Comparto con ustedes esta nota que salio en el diario de mi ciudad, "Ecos Diarios"
Pueblo Nuevo, la otra ciudad
Aunque al fundarse la ciudad, en 1881, los necochenses ya soñaban con un balneario y algunos de los fundadores plantearon que la ciudad fuera creada sobre la costa, no fue hasta 21 años después que comenzó a hacerse realidad aquel sueño y recién en 1945 se expropiaron las tierras para urbanizar la zona balnearia. Pero en 1902 ya estaban en funcionamiento los hoteles San Sebastián y el General Díaz Vélez, había dos ramblas de madera, una confitería y algunas casas entre las dunas de la zona.
En aquellos años una vieja casilla oficiaba de almacén de ramos generales y alquilaba trajes de baño. La casilla era el resto de un puente de madera de un velero que naufragó en la zona.
Aquellas iniciativas turísticas se hallaban a más de dos kilómetros de distancia del pueblo de Necochea, de allí que, aún hoy, parece existir la idea de que la Villa balnearia es otra ciudad, algo que se ve reflejado en la típica pregunta de los turistas: ¿Cómo llego hasta el "Centro Nuevo"?
La otra ciudad
Don Julián Azúa, pionero del turismo en nuestra ciudad, habilitó una casa de baños junto al mar en 1883. Al año siguiente comenzó a cavar los cimientos del legendario hotel La Perla del San Sebastián Argentino.
El nombre del hotel refleja lo que Azúa pensaba de las playas necochenses. Las comparaba con las de las afamadas Bahía de San Sebastián, en el país vasco.
Los primeros pobladores tenían tal confianza en las posibilidades turísticas de estas cosas, que en 1988 la firma Praderes Hermanos presentó un proyecto para construir el primer gran hotel turístico.
En 1894, Juan B. Patau proyectó delimitar entre "la orilla Sur del pueblo y el mar" un lugar para balneario en terrenos que pertenecían a los herederos del General Eustoquio Díaz Vélez.
Con la solución, en 1898, del enojoso pleito sobre las tierras donde estaba plantada la ciudad de Necochea, pueden comenzar a concretarse estos proyectos.
A fines de 1901 Eustaquio Díaz Vélez (heredero del general Eustoquio Díaz Vélez) comenzó las gestiones para la fundación de un pueblo entre el ejido de Necochea y el océano.
En febrero de 1902, el ingeniero Carlos Paquet realizó el proyecto. El Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires dictaminó que el proyecto debía ser modificado, pues la extensión de las manzanas era considerada excesiva.
Allí comenzaron los inconvenientes y no por Díaz Vélez, sino por las autoridades. Los herederos del dueño de la tierra proyectaron un trazado de avanzada turística, superior al de Pinamar.
Aunque se escucharon voces de protesta contra la familia Díaz Vélez, fue el Concejo Deliberante el que no aprobó el proyecto.
El 26 de septiembre de 1927, al aprobarse la ley 3.928 de ensanche del ejido de Necochea en 10.000 hectáreas, los herederos de Díaz aceptaron también el ensanche de lo que ya comenzaba a llamarse Villa Díaz Vélez.
En 1939, la señora Mathilde Alvarez de Toledo de Díaz Vélez solicitó la aprobación de la división de tierras en lo que hoy es la villa balnearia.
Intervino el ingeniero Justo Duggan y la dirección de Geodesia aprobó el proyecto, ya que se trataba de una ampliación del ejido y las reservas de uso público sobrepasaban el porcentaje establecido por la ley.
Sin embargo, este proyecto encontró oposición en la Municipalidad de Necochea por considerarse que la "subdivisión es inconveniente para una ciudad balnearia cuya población estable y de temporana no es de gran densidad".
Se consideraba que era inútil la ampliaciónd e la zona balnearia en "regiones actualmente despobladas".
De haber sido de otra manera, se hubiera solucionado en 1939 el problema surgido a partir de la implantación del Parque Miguel Lillo, que en la actualidad cierra la posible expansión urbana del frente marítimo.
La Dirección de Geodesia expresó en ese momento "que no puede privarse a un particular la facultad que tiene de dividir o vender su propiedad, siempre que se ajuste a las reglamentaciones vigentes".
El asesor del Gobierno adhirió a la opinión de Geodesia y aconsejó la aprobación del fraccionamiento. El Consejo de Obras Públicas dela Provincia consideró que podían aprobarse las subdivisiones propuestas.
El Comisionado Federal, por decreto 6.043, aprobó el proyecto. Pero la Municipalidad de Necochea, basándose en opiniones de la Asociación de Fomento y de la Cámara Comercial local, dictó una resolución que estableció «oponerse en forma terminante a la ampliación del ejido» de la villa balnearia.
El nombre del héroe
Los afanes de los Díaz Vélez se vieron limitados desde la fundación de la ciudad de Necochea. Lo único que pedían a cambio de la tierra en la que se levantó la ciudad, era que el pueblo llevara el nombre del héroe que actuó en las invasiones inglesas y participó en las jornadas del 25 de Mayo de 1810.
Pero al no lograr sus objetivos, los herederos de Eustoquio Díaz Vélez vieron la oportunidad de que el apellido fuera recordado con la fundación de la ciudad balnearia. Con el paso de los años, el "Nuevo Pueblo" se convirtió en la Villa Díaz Vélez.
JUAN JOSE FLORES
Redacción
Ecos Diarios, 13 septiembre 2009
Un video de mi ciudad subido por Piruloneco
Acabo de descubrir este sitioweb que desconocía con la grata sorpresa que han pasado a video el pps de mi autoría y que agradezco hayan mantenido los créditos correspondientes. Tengo varios mas publicados y hechos que con gusto se los haré llegar por email si gustan. Con tiempo leere mas en detalle el contenido porque tambien me adhiero a la genealogía. Estoy reactivando mi propio sitio al que agradeceré visitar: http://www.unrinconenelsudeste.com.ar
ResponderBorrarLuis Parravicini
Hola Luis
ResponderBorrarque gusto poder conectarnos por este medio!!
Cuando tomamos una nota o un video d eotra persona, respetamos su autoria.
Consideramos que es un arduo y noble trabajo el que la persona ha hecho y merece todo el credito.
Gracias por tu video!
Y muy buena la pagina, sobre todo el dulce de zapallo anco