Conservar la historia de un país otorga identidad y permite conocer la evolución de los habitantes como sociedad.
Nuevo León tiene un férreo guardián de su Historia: el Archivo Histórico. El Archivo Histórico de Nuevo León (AHNL) cuenta con dos sedes.
La más antigua está ubicada en la Gran Plaza; la otra se encuentra en las oficinas de Fundidora de Fierro y Acero Monterrey, En la primera se preservan los archivos administrativos del Gobierno Estatal y el Registro Civil Histórico que conserva actas de nacimientos, matrimonios y defunciones; mientras que la segunda está especializada en historia del noreste, con 10 mil volúmenes sobre Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Texas, y el acervo de Archivos Históricos que tienen documentos del siglo XVIII, fecha en que se origina el gobierno como tal, hasta 1980.
En ambos sitos la historia se respira en sus paredes y sus rincones, revelando a quien quiera, la memoria histórica de la entidad.
La información que se puede consultar pareciera inagotable. El área de archivos Administrativos se concentra en un fondo de la extinta Comisión Agraria Mixta, que refleja la transición del régimen de propiedad de la tierra del Porfiriato a la propiedad colectiva o ejidal, que se da post-revolucionaria.
Además está la planotecta, con un estimado de poco más de tres mil planos o mapas, y material gráfico que está dividido en tres niveles: arquitectónico, urbanístico y geográfico, entro otros valiosos documentos.
No obstante, en el Registro Civil histórico se tiene documentado desde 1859 a 1925, siendo el documento más antiguo algunas actas de nacimientos del municipio de Allende, donde la comunidad puede conocer su genealogía.
En las instalaciones que están dentro de Parque Fundidora, el edificio se conforma de la Biblioteca e Investigación (Notarios Públicos).
La primera, concentra 10 mil volúmenes con documentos de el Periódico Oficial del Estado de Nuevo León: la Gaceta Constitucional desde 1826 hasta la actualidad; el Diario Oficial de la Federación desde 1867 a la fecha; asuntos eclesiásticos; correspondencia de alcaldes; estadísticas y registro público de propiedad.
Los documentos de compra-venta, testamentos, entro otros, que pertenecen a Notarios Públicos, el servicio no se proporciona de forma directa a los usuarios en las instalaciones, sino en el Archivo de Notarias.
Respecto al servicio de los documentos, tanto en Biblioteca como Registro Civil Histórico, las personas cuentan con libertad de consulta, a excepción del Archivo Administrativos (o concentración), donde sólo las dependencias de gobierno tienen accesos, y Notarios Públicos.
La limitante para acceder a los documentos son las condiciones materiales que en que pueda encontrarse el texto a consultar.
Si esta deteriorado o dañado es un documento que no está disponible a la consulta. En la mayoría de los casos, el perfil del visitante son catedráticos, historiados, extranjeros y estudiantes a pesar de ser un institución pública.
Digitalización total: la meta
Para ofrecer un mejor servicio al usuario, el Archivo Histórico del Estado está trabajando desde hace un año en digitalizar los documentos, pero ya que es un proceso complejo, aun no está concluido.
“La mayoría de los documentos están en buenas condiciones y los que no están tratamos de no prestarlos.
Pero ya están muchos digitalizados”, comenta Eusebio Sáenz, responsable de Notarios Públicos.
“Estamos justamente en medio de un procesos de digitalización. Esperemos para el próximo año tener un ya avance muy significativo de eso.
Ahorita, por ejemplo, tenemos casi al cien por ciento lo que es la Biblioteca que muy pronto estarán disponibles en formato electrónico”, agrega César Morado, coordinador del lugar.
Testimonios en riesgo
Ante la situación que atraviesa la antigua sede del Archivo, donde los problemas de filtraciones y humedad son latentes para la preservación de la documentación, el presupuesto asignado por parte del gobierno resulta insuficiente y pese a que se ha informado en varias ocasiones, la situación adversa continúa.
“Todo el documento está en peligro con la humedad o el agua. Aquí lo que tratamos nosotros es donde vemos que hay goteras cubrir con plástico o botes para que no se dañen los libros, pero...de que están en riesgo, están en riesgo.
“El mantenimiento se lo damos nosotros. Si vemos que algo está mal, nosotros mismos tratamos de arreglarlo.
Con lo que tenemos, tenemos que trabajar”, expresa Raúl Olivas del Registro Civil Histórico.
En el edificio de Parque Fundidora la situación es más esperanzadora. Los documentos se resguardan en estanterías de alta densidad, se cuenta con equipo de cómputo y sistema de control de acceso.
“Aquí dimos un paso importante con la adquisición de estanterías de alta densidad. Estamos todavía en procesos de cambio de cajas archivadoras, de las cajas de madera a cajas de polipropileno inerte, que son ideales para armar microclimas que ayuden a controlar la preservación del documento.
Pero todavía nos falta avanzar en materia de control de temperatura y humedad relativa”, añadió Morado.
¿Cómo están los demás archivos?
*El de Apodaca ha perdido su local de resguardo
*El de Zaragoza tiene años sin mantenimiento
*El de Monterrey no tiene encargado.
*En el Linares, documentación relacionada con Fray Servando Teresa de Mier se vendieron a universidades de Texas.
*Los de la Casa de la Cultura Jurídica, la Arquidiócesis de Monterrey, el Congreso del Estado y de la UANL se encuentran en un sano proceso de conservación.
Guardián celador
Misión del AHNL: Conservar, organizar y difundir la documentación histórica generada por el gobierno de Nuevo León.
Entre los fondos documentales que conservan están: *Las memorias del Gobierno de NL de 1825 al 2010.
*El Periódico Oficial del Estado de Nuevo León de 1826 al 2010. *Protocolos Notariales.
*Fondos Militares de 1797 a 1950. *El archivo Santiago Vidaurri. *La correspondencia de alcaldes de 1825 a 1940.
*Fondo Congreso del Estado de 1826 a 1900.
Fuente.Por: El Porvenir / Alan Valdez, Lunes, 02 de Septiembre de 2013
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