Genealogía familiar de mi ESMA
La rama materna de mi familia es un
laberinto, algunas puertas se abren en el terror, otras en la justicia
social, otras en la complicidad, otras en el compromiso. Son tres
generaciones. Mi abuela Nelly Luisa Rumbo ("Chicha") nace en Catamarca,
en 1921. Hija más chica de cinco hermanos, bibliotecaria, conoce a su
esposo Marcelo Della Croce en La Plata, tienen dos hijas Ana y Cristina.
Yo soy hijo de Ana.
La familia Rumbo llega a La Plata en la década del '30. Román
Rumbo, mi bisabuelo ingeniero civil, es contratado en los talleres de la
ESMA, también empleado de Vialidad. Sus tres hijos varones. El primero de ellos, Osvaldo Rumbo, fue odontólogo sanitarista.
Para 1946 es uno de los fundadores de la sala odontológica hoy conocida
como Hospital Odontológico Infantil Bollini de La Plata. Un cartel lo
recuerda en un pasillo como "El odontólogo de los pobres". El segundo,
Eduardo Rumbo: se recibe de ingeniero civil como su padre, con fuerte
militancia peronista. Para 1946 accede a un escaño como diputado
nacional. Se lo recuerda como escritor de una obra clásica sobre
política de hidrocarburos (Petróleo y Vasallaje, BA, 1957).
Me detengo en la historia del tercero, Oscar Rumbo, que inicia la
carrera de Marino; pronto de cadete pasa a alférez de fragata, y de allí
salta a teniente adscripto a la Comisión Naval Argentina en los Estados
Unidos. Junto con su colega Horacio Howard inician sus experiencias en
buceo y submarinos (en especial, en temas de salvamento de buques). La
dupla Rumbo-Howard ya capitanes de navío, terminará asignada a la Base
de Submarinos de Mar del Plata con el objetivo de renovar tercera
generación de buques y comandar agrupaciones de buzos tácticos (Historia
de Submarinos, Los tarantinos, 1933-1960, F. Tamburrini, el snorkel,
2009).
Uki Goñi, en uno de sus libros (Perón y los alemanes, Sudamericana,
1998), refiere a Oscar Rumbo como miembro de la Inteligencia Naval
formado en los Estados Unidos, elegido por el propio J. D. Perón para
ponerse al mando de un buque petrolero llamado el Buenos Aires y que el
gobierno del GOU planeaba traer desde Suecia con armamentos alemanes. Al
final el plan no habría funcionado y el viaje no se lleva a cabo. Rumbo
tendría buenas conexiones con los agentes secretos de las SS en la
Argentina.
Dado que el tema es mencionado colateralmente por Uki, me puse en
contacto personal con él. Me contó lo siguiente: "... busqué en los
documentos que tengo, Rumbo era inteligencia naval, tenía contacto con
Hans Harnisch, que era uno de los jefes de espionaje nazi, y con Osmar
Hellmuth, un agente de la inteligencia naval argentina que enviaron a
Berlín para reunirse con jefes nazis, sólo que a Hellmuth lo arrestaron
antes de llegar a Europa los ingleses, y se lo llevaron a Londres y
confesó todo el plan de traer armas alemanas en el tanquero Buenos Aires
que iba a ser capitaneado por Rumbo. Más que eso no sé, y lo que hay en
los documentos son apenas un par de párrafos que dicen eso. Es una pena
esas historias que se van con los que mueren sin contarlas del todo...
un abrazo..."
Si a Hellmuth lo arrestaron antes de llegar a Europa, no tengo que
hacer tantas suposiciones sobre Rumbo, un inteligencia naval formado en
Estados Unidos suele ser doble agente; al menos eso me sugieren tantas
novelas leídas de Le Carré. Pero mi conjetura surge por lo que sigue: en
el '55 la Libertadora envía nuevamente a Rumbo a Norteamérica. Ahora
como agregado naval de la embajada en Washington. Allá conoce a una
americana, se casa y tiene dos hijas. Con el gobierno de Onganía,
regresa. Es asignado nuevamente como responsable de la Base de
Submarinos de Mar del Plata.
Aquí aparece una nueva generación o segunda generación familiar. Su
sobrina, Marta Rumbo (hija de su hermano Osvaldo), se casa. Lo hace con
el recién egresado marino Daniel Eduardo Robelo; un ignoto marplatense
que, de buenas a primeras, pasa a ser apadrinado por Rumbo. En la
Armada, los padrinazgos políticos son fundamentales para escalar
posiciones. Robelo ingresa a las filas submarinistas, y poco después su
foja habla por sí sola: "Año 1976-1983: jefe del Departamentos de
Operaciones en la Base Naval Mar del Plata, ejerciendo, en forma
simultánea, el cargo de jefe del Departamento de Comunicaciones en la
Fuerza de Submarinos dependiente de la Fuerza de Tareas."
Por entonces, Oscar Rumbo ya era un capitán retirado, miembro
honorable del Yacht Club. Cuando mi mamá Ana Inés della Croce Rumbo y mi
papá Rodolfo J. Axat (ambos oficiales Montoneros) desaparecen en La
Plata, el 12 de abril de 1977, de inmediato mi abuela Nelly se comunica
con su hermano para que interceda ante su camarada de armas Massera. El
"Comandante Cero" no sólo era platense sino que había sido su alumno y
además compartía con Rumbo cierta afinidad ideológica dentro de la
fuerza. El viejo submarinista le dice a su hermana que a mis padres "los
tenía el Ejército" y que "nada se podía hacer". De hecho, Rumbo nada
hizo al respecto.
A finales de 1994, a instancia del entonces capitán Robelo, la
familia "Rumbo" pretendió unificarse celebrando un gran encuentro. Lo
harían en los quinchos de la ESMA. Mi abuela y mi tía (Cristina della
Croce Rumbo, hermana de mi madre Ana Inés), se opusieron alegando que en
ese lugar se sospechaba habían desaparecido 5000 personas, incluyendo
la posibilidad de que mis padres hayan pasado por ahí. La familia Rumbo
hizo silencio y celebraron igual, como si nada. Sólo unos pocos no
fueron: yo no fui, mi tía Cristina y mi abuela Nelly tampoco, la otra
hermana de mi abuela tampoco (Blanca Rumbo).
Recuerdo algún verano marplatense, mi tía Cristina pasaba a saludar
por la playa a su prima Marta. Lo hacía conmigo de la mano. Los
Rumbo-Robelo compartían carpa cerca a la familia Astiz, en el Yacht de
Playa Grande. Vienen a mi mente ahora los cumpleaños de Oscar Rumbo.
Siempre Mar del Plata, infeliz recuerdo que adelante de todos me sentaba
en su falda, no podía evitar sentirme como trofeo del viejo marino.
Daniel Robelo se me acercaba, me escrutaba de arriba abajo como si fuera
un espécimen; yo tenía diez años, jugaba con sus hijos cercanos a mi
edad. Tengo una foto de la fiesta de casamiento de mis padres en 1973.
Es en La Plata. Yo no existía. Todos los personajes en la foto: los
recién casados, los Robelo, Oscar Rumbo, mi abuela Nelly, mi tía
Cristina.
Hace cinco meses, el ex marino Daniel Robelo está preso por crímenes
de lesa humanidad, con prisión preventiva en Marcos Paz. Espera el
juicio que, supongo, se llevará a cabo el año que viene. Su esposa Marta
Rumbo lo visita todos los fines de semana. Según cuenta a la familia,
sufre un calvario ida y vuelta a Marcos Paz. Mi abuela Nelly murió en
2008. Yo ya era abogado. Poco antes de morir me susurró: "Robelo me dijo
hace un tiempo que tus padres pasaron por la ESMA, pero que él no sabía
más nada..."
Cuando mi abuela Nelly declaró en 1998 ante los Juicios por la Verdad,
esa frase no la quiso repetir. Según testigos mis padres luego de ser
secuestrados pasaron por el CCD La Cacha, aunque una leve hipótesis
sobre la presencia de la Marina en ese lugar me lleva a pensar en aquel
comentario de mi abuela.
Fuente: http://www.infonews.com
28 feb 2013