La familia Pengelly
Pachuca, Hidalgo.- La vida del señor Thomas Harris Pengelly y la de su familia pertenecen a esas historias que, por su extraordinario ejemplo de valor y tenacidad, bien vale la pena darlas a conocer.
Ellos, como muchos otros ingleses, se aventuraron a dejar su país para buscar mejores oportunidades en una nación lejana, es decir, iniciaron el éxodo contra viento y marea para llegar al otro lado del poderoso océano Atlántico, rumbo a México; específicamente al Puerto de Veracruz y de ahí a Real del Monte y Pachuca, sorteando cualquier cantidad de obstáculos, en busca de las riquezas que les habían contado que existían, y además porque los mineros de Inglaterra se morían de hambre, ya que el gobierno había dejado de apoyar las operaciones mineras en ese país.
Al parecer, este "gran viaje" a México comenzó en 1824 y continuó hasta 1947, y no se sabe cuántos barcos llenos de familias inglesas se perdieron en el mar durante esas largas travesías. Por otro lado, se dice que de los que llegaron al Puerto de Veracruz, al menos la mitad murieron en el viaje a Pachuca, a causa de la fiebre malaria y otras enfermedades que los atacaban, debido a que resultaba muy riesgoso el viaje por el inhóspito clima tropical, donde las lluvias atascaban las carretas y los animales morían. Sólo algunos tenían la suerte de sobrevivir, mientras mantenían la ilusión de llegar a enriquecerse con el trabajo en las minas.
Así, en tales circunstancias llegó el primer Pengelly. En el transcurrir del tiempo quizá se perdió una parte de su gran historia personal y familiar, sin embargo, por suerte sus descendientes han dedicado mucho tiempo y esfuerzo para investigar y mantener estos datos y pormenores. Uno de estos descendientes es el señor Donald L. Pengelly.
En 2010, Donald visitó Pachuca, Real del Monte y algunos otros lugares de Hidalgo, que le recordaron esa historia de sus antepasados. Como todos los parientes de ingleses que emigraron a esta tierra, la recuerda por ser aquella en la que caminaron sus mayores y siempre trata de aprender algo más sobre estos sitios.
En una amena charla el señor Donald L. Pengelly me facilitó su archivo fotográfico y me habló acerca de su historia familiar, tal como los suyos se la han ido transmitiendo de generación en generación y también como él la conoce, gracias a los registros históricos.
Thomas Harris Pengelly, su bisabuelo, fue el primer Pengelly que vino a México y nació en 1818, en Madron, Cornwall, y su esposa Jane Brown Rowe Pengelly, originaria de Redruth, en 1827. Él era un minero experto en roca dura en la zona de Cornwall.
Llegó al Puerto de Veracruz el 21 de abril de 1844, en un barco de Falmouth, en compañía de su esposa y su hijo William, quien al crecer salió de México y se dirigió a California en busca de riquezas y la familia nunca supo más de su paradero.
Después, ya establecidos en el Mineral del Chico, procrearon a Thomas C. Pengelly, que nació en 1845; a Grace (1851); Juan (1857); Catherine (1860); Federico, mi abuelo -exclamó Donald-, que nació en 1864, y Henry, que nació en 1865. Se sabe que hubo otros hijos, pero no se sabe la fecha de nacimiento o defunción. Algunos de los anteriores están enterrados en el Panteón Inglés de Mineral del Monte.
En diciembre de 1874, al morir su esposa Jane, Thomas Harris Pengelly envió a algunos de sus hijos más jóvenes a Inglaterra, para asistir a la escuela. Federico, mi abuelo, fue uno de ellos y, al regresar, ya con preparación, fue contratado para administrar la Hacienda de Cuyamaloya, que se encuentra al sudeste de Pachuca en el camino hacia Tulancingo. Esta era una gran hacienda que fue propiedad de una importante compañía minera.
Después, se casó con Mary Elizabeth Rogers Trelease, que nació en Pachuca en 1871. Él murió en 1944 en Pachuca, y mi abuela en Houston, Texas, en 1949, pero ambos están enterrados en el Panteón Inglés de Mineral del Monte.
La pareja tuvo 13 hijos que nacieron en la Hacienda de Cuyamaloya: el mayor fue Thomas, quien nació en 1888 y fue asesinado cuando montaba a caballo en 1903; Evelyn nació en 1894 y murió en 1902; William nació en 1894 y murió en la Ciudad de México en 1992; Albert nació en junio de 1899 y murió en 1977 en Pachuca y tuvo un hermano gemelo llamado Harold Frederick que nació cinco días después, en julio de 1899 y murió en 1973 en Pachuca. También nacieron otros niños, entre ellos James Howard, mi padre, que nació en 1902.
Entre los recuerdos más vívidos de Donald está el de su tío, Harold Frederick, que contrajo matrimonio con Frances Dunstan, y fue superintendente de cinco minas en el área de Pachuca. También que durante muchos años fue el Vice-cónsul establecido en esta ciudad, ocupando para ello la casa que está ubicada en Avenida Revolución y 16 de Enero. La familia que la habita actualmente me dice que fue construida por una compañía minera y que es muy amplia, con un sótano igual y que en ella el señor Pengelly hacía grandes fiestas y comidas, incluso la casa cuenta con dos "hoyos" para barbacoa.
Sus otros tíos, William y Albert, estuvieron en el primer equipo de fútbol en México, el Pachuca Athletic Club. Ellos son recordados como los pioneros de este deporte en México, ya que los ingleses después de sus labores en las minas buscaban distraerse con alguna actividad. También trajeron el tenis del cual hay restos y antecedentes de canchas y también el golf, que era jugado por Harold F. Pengelly.
William se casó con una joven llamada Julia y no hay más información disponible. Albert contrajo matrimonio con Minnie Penpraise, quien fue fundadora de la Escuela Inglesa que hasta la fecha existe y funciona.
En una entrevista, en el periódico Excélsior, en 1970, Harold Frederick y Albert, que aún vivían en Pachuca, decían orgullosamente que los mineros ingleses radicados en Pachuca, al igual que los que llegaron a las fábricas textiles de Puebla, Orizaba y México, cansados del tedio provinciano, de las peleas de gallos y de las carreras en bicicleta, habían decidido jugar el futbol soccer que les habían enseñado sus padres en Gran Bretaña. Albert, que era sobreviviente de la primera oncena de futbol que hubo en México, decía: "así surgieron los primeros clubes: Pachuca, Británico, San Pedro de los Pinos, Country Club, Orizaba, Puebla, Reforma y Pachuca. Era el año 1902 cuando se organizó el primer campeonato de liga. Se jugaban partidos de dos tiempos, de treinta minutos cada uno, y alineaban 5 delanteros, 3 medios, dos defensas y un portero. En el velódromo que estaba atrás de lo que ahora es la iglesia de Guadalupe, se efectuó el primer cotejo: Pachuca contra Reforma, el resultado fue un empate a 4 goles".
Mi padre, James Howard, dice Donald, fue uno de los más jóvenes Pengelly que nacieron en Cuyamaloya y solía contar historias de los bandidos de Pancho Villa a caballo en y alrededor del área de Pachuca.
Recordaba que una ocasión, un grupo de soldados mexicanos en Pachuca, afuera de la ciudad, vieron una nube de polvo. Eran cientos de bandidos de Pancho Villa que venían a la ciudad a atacarlos, pero éstos, más astutos, los acorralaron y posteriormente alinearon contra una pared de piedra, matándolos a todos.
En otra historia decía que Pancho Villa ordenaba no robar las iglesias, pero cuando se enteró de que las personas les daban su dinero, oro, plata y riquezas para su custodia, empezó a robarlas. Después, enterraban esos bienes para que los bandidos no pudieran robarlas.
De este modo recuerda Donald Pengelly la vida de su padre James Howard, de su abuelo Federico y de su bisabuelo Thomas Harris Pengelly, quien llegó a México en 1844, luego de cruzar el Océano Atlántico.
Esta es, a grandes rasgos, la historia de los Pengelly. Hoy, como dije anteriormente, sus descendientes se afanan en investigar todo acerca de ellos, de encontrar "los eslabones perdidos", quieren saber dónde vivieron, quieren caminar las mismas calles y respirar el mismo aire. Quizás porque añoran esa tierra buena adonde llegaron de tan lejos sus antepasados, donde dejaron para siempre su huella indeleble. cronistadepachuca@yahoo.com.mx
Cronista de Pachuca de Soto
Fuente: http://www.oem.com.mx
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