viernes, enero 20

Un siglo de experiencias


Teodora Plaza Rincón celebra sus cien años de vida con una emotiva fiesta familiar en la residencia «Ciudad de Toro» 

 La residencia «Ciudad de Toro» ha celebrado un cumpleaños especial. Se trata del centenario de una de sus residentes, Teodora Plaza Rincón, quien estuvo arropada ese día por sus familiares, así como por sus compañeros y por el personal de la residencia. El acto constó de varias actividades, y así, se comenzó con un referencia a la historia de vida de la mujer homenajeada. Además, se le dedicaron algunas poesías y mensajes. Tras este repaso a su extensa biografía también se dedicó un rato a hablar sobre su familia, haciendo un repaso de su árbol genealógico, y finalizando con la entrega a Teodora Plaza, como recuerdo, de un cuadro con su genealogía.

Acto seguido, sus hijos le hicieron entrega de diversos regalos, así como de un gran ramo de flores. Después llegó un momento que no puede faltar en ningún cumpleaños, que no es otro que el de la tarta, que estuvo acompañada de la canción de «cumpleaños feliz», champán, bengalas y confetis. «Fue una explosión de alegría de emoción», refirió la terapeuta ocupacional de la residencia «Ciudad de Toro», Alicia Vicente.

Por último, la fiesta de cumpleaños incluyó un baile y un refresco a los que estuvieron invitados todos los asistentes. Según comentó Alicia Vicente, «fue fantástico», puesto que «todo salió muy bien y los familiares se emocionaron mucho con la celebración». No obstante, la homenajeada disfrutó la fiesta de una forma más tranquila, dado que se trata de una «residente asistida», lo que significa que «no puede mantener una conversación, necesita ayuda para todas las actividades y su salud está muy delicada».

Por lo que respecta a Teodora Plaza, quien ya ha entrado a formar parte de ese reducido grupo de personas que han llegado a cumplir un siglo de vida, se trata de la mayor de tres hermanos; los nombres de los otros dos hermanos son Carmen y Dionisio, y sus padres se llamaban Santiago y Lucía.

Nació en la localidad vallisoletana de Mojados, donde siempre ha vivido. Con su marido, Eulogio, tuvo cuatro hijos, Victoria, Ángeles, Florentino y Mª Carmen, y ahora ya cuenta con 14 nietos y 17 biznietos. Como algunos de los rasgos característicos de la homenajeada, la terapeuta ocupacional de la residencia señala que «nos cuentan que Teodora ha sido una mujer muy alegre, a quien le gustaba mucho trabajar, aunque también tenía un carácter muy fuerte, además es una mujer agradable y agradecida, aunque su rasgo más característico es que es muy golosa».

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/

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