbres de aquellas épocas, cada linaje tenía entre sus miembros a quien, por derecho genealógico correspondía el carácter de Mayorazgo, es decir el hijo mayor de cada hijo mayor en la cadena sucesoria de padres y abuelos, por línea de varón. En los Casares de Yucatán, este carácter viene a recaer en el Dr. Gustavo Casares Rendón y en su sucesión masculina.

Descendientes del Capitán Gral. Figueroa y Silva.- Los Casares figuran entre los descendientes del gobernador y Capitán Gral. de Yucatán, el Mariscal don Antonio de Figueroa y Silva Lazo de la Vega y Ladrón del Niño de Guevara (1725-1733), quien de su unión con Da. Isabel de Avila y Ancona, tuvo un vástago que figuró bajo el apellido Quijano y fue su nieta Da. María del Cármen Quijano y Cosgaya, a la vez bisnieta de Figueroa y Silva, quien casó en 1812 con D. Pedro Casares Armas, hijo del fundador de dicha familia en Yucatán. Figueroa y Silva fue quien erigió la Iglesia de Santa Ana, donde se encuentra su lápida sepulcral, en tanto que su hijo D. Juan Estéban de Quijano y Avila (quien llevaba los apellidos de quienes fueron sus tutores), edificó el templo de San Sebastián, los dos en esta ciudad.

Otra familia que se reúne.- La Academia Yucateca de Genealogía "Francisco de Montejo", también felicita a la distinguida familia Castellanos que en días pasados realizó un encuentro familiar, similar al de los Casares. En años pasados lo hicieron también las familias Arrigunaga, Vales y Millet.- Mérida, Yucatán.

hemeroteca@megamedia.com.mx

viernes, diciembre 10

La bebida nacional y la Historia Familiar

Las raíces sanjuaninas del vino

El vino fue declarado "Bebida Nacional" por la presidenta. Allí homenajearon a dos tradicionales familias vitivinícolas sanjuaninas. 

En Capital Federal la vitivinicultura argentina se vestio de gala para recibir de manos de la presidenta Cristina Fernández el decreto que declara al vino como "Bebida Nacional", distinción que se iba entregar el pasado 1 de noviembre pero que por la muerte de su esposo se postergó para esta fecha. Pero el reconocimiento fue mucho más allá y casi a modo de saldar una deuda histórica, se distinguio a dos familias tradicionales sanjuaninas que hicieron trascender a la industria del vino: Los Graffigna y los Pulenta. Don Juan Graffigna y Mario Pulenta fueron los encargados de recibir el galardón. DIARIO DE CUYO publicó el último 13 de junio en el suplemento "Forjadores del Terruño" sus ricas historias.

En 1862 desembarcó el primero de los Graffigna, don José, quien venía antecedido de un periplo que primero lo había tenido en California, Estados Unidos, y luego en el vecino país de Chile. Eligió Concepción para arraigarse y plantar las primeras viñas que llevarían su impronta. Luego se sumó su hermano Juan, quien lo acompañó hasta 1869, momento en el que se separó y decidió comprar tierras en la zona de Desamparados.
Familia PULENTA

Más tarde sería Santiago, que con apenas 12 años cruzó el Atlántico -a pedido de Juan- para echar raíces en San Juan. "Mi nono -por Don Santiago- fue a mi entender uno de los mayores visionarios que tuvo la vitivinicultura en el país y no quiero exagerar pero tal vez del mundo. Él hizo crecer a la empresa familiar y la llevó a la cúspide, e incluso cuando Juan y Emilio vinieron a la provincia y después volvieron a Italia, fue el nono el que siguió a pie firme con la bodega y los viñedos para hacerla grande y fuerte. De mi parte lo que hago es simplemente continuar con esta riquísima historia", contó anoche antes de partir a Buenos Aires, don Juan Graffigna, nieto de Santiago y tal vez uno de los últimos eslabones que siguen ligados a la industria, que a pesar de su longevidad siguen despuntando el vicio por la vitivinicultura. Santiago, columna vertebral de la familia, fue el primero en todo Cuyo en formar una Sociedad Anónima para que sus descendientes trabajen la empresa en base a un orden estricto y explícito.
Familia GRAFFIGNA

No menos rica es la historia de los Pulenta en San Juan y su vinculación con la industria vitícola. Esta familia, que tuvo como primer eslabón con la provincia a don Angelo Antonio Polenta, que por una mala inscripción en el Registro Civil argentino terminaría siendo involuntariamente rebautizado como Pulenta, apellido con el que finalmente trascendió. A San Juan llegó luego de trabajar como empleado en una finca mendocina y recibir por parte de su patrón unas tierras en la zona de Pie de Palo para que las labrara; fue así como Angelo y sus 9 hijos comenzaron la noble tarea de multiplicar sus tierras a base de esfuerzo y sacrificio.

Luego de que muere Angelo, sus hijos forman la Sociedad Colectiva Pulenta Hermanos, que allá por 1956 pasaría a llamarse Bodegas Peñaflor, en San Martín. Sus vinos se hicieron populares en todo el país y la bodega se convirtió en una gran familia, comentan todavía aquellos viejos habitantes de la zona que guardan en sus retinas las anécdotas que pintan de cuerpo entero a los Pulenta. "Este es un reconocimiento a todos los inmigrantes, principalmente a los españoles y los italianos, que fueron los que eligieron en su mayoría a Cuyo para quedarse. Ellos fueron los que vinieron acá sin prácticamente nada y trabajaron la tierra cuando esto no era absolutamente nada. A mí me emociona ser distinguido en nombre de la familia, es una enorme satisfacción recibir un galardón, es el merecido premio a todos los que hicieron grande la vitivinicultura sanjuanina y recibirlo el mismo día que el vino es declarado bebida nacional, hace que sea aun más importante", dijo Mario Pulenta.

martes, diciembre 7

Hallan cartas de Sarmiento en el armario de una escuela

Quizá fue por obra del azar o por una jugada del destino: una bibliotecaria de la Escuela N° 1 San Miguel del Monte de la ciudad de La Plata, encontró olvidados en un viejo armario del colegio una serie de manuscritos de Domingo Faustino Sarmiento, de Marcos Sastre, de Francisco Berra y de otros especialistas de la educación, que ayudarán a entender cómo funcionaba el sistema de enseñanza bonaerense durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.

Se trata de 70 rollos fechados entre 1858 y 1929 que permanecieron inmaculados en un mueble (que, según un grupo de investigadores que visitó el establecimiento, no se abría desde hace medio siglo) y que fue abierto por casualidad cuando se decidió acomodar la biblioteca de esta escuela, ubicada a 102 kilómetros de la capital provincial.

Los primeros volúmenes, escritos de puño y letra por el propio Domingo Faustino Sarmiento, reúnen cartas, informes, pautas de conducta en el aula y consejos a los maestros sobre distintas cuestiones como la disciplina.

También se hallaron manuscritos de Marcos Sastre y de Francisco Berra, que fueron los primeros directores generales de Escuelas que tuvo la provincia de Buenos Aires, y que dejaron una marca indeleble en la raíces de la educación argentina.

"La verdad es que no podíamos creer el buen estado de conservación de estos manuscritos, que tienen 150 años de antigüedad. Estaban enrollados, a modo de papiros, y sólo abrimos los más antiguos, de 1858", explicó ayer a La Nacion el director del Centro de Documentación e Información de la Educación bonaerense, Rafael Gagliano.

El funcionario agregó: "Ahí encontramos las cartas de Sarmiento y de Sastre. Leer el primer volumen nos dio una visión global de la magnitud del hallazgo".

Profesor en historia de la educación argentina, el especialista de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense viajó a la ciudad de San Miguel del Monte para hacer una primera evaluación de los documentos y certificar si, efectivamente, se trataba de manuscritos originales de Sarmiento.

"Lo primero que me llamó la atención fue una carta de 1858 enviada por el director de una escuela de Monte, que le pide a Sarmiento consejos sobre cómo debía proceder con un chico que tenía problemas de conducta. Sarmiento le respondió con un consejo muy duro: le dijo que suspendiera durante un año al chico de la escuela y que visitara a los padres periódicamente para ver cómo se seguía portando el alumno durante ese año de castigo", dijo Gagliano.

Fuente: Notiexpress/La Nación 

La descubridora
Graciela Rodríguez no puede salir de su estupor. Durante toda la mañana, esta maestra de primaria ha recibido llamadas de distintas radios y museos para que relate cómo fue que halló, en un armario del colegio, una serie de manuscritos olvidadosCuenta una y otra vez que, con motivo de la celebración del Bicentenario, las autoridades del colegio le pidieron que hiciera un informe sobre la historia de la escuela, fundada en 1816.
"Busqué material en la dirección, en la secretaría y en la biblioteca. Pero realmente quedé sorprendida cuando encontré unos rollos muy antiguos dentro de un armario que estaba en un aula del nivel secundario. Pregunté a varias maestras y a la directora, pero nadie se acordaba bien de cómo había llegado ese armario al colegio y porqué estaba ahí."
 La docente dice que, tras encontrar los documentos decidió llamar al historiador del pueblo, Alejandro Cortez, que les aconsejó dar aviso a la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense. Se trataba de documentos muy antiguos y no valía la pena correr riesgos.
"Abrí uno de los rollos y comencé a leer. Era un volumen de 1858, pero contenía cartas de Sarmiento de 1857 y un estatuto que reglamentaba la enseñanza en las escuelas bonaerense, escrito por Sastre. Hice una especie de inventario en un cuaderno con la fecha de los manuscritos de ese volumen y un resumen de lo que decían. En realidad, no sabía la dimensión y valor histórico de los documentos, hasta que vinieron los especialistas de la Dirección de Escuelas", cuenta Rodríguez.
Rosa Calle es, desde hace tres años. la directora de la Escuela N° 1. Afirma que desde que llegó al colegio nunca se imaginó que ese armario podría esconder manuscritos y documentos que permitirán conocer como era la educación de la provincia a mediados del siglo XIX y principio del XX.
"El armario nunca estuvo cerrado con llave y pasó inadvertido como un mueble más del establecimiento. Cuando descubrimos los rollos trasladamos el armario a la biblioteca. El director del Centro de Documentación e Información de la Educación bonaerense, Rafael Gagliano, luego de verlos nos aconsejó que los dejemos tal cual estaban, hasta que nos envíen un especialista en manuscritos del siglo XIX", señala.
Cuenta la directora que, una vez que trascendió la noticia, la comunidad educativa de San Miguel del Monte se vio conmocionada por el hallazgo. "El intendente nos ofreció reforzar la seguridad en la escuela y nadie aquí quiere que los manuscritos dejen de estar en el colegio."
Por eso, el inspector jefe del distrito, José Almeida, decidió que los maestros de la Escuela N° 1, además de dictar una clase especial sobre el descubrimiento de los manuscritos, realizaran una tarea casi antropológica. "La idea es que, en los próximos meses, alumnos y maestros comiencen a entrevistar a docentes y directores retirados que pasaron por el colegio, para poder develar la historia de cómo llegaron esos 70 rollos a la escuela." 


domingo, diciembre 5

Descansar en paz en Tulcan....que lujo!!!!!

Un Cementerio de Ecuador, declarado Patrimonio Cultural del Estado, sitio Natural de interés turístico y Patrimonio de la Humanidad segun la UNESCO.










Felicitaciones a los hermanos ecuatorianos!!!!!

jueves, diciembre 2

Espumosa Historia

Historias y tradiciones de una espumosa costumbre
Docentes de la cátedra Historia Social de la UNL revisaron la vida de Otto Schneider y la cultura del consumo de cerveza en nuestra ciudad. Elaboraron un libro, en el que no faltan fotografías de antiguos bares y patios cerveceros.
Malteado, maceración, fermentación y maduración son las etapas de la producción de la cerveza.
4.jpgLúpulo, cebada y levadura son los ingredientes básicos para elaborar la cerveza, con el agregado de agua de buena calidad. En la búsqueda de un lugar donde pudiera conseguirla con esas características, don Otto Schneider -un maestro cervecero- llegó de su Prusia Oriental natal a principios de siglo a nuestra ciudad.
La tradición popular le confiere a este visionario y emprendedor -que formó parte de los comienzos de la Cervecería Santa Fe y que fundó su propia planta, que perpetúa su apellido- la autoría de dos marcas distintivas de la comunidad santafesina hasta la actualidad: el liso y los patios cerveceros.
Este mito y muchas otras anécdotas de este inmigrante quedaron plasmadas en el libro “Otto Schneider. Tradición alemana en Santa Fe, cuna de la cultura cervecera argentina”, que surgió de una investigación realizada por miembros de la cátedra de Historia Social de la Universidad Nacional del Litoral. Su producción estuvo a cargo del profesor titular, Mg. Luciano Alonso, y contó con la colaboración de los profesores José Larker y Luisina Agostini.


Aporta un conocimiento histórico de la sociedad santafesina de la primera mitad del siglo XX en aspectos de su vida cotidiana y repasa la historia y los orígenes de Schneider. Sin embargo, según se aclara en la introducción, va más allá de la biografía de este emprendedor para tratar de enlazar su historia personal con la que denomina “historia social de la cerveza”, o sea con una identificación de los actores sociales y de las formas de sociabilidad alrededor de la producción y consumo de la bebida.


FAMILIA CERVECERA
El libro reseña que Otto Eduard Moritz Schneider nació el 6 de abril de 1872 en Osterode, en la Prusia Oriental. La región -explica- había sido zona de colonización alemana desde al menos el siglo XIV, pero en ella se entremezclaban pueblos polacos, lituanos y rusos, cuyos hábitos de consumo y en especial su gusto por la cerveza no eran muy diferentes de las tradiciones germano-orientales.
En este sentido, aclara que la cerveza constituía desde muchísimo tiempo atrás un componente esencial en la alimentación de las culturas campesinas europeas. Densas, pesadas y con texturas, colores y sabores muy variados, aportaban un porcentaje importante de calorías a las dietas de las clases populares, que no accedían a los vinos meridionales que podían consumir las clases dominantes.
Otto Schneider -agrega- era un maestro cervecero y provenía de una familia con una larga tradición en la materia. Sus padres, Julius Schneider y Wilhelmine Meyke, eran propietarios de un establecimiento productor de cerveza, (...) que habría aplicado máquinas de vapor. Eso constituiría una innovación importante para la época, cuando la mayor parte de las cerveceras aún usaban cocción a fuego.
POR QUÉ SANTA FE
Otto Schneider eligió Santa Fe por la calidad de sus aguas para la elaboración de cervezas. Sobre este punto, los autores de la obra justifican: “En Santa Fe se desplegó una dinámica de relación entre producción y consumo que justificó el lema de ‘Ciudad Cervecera’ que, hacia los años 30, ya utilizaba una de las empresas. Esa particularidad se extiende hasta hoy en día, cuando la ciudad tiene un consumo per cápita de cerveza fluctuante entre los 60 y 70 litros anuales que, aunque está lejos de algunos parámetros europeos, prácticamente duplica la media nacional e -incluso- la de la propia provincial, de la cual es capital”.
Don Otto también ocupó un rol destacado dentro de la sociedad de su época. Tuvo participación accionaria, fundacional y productiva en esas dos grandes cervecerías de nuestra ciudad y un carisma especial, ya que se constituyó como un maestro cervecero al que se le asocian mitos e historias.
Luciano Alonso explicó que “el texto está construido en base a la información obtenida de periódicos de época, archivos oficiales y privados, fuentes orales y registros fotográficos. Tomando a la figura del biografiado como exponente de una nueva clase empresaria en una región en transformación, la investigación avanzó sobre aspectos que permitieran comprender un modo de sociabilidad que atravesaba las diferencias sociales”.
De tal manera -acotó- las clases medias, las mujeres, las clases populares y, dentro de éstas, específicamente los trabajadores cerveceros, aparecen aludidos en relación con una configuración local en torno a la producción y consumo de un producto.
VASOS SIN TALLAR
La investigación se explaya también en ese mito de atribuir la autoría del término liso a don Otto Schneider. “A principios del siglo XX parece haberse adoptado la costumbre de servir la cerveza de barril en vasos transparentes y sin tallar, a veces cilíndricos y a veces ligeramente cónicos, que originalmente tenían un tercio de litro de capacidad. Aunque en distintas regiones argentinas se fue imponiendo esa modalidad, reemplazando a las jarras de vidrio y cerámica o a los vasos tallados en Santa Fe tomó de manera exclusiva el nombre de liso”.
“Algunos comentaristas -continúa- consideran posible que esa denominación haya referido a la acción de tirar el sobrante de espuma “alisando’ la boca del vaso con una tablilla, pero en la ciudad se mantiene una tradición oral que asigna a Otto Schneider la invención del término. Parece ser que cuando llegaba a la antigua Chopería Alemana, ubicada en la céntrica esquina de las actuales calles 25 de Mayo y La Rioja, pedía que le sirvieran la cerveza en un vaso liso de capacidad menor que la de las jarras. De esa manera, podía sentir el frío de la bebida más fácilmente, al tiempo que esa cantidad se consumía más rápidamente y el chop no se entibiaba en la mesa”.
La atribución a don Otto de la invención del liso adquiere en la ciudad las características de mito local. Y como en todo mito, sus detalles son inciertos, su datación imposible, su constatación indebida, acota.
Cabe agregar que este emprendedor creó el denominado Recreo Schneider, una confitería con jardines que había instalado junto a su fábrica de cerveza, como era costumbre en su país natal, lo que se considera su propio patio cervecero.
BARES Y CHOPERÍAS
Por otra parte, el libro menciona a los distintos recipientes en que se comenzó a distribuir o servir la cerveza, incluyendo tanto al barril, los porrones y otras botellas más delicadas, como al liso, los balones o los satélites, de mayor capacidad.
No falta tampoco la referencia a la forma de “tirar” el liso o chop, respecto a lo cual advierte que “en la zona se sirvieron tempranamente con un poco de espuma o “cuello’, a diferencia de otras regiones, en las cuales se prefiere sin ella”.
Varios párrafos se dedican a las diferentes choperías que fueron surgiendo en la ciudad como consecuencia de “la promoción comercial de las cervecerías”, que instaló “la costumbre de beber cerveza en reemplazo de los copetines y las bebidas blancas”.
Esto ocurría hacia 1910-1920, cuando se pasa de beber vinos, ginebras y licores para consumir cada vez más porrones, jarras y vasos de cerveza. Pero se multiplicaron estos lugares hacia la década de 1930 en oportunidad de la competencia entre las cervecerías Santa Fe y Schneider y en el marco de la recuperación económica.
Así, surgen los primeros de la zona céntrica: la chopería Gambrinus, de la familia Spengler, ubicada sobre la céntrica calle San Martín; el café y bar Carlitos, que habría funcionado en Rivadavia al 2700; Café Modelo, luego conocido como Chopería Modelo, ubicado en Mendoza entre San Jerónimo y San Martín, de Juan Struch; o el bar Pilsen, situado en San Martín al 2600, de Martín Gutiérrez; la Chopería Alemana, de la familia Dempke, en La Rioja y 25 de Mayo; el Gran Chop, en Salta y 9 de Julio, propiedad de Manuel Almiral; el Cabildo, en Salta y Cortada Bustamante, al lado del Mercado Central; el bar Derby, en Tucumán entre San Martín y San Jerónimo; entre otros tantos que luego se expandieron por otras zonas de la ciudad.
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cervecería santa fe inauguró su patio cervecero frente a su planta de barrio candioti.
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la casa de la cervecería (ex museo) recuerda la vida de otto schneider.
PARA COMPARTIR ENTRE AMIGOS
La costumbre de reunirse con amigos a compartir una cerveza también está analizada en la investigación. “Reunirse a tomar cerveza se instaló como una manera de pasar el tiempo entre amigos, en ocasiones durante horas del día y en cantidades ingentes (...). En distintos lugares se formaban grupos de varones adultos que encontraban en los bares un espacio de debates y comentarios, en ocasiones pagando por adelantado a los mozos o camareros un número crecido de lisos, que éstos iban trayendo a medida que se bebían”.
Según aclara, las mujeres comenzaron a encontrarse en los bares en los años ‘20, aunque en espacios diferentes al de los varones y que en raras ocasiones consumían bebidas alcohólicas.
No obstante, dice que “el uso femenino de cerveza era asociado en general a la noción de un alimento más que a un disfrute compartido. A tenor de lo testimoniado por la familia Hirsch, hasta mediados del siglo todavía las mujeres la bebían en la etapa de lactancia de sus hijos o consumían malta para incrementar la producción de leche, e incluso los niños la probaban. Pronto esa concepción dio paso a la participación en el consumo social del producto”.
Respecto a los patios cerveceros recuerda que se fueron abriendo en los clubes barriales o anexos a las vecinales, como el del Club Sarmiento, de barrio Candioti, Necochea e Independiente, este último de barrio Roma.
Muchos de ellos -comenta- permitían a los asistentes llevar su propia comida y sólo mantenían la exclusividad de la venta de la bebida, con lo que resultaban más atractivos para quienes no podían gastar mucho en una salida o para los que no querían desperdiciar los sobrantes de una reunión familiar.
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Otto Scheneider fue un maestro cervecero alemán que logró dejar un legado clave para la industria cervecera nacional.
+datos PRESENTACIÓN
El libro fue presentado en la Feria del Libro por sus autores, y también participaron Juan Pablo Barrale, jefe de Relaciones Institucionales de Cervecería Santa Fe, y el secretario de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral, Ing. Gustavo Menéndez.
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TEXTOS. mariana rivera. FOTOS. GENTILEZA CERVECERÍA SANTA FE
http://www.ellitoral.com

miércoles, diciembre 1

La historia de un pueblo que nació con otro nombre

Comenzó a llamarse Gonnet en 1931, pero en sus orígenes fue Adolfo Alsina

Desde 2003, el aniversario de Manuel B. Gonnet se conmemora el 26 de noviembre, fecha que se corresponde con la de la escrituración de la venta de los primeros lotes para viviendas en la zona, con el fraccionamiento de la chacra número 23, propiedad de los señores Ramón Paz y Manuel García Durán, que sumaban además los terrenos que hoy pertenecen al club Universitario y la República de los Niños.

Fueron los primeros compradores: Enrique Girola, José y Benito Fígari, Esteban Ferraria y Calixto Leunda.

Ese loteo, era denominado en las primeras décadas del siglo XX con el nombre de Adolfo Alsina. A su vez, la estación de trenes fue puesta en servicio a partir del 15 de febrero de 1889 y clausurada por el Ferrocarril del Sud el 4 de setiembre de 1901. Posteriormente, el ministerio de Obras Públicas de la Nación ordenó a la empresa ferroviaria la reapertura, que se produjo el 19 de agosto de 1913, "a petición de los vecinos de Adolfo Alsina".


El 28 de agosto de 1931 la estación Adolfo Alsina fue rebautizada bajo el nombre de Manuel B. Gonnet. Las reiteradas confusiones entre esta estación y el partido homónimo de la provincia de Buenos Aires -sobre todo con la entrega de correspondencia-, provocaron que la Sociedad de Fomento solicitara el cambio de nombre por el actual.

La denominación se escogió en honor al primer Ministro de Obras Públicas que tuvo la Provincia de Buenos Aires y respetado legislador de la época.

MAS ATRAS EN EL TIEMPO
Cabe recordar que en 1909, Luis Castells hizo lotear parte de la estancia de Punta Lara que había sido adquirida a Jorge Bell para formar allí un nuevo centro de población. Castells propició la subdivisión de parte de sus tierras, contratando al agrimensor Félix Lenzi, quien realizó el fraccionamiento de 169 manzanas, divididas en cuatro lotes de 50 metros por 50 cada uno.

El 7 de noviembre de 1909, el rematador Antonio Santa María sacó a subasta cerca de 700 lotes en el gran "Café Colón", en diagonal 80 Nº 1038 de La Plata, a cuatro pesos mensuales el cuarto de manzana y a 8 pesos la media manzana, en 80 mensualidades. El remate fue un éxito y durante el primer año se vendieron 445 de los 700 lotes ofrecidos. Así quedó establecido en un voluminoso legajo archivado en la Dirección Provincial del Registro de la Propiedad.

El historiador Juan Alvarez Gelves, vecino de Gonnet, ha podido averiguar que, por resolución del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, el día 19 de agosto de 1913, el Poder Ejecutivo Nacional ordenó la reapertura de la entonces estación Adolfo Alsina, que permanecía cerrada desde 1901. Según consta en el boletín oficial, la medida fue tomada debido a los pedidos realizados por los vecinos en ese sentido.

LOS PIONEROS
Si uno desea conocer en profundidad la historia de un pueblo, no puede dejar de lado a sus pioneros. Detrás de las fechas, las resoluciones ministeriales y los decretos oficiales que autorizan o reconocen la existencia de un pueblo está su gente. Personas de carne y hueso que han abierto los caminos que hoy disfrutan las nuevas generaciones. Pioneros que enfrentaron la desolación y la adversidad junto a sus familias y sus sueños. Gonnet no escapa a esta constante. Tras un loteo aparentemente poco afortunado, familias de inmigrantes cargados de esperanzas y sin grandes fortunas llegaron a este lugar para convertir a sus tierras en un pujante pueblo.

Los Rossi, los Marenzi, los Grattoni, los Mercante, los Zambano o los Blanc, entre otros, son los representantes de esos pioneros en Gonnet.

ALGUNAS HISTORIAS
Juan Zambano llegó de Italia al puerto de La Plata en 1894 con 21 años y dos liras en el bolsillo. Trabajó como peón de campo y, más tarde, como albañil en la construcción de la catedral platense. Con sus ahorros, después de un tiempo, compró en 1904 su primera casa en medio del campo.

Ubicada en camino General Belgrano y 505, su primera propiedad se convirtió muchos más años después en el conocido restaurante "La terraza". Allí tuvo su primer horno de ladrillos.

Más tarde se mudó junto a su esposa, Clara Lizzoli, a la tradicional casa de la familia en 503 y 19. Allí nacieron el resto de sus siete hijos.

La suya fue una típica casa de campo en la que todos los quehaceres estaban a cargo de los integrantes de la familia. El cuidado de la huerta y los animales, la elaboración del pan y la producción que sería el sustento de la familia: la fábrica de ladrillos. Aún guardan sus descendientes los carros con los que llevaban los ladrillos a la ciudad en tiempos de la construcción de los grandes edificios públicos de la joven capital provincial.

Creador junto a otros vecinos de la Sociedad de Fomento, Zambano fue uno de esos personajes que, sin estridencias, hicieron historia. Sus hijos siguieron su ejemplo y continuaron luchando por el crecimiento del pueblo.

Gelindo Grattoni llegó de Europa para encargarse de diseñar y mantener los jardines de la facultad de Agronomía en La Plata. Más tarde, con la creación del Club de Golf del frigorífico Swift, Grattoni se convirtió en el capataz del nuevo centro de recreación y deporte.

En la década del 20, él construyó la tradicional casa en la que actualmente funciona el Centro Comunal de Gonnet. Su familia vivió en ese lugar hasta el año 1996.

Grattoni fue propietario de uno de los primeros autos de la y como la partera más cercana vivía en la calle 32 de La Plata, cuando estaba por nacer un chico lo venían a buscar para que fuera con su coche a buscarla. Los niños nacían en sus casas.

Historias de vida como tantas otras que hacen a la historia cotidiana de un pueblo. Como éstas se podrían contar muchas otras, pero siempre habrá una oportunidad para esto porque Gonnet sigue creciendo a pasos agigantados.