Cinco apellidos cordobeses
Llama la atención que en Vizcaya los cinco más comunes sean García, Fernández, Gozález, López y Rodríguez. Igual que aquí
La importancia del apellido marcó
durante siglos la vida de los españoles —también fuera de nuestras
fronteras—, si bien en nuestro país, por diferentes circunstancias
históricas, revistió una singular importancia. Durante varios siglos,
hasta bien entrado el XIX, se exigieron los denominados expedientes de
limpieza de sangre, donde se certificaba que al menos en cuatro
generaciones de antepasados no había ni judíos mi musulmanes, para
estudiar en nuestras universidades y colegios. No digamos para la
obtención de un hábito de alguna orden militar. Eso hizo que los reyes
de armas y los genealogistas trazasen árboles familiares donde relucían
antepasados que daban lustre al apellido, aunque en ocasiones cometían
excesos algo más que notables. Conozco algún árbol genealógico de una
familia cordobesa, de mucha prosapia y larga estirpe, que cuenta entre
sus ancestros —así aparecen consignados en su árbol genealógico— a sus
majestades los Reyes Magos de Oriente.
Los datos que nos proporciona el
Instituto Nacional de Estadística correspondientes al año 2012, indican
que los apellidos más comunes en Córdoba y su provincia, donde todavía
quedan residuos que se aferran a la genealogía familiar como valor a
esgrimir en determinadas circunstancias, son de raíz castellana. Esa es
la que tienen la mayor parte de los apellidos que presentan la
terminación «ez», la cual en su origen venía a equivaler a ser «hijo
de…». Tal es el caso de González, hijo de Gonzalo; Martínez, hijo de
Martín, Fernández, hijo de Fernando, o Pérez, hijo de Pero que era la
forma antigua de Pedro. Los cinco apellidos más comunes en la provincia
de Córdoba son García, López, Sánchez, Jiménez y Pérez. Su abundancia es
tal que casi el diez por ciento de los cordobeses lo llevan como primer
apellido y si contásemos los cuatro primeros esa cifra se eleva
considerablemente. A nadie le extraña porque la abundancia de esos
apellidos en muchas zonas de España es sobradamente conocida, pero llama
la atención el que en Vizcaya los cinco apellidos más comunes sean,
precisamente García, Fernández, González, López y Rodríguez. Alguno de
los que buscan un Rh particular para los vascongados andará
escandalizado y pensará que su terruño está invadido de «maquetos» a
quienes Sabino Arana consideraba una escoria incapaz de resistir
comparación alguna con los vascos. Lo de Arana era algo parecido a lo
que el impresentable del alcalde de Sestao —digno discípulo del padre
del Partido Nacionalista Vasco— ha puesto de manifiesto para referirse a
los inmigrantes y que revela la catadura moral del personaje.
La realidad de lo que señala la
genealogía familiar, también en el País Vasco, es que hay mucho camelo,
además de ciertas actitudes intolerables. Como en el fondo se pone de
manifiesto con lo de los apellidos vascos en la película más taquillera,
hasta el momento, de las historia del cine español. Arrollaba en las
pantallas hasta que otro impresentable —este por razones diferentes a
las del alcalde de Sestao—, decidió piratearla y colgarla en la red,
perjudicando de forma grave la creatividad y el trabajo de montones de
personas. Se hace imprescindible actuar contra estos impresentables. Los
que miran el apellido de quienes quieren empadronarse en un lugar y los
que ejercen la piratería sobre el trabajo de otros.
JOSÉ CALVO POYATO
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