viernes, noviembre 23

Museo familiar cuida un retazo de historia

El museo privado de la familia Galindo guarda celosamente los tesoros más preciados desde la llegada del general León Galindo a Bolivia, quien fue íntimo colaborador y amigo del Mariscal Antonio José de Sucre.

Vista general del museo de la familia Galindo que guarda documentos, objetos y fotograf’ías en Colcapirhua.  - Daniel  James Los Tiempos
Vista general del museo de la familia Galindo que guarda documentos, objetos y fotograf’ías en Colcapirhua. - Daniel James Los Tiempos

Oculto y entremezclado entre fincas y tierras agrícolas de Colcapirhua, se encuentra la hacienda de la familia Galindo, una de las más tradicionales en la sociedad cochabambina. En sus cuatro muros, Arturo Galindo Grandchant guarda una gran reliquia de documentos históricos de épocas de la colonia hasta la actualidad, los cuales se contabilizan entre 2.000 y 2.500 textos que retratan la historia mundial, nacional y local.
Junto a ello, valiosos objetos que fueron preservados por los descendientes del militar colombiano León Galindo, estrecho colaborador del libertado Simón Bolívar y del mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, se encuentran en este recinto que respira historia.
Antes del ingreso al museo privado, en una de las paredes de esta construcción se encuentra una plaqueta conmemorativa que recuerda a Néstor Galindo, destacado poeta de su época que fue fusilado por el entonces presidente Mariano Melgarejo.
Galindo, junto a otros notables de su época, como Nataniel Aguirre, Agustín López y Mariano Méndez, entre otros, lucharon contra el régimen del militar tarateño.
Asimismo, el recuerdo fotográfico y pinturas de la época se convierten en el mejor testimonio de una familia que ha sido partícipe de la historia boliviana y que también formó parte de la esfera política nacional.
Junto a estos importantes registros literarios y gráficos de la época, el museo privado de la familia Galindo atesora la extensa hoja de vida de León Galindo. Desde su acta de bautizo hasta sus ascensos en el ejército del Libertador por órdenes expresas de Simón Bolívar, son los documentos más valiosos y fidedignos sobre el segundo antepasado más antiguo identificado por esta familia cochabambina.
Arturo Galindo mostró la amplia gama de libros de derecho napoleónico que yacen en una vitrina que se encuentra en una habitación oscura, debido a que el sol podría dañar estas importantes reliquias que engalanan este museo familiar.
Asimismo, a esta gran colección se suman los folletos de épocas anteriores a 1900, en los cuales se brinda importante información de aquel tiempo. Uno de los documentos más importantes hallados en este lugar es el escrito por don Francisco de Viedma, insigne Intendente de Cochabamba y Gobernador de Santa Cruz.
También existe gran cantidad de fotografías históricas.
Familiares más influyentes
Desde la llegada de León Galindo a Potosí, lugar donde fue el primer prefecto de la Villa Imperial, muchos personajes portando este apellido han destacado en diferentes ámbitos y estratos de la sociedad.
Héroe de la independencia, poetas, beneméritos de la Guerra del Chaco, presidentes de la Republica, médicos y autoridades locales son parte de la historia de esta familia.
Sobre la vida del general León Galindo, este fue un destacado militar de la independencia que luchó contra las fuerzas españolas al mando del regimiento “Bogotá” e intervino en las gloriosas batallas de Ayacucho, Junín, Carabobo, Bombona, Pichincha y otros. Luego de radicar en Potosí, llegó a Cochabamba para establecer residencia en una propiedad en el valle alto.
Asimismo y según relató Arturo Galindo, custodio de todas estas reliquias, muchos de estos antecesores han sido identificados como Cleomedes Blanco Galindo, destacado médico cochabambino; Carlos Blanco Galindo, general del Ejército y presidente de Bolivia en 1930-1931; José María Pizarro, destacado abogado que dividió la provincia Chichas de Potosí en norte y sur. A ellos se suma el parentesco político que tuvo esta familia con Carlos Quintanilla, militar y presidente de la República entre 1939-1940.

Otros grandes recuerdos
Durante muchos años, Arturo Galindo se ocupó de recorrer por todas las propiedades familiares en busca de vestigios y riquezas que ayuden a agrandar este museo privado. Al margen de libros, textos y otros, existen algunos fósiles de dinosaurios, piedras con extrañas formaciones, vasijas y entierros de antiguas civilizaciones que habitaron diferentes puntos del país. A ello se suma una histórica canoa, la cual fue utilizada por el hermano de Arturo que hizo un viaje desde puerto Maldonado hasta Riberalta.
Valiosos documentos
Antiguas revistas norteamericanas 
Arturo Galindo enseña una antigua revista que circulaba en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Junto a ese valioso documento, no menos importantes lucen las tapas del diario El Comercio de 1879, en el cual se denuncia la invasión chilena al Litoral boliviano. Una gran cantidad de impresos y manuscritos de antiguas épocas y que guardan una gran cantidad de información reposan clasificados según año y temática en una vitrina.
El general colombiano leon galindo
Cuadro pintado del general colombiano León Galindo, quien fue partícipe y pieza fundamental del ejército del Libertador Simón Bolívar y el Mariscal Antonio José de Sucre. Su audacia, coraje y valor lo hicieron merecedor de la admiración de los dos próceres más grandes de América Latina. Su llegada a Potosí fue fundamental para establecer la descendencia de la familia Galindo, la que continuó su linaje en Cochabamba.
Un retrato realizado por avelino nogales 
Uno de los cuadros más valiosos que guarda el museo Galindo es el de Antonia Argüelles, la esposa de León Galindo, el cual posee un alto valor sentimental para la familia y económico por tratarse de una obra realizada por el pintor potosino Avelino Nogales, quien pasó sus últimos días en Cochabamba. Su técnica y manejo del dibujo, hicieron a Nogales uno de los pintores y retratistas más famosos de su época, ya que inmortalizó a varios famosos y nobles de la época republicana de Bolivia.
Un manuscrito de 1742
El libro más antiguo que guarda el museo de la familia Galindo es un manuscrito de 1742. Según los propietarios, este texto guarda en si una serie de escritos eclesiásticos de la época. Debido a su antigüedad y fragilidad en la intemperie, el documento es guardado en una vitrina cerrada para preservar su conservación. Junto a esta reliquia, descansan otros recuerdos de incalculable valor sentimental para los propietarios.
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