La localidad serrana de Fuenteheridos recibió el pasado fin de semana de la mano de Rodolfo Recio, Eduardo del Valle y Julio Gómez un amplio legajo de documentación relativa al pasado más reciente del pueblo desde el siglo XVIII hasta el presente con importantes revelaciones de la historia local. Los secretos históricos entregados incluyen los legajos de su denominación popular y la compra de su independencia de Galaroza por 54 personalidades locales.
El acto tuvo lugar en la tarde noche del pasado viernes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Fuenteheridos con la presencia de una treintena de vecinos y el alcalde, Martín Martín Corbacho, como anfitrión de esta entrega de documentos de la historia del municipio que será custodiada en el archivo local bajo el nombre de Legajo Tinoco.
El gran impulsor de esta idea ha sido el escritor e investigador local Rodolfo Recio en su ímpetu de aunar mediante la investigación de numerosos archivos institucionales y personales parte de la historia de su pueblo, ya que Fuenteheridos, por diversos motivos y atrocidades de ciertos momentos históricos como los años de la Guerra Civil, carecía de gran parte de su pasado en los siglos más próximos al actual.
La reunión de documentación contó con momentos curiosos.
El arquitecto Eduardo del Valle, debido a su labor profesional cuando restauró parte de la parroquia del Espíritu Santo, debía conocer la historia y origen del mismo. Por lo cual se vio obligado a pedir toda la documentación necesaria a distintos archivos y aprovechando la ocasión solicitaba todo lo que llevaba el nombre de Fuenteheridos. En cuanto a Julio López, gracias a que su padre mantuvo y custodió por generaciones los legajos, ha sido posible obtener parte del tesoro de José Tinoco, entre otras joyas desde el punto de vista archivístico.
El Legajo de Tinoco, tal y como ha sido denominado por estas tres personas, contiene en primer lugar parte del tesoro de José Tinoco, un personaje muy reconocido en la historia local. De hecho, el propio Rodolfo Recio sacará próximamente un libro, ya mandado a imprenta, sobre la vida de este hombre y el contexto histórico de Fuenteheridos en ese momento.
Entre los documentos que se adjuntan, la mayoría de ellos, al carecer de originales, son fotocopias. Muchos han sido encontrados en archivos como el de Simancas, Aracena, Hinojales o colecciones personales. Incluso los tres donantes han realizado fotocopias a muchos de aquellos documentos que poseen para que cualquier persona de Fuenteheridos o curiosos en general puedan consultar e investigar su historia.
Una de las joyas entregadas es la separación de Fuenteheridos con respecto a Galaroza, gracias al pago de 54 personas, es decir las más pudientes de la época, con maravedíes como moneda de cambio en aquel momento.
También se entregaron varios censos poblacionales para saber tanto el número de habitantes como en algunos casos las familias y personas que residían en Fuenteheridos, en concreto de principios del siglo XX y antes de la Guerra Civil.
Así se puede saber, por ejemplo, la labor de cada uno para saber la actividad, artesanía y producción económica del pueblo de donde procedía.
Una de las cuestiones más señaladas a lo largo del acto fue la pérdida de los originales o el desconocimiento de su procedencia. De hecho, como anécdota, Rodolfo Recio indicó que tenía constancia mediante testimonios orales que había momentos donde los documentos servían como asiento a los encargados de colocar el empedrado y adoquines de las calles. Por otro lado existen documentos con la presencia por distintos motivos de muchas familias con la mención a su edad, estado civil, labor profesional y lazos familiares. Esto ha provocado que muchos vecinos puedan descubrir parte de su árbol genealógico.
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